Especialistas españoles defienden que estamos ante un nuevo paradigma en el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM).
Las células B juegan un papel fundamental en la fisiopatología de la esclerosis múltiple (EM), por lo que han de ocupar un lugar en el arsenal terapéutico contra la enfermedad. Ésta ha sido una de las principales conclusiones del simposio “Avanzando en el conocimiento de la fisiopatología de la Esclerosis ...
Las células B juegan un papel fundamental en la fisiopatología de la esclerosis múltiple (EM), por lo que han de ocupar un lugar en el arsenal terapéutico contra la enfermedad. Ésta ha sido una de las principales conclusiones del simposio “Avanzando en el conocimiento de la fisiopatología de la Esclerosis Múltiple: el rol de las células B”, celebrado recientemente en Madrid, que contó con el aval científico de la Sociedad Española de Neurología (SEN), y cuyo objetivo fue avanzar en el conocimiento de las causas de la EM y analizar esta nueva vía de tratamiento. En la actualidad, la mayoría de los tratamientos frente a la EM se dirigen a las células T, por lo que la posibilidad de usar las células B como diana es una estrategia novedosa, que está mostrando muy buenos resultados.
Según la doctora Celia Oreja-Guevara, jefa de sección del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y coordinadora del simposio, hasta hace poco “estábamos centrados en abordar la esclerosis múltiple a través de actuaciones terapéuticas sobre las células T. Saber que las de tipo B tienen una importancia tan decisiva y trabajar en el desarrollo de tratamientos que actúen sobre ellas supone un avance muy significativo hacia terapias más personalizadas y efectivas ".
Por su parte, el doctor Xavier Montalbán, director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (Cemcat) y jefe del Servicio de Neurología-Neuroinmunología del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, se mostró optimista respecto a los ensayos clínicos que hay en marcha con moléculas anti-células B. “La percepción que tenemos después de analizar los datos de los ensayos es que esta estrategia tiene un potencial enorme con respecto a la supresión del fenómeno inflamatorio. De hecho los pacientes quedan sin actividad inflamatoria después de ser tratados con estas terapias”. Otro de los aspectos que se destacaron los expertos reunidos en el simposio fue el excelente perfil de seguridad de los tratamientos anti-células B, así como su potencial para actuar en cada una de las fases de desarrollo de la enfermedad. Según los datos observados en los estudios en fase II, estas terapias anti-células B no solamente actúan sobre la inflamación, sino que podrían detener su progresión. “Por ello, podemos decir que estamos ante un nuevo paradigma de tratamiento”, apuntó el doctor Montalbán.