Estos test, basados en análisis de sangre, no son útiles para el diagnóstico de trastornos funcionales digestivos.
Las reacciones adversas a los alimentos son episodios frecuentes en la población, ya que se calcula que, al menos, el 20% de la población sufrirá alguna, una vez en la vida. Teniendo en cuenta esta preocupación de la sociedad, en general, por las intolerancias alimentarias está proliferando la oferta de ...
Las reacciones adversas a los alimentos son episodios frecuentes en la población, ya que se calcula que, al menos, el 20% de la población sufrirá alguna, una vez en la vida. Teniendo en cuenta esta preocupación de la sociedad, en general, por las intolerancias alimentarias está proliferando la oferta de test genéricos de intolerancia alimentaria que buscan detectarlas y, según los resultados obtenidos, tratar enfermedades muy diversas. Desde la migraña o los trastornos por déficit de atención hasta la fibromialgia. Sin embargo, los expertos de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) consideran que no existe suficiente evidencia científica para avalar la eficiencia de estos test basados en un análisis de sangre.
Tanto es así que este tema será analizado en el simposio“Satélite sobre enfermedad celíaca y otras intolerancias alimentarias”, que tendrá lugar en el LXXIV Congreso Anual de la SEPD celebrado durante la Semana de las Enfermedades Digestivas (SED), del 13 al 15 de junio en Sevilla. En este sentido, el doctor Ángel Álvarez Sánchez, especialista del Aparato Digestivo de la Unidad de Trastornos Funcionales del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), que presentará la ponencia “¿Cómo se diagnostican las intolerancias alimentarias? ¿Sirven los test de intolerancia?”, explicó que“existen pruebas estándar para su detección como son los tests de aliento, la detección de anticuerpos específicos en sangre o la biopsia intestinal. Sin embargo, el uso de los test de intolerancia alimentaria para determinar otras enfermedades presuntamente asociadas carecen de base científica que los avalen”.
Los expertos apuntan a que los test que están apareciendo en los últimos años, que se publicitan como de intolerancia, son capaces de detectar el rastro de más de 150 alimentos, basándose en pruebas de citotoxicidad alimentaria a través de un análisis de sangre. Estos análisis determinan cómo reaccionan los anticuerpos del paciente ante determinadas sustancias-proteínas presentes en los alimentos. “La presencia de este tipo de anticuerpos IgG en la sangre prueba la existencia de contacto con un determinado alimento, pero no su intolerancia. Para ello son necesarias otras pruebas”, apunta el doctor Álvarez. Los resultados de estos test pueden dar lugar a resultados confusos o a la recomendación de dietas ineficaces y pueden retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuado de enfermedades. Por ello, los expertos de la SEPD desaconsejan el uso de estos test en la evaluación de las intolerancias y, sobre todo, en tratamientos de enfermedades presuntamente asociadas a la alimentación.