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"La codificación clínica mejora la calidad de gestión sanitaria, eficiencia operativa y ayuda en la planificación y políticas públicas"

En 2021, España destinó 88.000 millones de euros a sanidad, de los cuales un 10% se dirigió a conciertos con entidades privadas. En este contexto, desde ASHO consideran que la codificación sanitaria se posiciona como una herramienta indispensable que optimiza la gestión hospitalaria sin aumentar el gasto per cápita.

Estado: Finalizado

09/04/2025

De acuerdo con el último informe del Consejo Económico y Social de España al respecto del gasto en sanidad en todo el territorio -publicado en 2024- el país invirtió un total de 88.000 millones de euros en 2021. De esta cantidad, un 10% corresponde a los conciertos sanitarios con el ...

De acuerdo con el último informe del Consejo Económico y Social de España al respecto del gasto en sanidad en todo el territorio -publicado en 2024- el país invirtió un total de 88.000 millones de euros en 2021. De esta cantidad, un 10% corresponde a los conciertos sanitarios con el sector privado, lo cual arroja una cifra final de 8,8 millones. Se trata del 7,2% del PIB total en ese momento, del total invertido en gasto sanitario, tanto público como privado. La codificación sanitaria -columna vertebral del negocio de ASHO- es una solución impulsada por compañías privadas y que forma parte de la ecuación. En esa línea, varias son las firmas que se dedican a ofrecer servicios de apoyo para que los hospitales y centros sanitarios funcionen de una manera más eficiente.

Sin embargo, si se engloba el coste de esta dentro del cómputo global, esta "se trata de un sistema de gestión esencial para los hospitales y que no repercute en gasto per cápita. Por tanto, si se ofrece un servicio imprescindible de este tipo todo el mundo gana", explica Carlos Sevillano, director comercial de ASHO.

La inversión en sanidad recuperó importancia en la pandemia

El informe del Consejo Económico y Social de 2024 destaca que la inversión en sanidad recuperó protagonismo tras la pandemia del 2020. Hasta ese entonces, se explica que "el gasto sanitario había retrocedido por los recortes como consecuencia de la crisis económica".

"La pandemia de COVID impulsó la inversión en los hospitales, ya que se necesitaban gestionar grandes cantidades de datos. La codificación sanitaria desempeñó un papel fundamental ya que gracias a ella se podían tener registros actualizados y eficientes de todos los pacientes y patologías que en ese momento estaban presentes", señala Ruth Cuscó, directora gerente de ASHO.

El impacto de la codificación

Aunque el concierto privado con empresas forma parte del gasto sanitario en España, Sevillano recalca que "la codificación clínica mejora la calidad de gestión sanitaria, eficiencia operativa, ayuda en la planificación y políticas públicas (administración), y contribuye a tener un control más estricto de lo que sucede en los centros sanitarios". En ese sentido, también califica como "fundamental" el hecho de contar con infraestructuras digitales sanitarias que estén preparadas para cualquier escenario.

Aunque el peso económico no tenga especial repercusión en un servicio esencial como es la codificación, Sevillano ha explicado que los hospitales sí rinden cuentas a la hora de computar los gastos derivados de este tipo de servicios: "se ha de cumplir con la ley de informar a las consejerías y al Ministerio de Sanidad de la actividad que se produce en los centros sanitario".

El futuro del sector

España ha experimentado un crecimiento en los últimos años en materia de inversiones en infraestructuras. Los avances tecnológicos no sólo se centran en el aspecto clínico, sino, también, en el burocrático.

"Ante la posibilidad de nuevas pandemias en el futuro, durante el COVID aprendimos que es vital el hecho de que los hospitales tengan una burocracia agilizada. La codificación sanitaria permite tener un orden a muy gran escala", concluye Cuscó.

Autor: IM Médico
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