El nuevo procedimiento induce la migración de nervios y vasos hacia el implante, contribuyendo a su supervivencia y maduración.
Actualmente, la pérdida de músculo esquelético que acompaña las mutilaciones es irreversible porque el músculo artificial generado in vitro se necrosa al poco tiempo de ser trasplantado. Un equipo internacional de científicos ha desarrollado una nueva estrategia basada en el uso de mesonagioblastos encapsulados en un hidrogel compuesto por fibrinógeno ...
Actualmente, la pérdida de músculo esquelético que acompaña las mutilaciones es irreversible porque el músculo artificial generado in vitro se necrosa al poco tiempo de ser trasplantado. Un equipo internacional de científicos ha desarrollado una nueva estrategia basada en el uso de mesonagioblastos encapsulados en un hidrogel compuesto por fibrinógeno y polietilenglicol. Los mesoangioblastos, humanos o de ratón, han sido modificados para expresar factor de crecimiento placentario, el cual estimula la migración de vasculatura y nervios hacia el injerto. La potenciación de la quimiotaxis posibilita la supervivencia y maduración de las nuevas miofibras.
Implantadas bajo la piel, en la superficie del músculo tibialis anterior, éstas dieron lugar a un músculo adicional completamente funcional, en tan sólo 2 meses. Dado que la ausencia de tendones impide determinar el grado de funcionalidad del nuevo músculo, los científicos investigaron las propiedades biomecánicas de las miofibras en animales en los que el tibialis anterior había sido eliminado. En estos ratones, la aplicación de esta técnica dio lugar a un músculo muy similar al original.
El método supone sin duda un nuevo paradigma en la ingeniería de tejidos en el músculo esquelético. En opinión de los autores, ésta ofrece un amplio potencial, no sólo en lesiones traumáticas, sino también en el tratamiento de la ablación post-quirúrgica o de los esfínteres incontinentes, abriendo la posibilidad de crear músculos personalizados para una gran variedad de condiciones patológicas. No obstante, también indican que su aplicación a músculos humanos grandes puede ser técnicamente compleja.