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La persistencia del VPH, el tabaquismo y la inmunosupresión aumentan el riesgo de cáncer anal

Con una incidencia de 1-2 casos por cada 100.000 habitantes, el cáncer anal sigue considerándose una enfermedad poco frecuente. Sin embargo, en los últimos 40 años, su diagnóstico ha ido en aumento, especialmente en mujeres en países desarrollados y en hombres en regiones menos desarrolladas.
27/03/2025

El carcinoma de células escamosas, subtipo histológico más común de cáncer anal, es principalmente atribuible al virus del papiloma humano (VPH), que representa el agente causal en el 90% los casos, principalmente los genotipos 16 y 18 (VPH16 y VPH18). "No obstante, esto no quiere decir que todas las personas ...

El carcinoma de células escamosas, subtipo histológico más común de cáncer anal, es principalmente atribuible al virus del papiloma humano (VPH), que representa el agente causal en el 90% los casos, principalmente los genotipos 16 y 18 (VPH16 y VPH18). "No obstante, esto no quiere decir que todas las personas que tengan el VPH van a desarrollar necesariamente cáncer anal, puesto que la mayoría de las infecciones son transitorias y suelen ser eliminadas por el sistema inmunológico", aclara la doctora Pilar García Alfonso, jefa de Sección de Oncología Médica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid) e integrante del Grupo Español de Tratamiento de Tumores Digestivos (TTD).

Como recuerda esta experta, "los principales factores de riesgo asociados a la infección por el VPH son tener un número elevado de parejas sexuales, el coito anal y los antecedentes de verrugas anogenitales o de tumores malignos de las vías genitales inferiores". Asimismo, añade la doctora García, "el tabaco también parece tener un papel importante, facilitando el desarrollo del VPH. Y tampoco hay que olvidar la inmunosupresión: el cáncer anal es una enfermedad más frecuente en personas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y también en pacientes trasplantados o en tratamiento con inmunosupresores". Por ejemplo, las personas con VIH tienen un riesgo muy superior (de 30 a 100 veces más) de desarrollar un cáncer del canal anal que la población general, debido a la menor capacidad de su sistema inmunológico para eliminar el virus.

"Y los factores de riesgo que acabamos de comentar, como el tabaquismo o la inmunosupresión, favorecen que la infección por el VPH sea persistente y que facilite la producción de lesiones precancerosas", incide la doctora.

Con respecto al papel que juega el VPH en el desarrollo del cáncer anal, la doctora García explica que "el virus del papiloma humano infecta las células epiteliales de la región anogenital. Esto va a dar lugar a una proliferación o crecimiento de estas células y, con ello, a un aumento del riesgo de transformación maligna, es decir que, en ese proceso de crecimiento, las células "se equivoquen" y den lugar a un cáncer. A este hecho va a contribuir el que, en infecciones persistentes por el VPH, el ADN del virus se integre en el ADN de la célula del canal anal, alterando así su funcionamiento normal y dando lugar a la expresión continua de proteínas virales oncogénicas".

La dificultad del diagnóstico

"El diagnóstico del cáncer anal requiere de un importante índice de sospecha, ya que la clínica es muy poco específica y similar a la de otras patologías anales benignas, como pueden ser las hemorroides, las fisuras anales con sangrado, el dolor anal, el prurito y la leucorrea. Por ello, se requiere un elevado índice de sospecha asociado a una exploración minuciosa para evitar el retraso diagnóstico", señala la doctora García. Y es que hasta un 20% de los pacientes con cáncer anal invasivo van a estar asintomáticos. 

Así pues, ante esta situación, la doctora García llama la atención sobre la relevancia de la prevención de esta enfermedad. "Es clave la vacunación contra el VPH, la cual se recomienda en adolescentes y en población de alto riesgo, como son los hombres que tienen sexo con hombres o personas con VIH. Y también es vital realizar pruebas de cribado, como la citología anal, así como pruebas de VPH en personas con VIH positivo, antecedentes de displasia cervical, etc. Todo ello va a permitir tratar las lesiones antes de que evolucionen a un cáncer invasivo". 

Unas medidas de prevención a las que hay añadir la recomendación del uso de preservativo, el control del tabaquismo y de la inmunosupresión.

Necesidades médicas no cubiertas

La doctora García advierte que "la supervivencia a cinco años prácticamente no se ha modificado en los últimos veinte años. A día de hoy, la tasa de supervivencia a cinco años en Europa se sitúa entre un 44-66%, lo que pone de relieve la necesidad de mejorar la supervivencia de esta enfermedad".

Para conseguirlo, esta experta afirma que, "hay que dedicar más tiempo y esfuerzos a investigar sobre el cáncer anal, lo que revertiría no sólo en la incorporación de nuevos tratamientos, sino también en un mayor desarrollo y conocimiento de su biología molecular. A esto hay que sumar la implementación de los programas de cribado en la población de alto riesgo, mayor concienciación médica y formación en atención primaria".

Cáncer anal, ¿sabías que…?

El carcinoma escamoso de cáncer anal es una enfermedad rara que representa menos del 1% de todos los cánceres diagnosticados y entre el 2-3% de los tumores gastrointestinales. Tiene una incidencia anual de 1-2 casos por cada 100.000 habitantes, objetivándose un aumento paulatino en los últimos 40 años, "si bien la distribución geográfica modifica esta incidencia, siendo más frecuente en hombres en los países menos desarrollados y en mujeres en los más desarrollados", comenta la doctora García.

Respecto al perfil del paciente con cáncer anal, es más frecuente en personas mayores de 50 años, aunque puede presentarse a cualquier edad. Y por sexos, es más frecuente en mujeres, en una proporción de dos mujeres con cáncer anal por cada hombre con la enfermedad.

Autor: IM Médico
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