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La Fundación Española del Corazón reclama una legislación europea sobre el uso de las grasas trans 

La Fundación recuerda que en Europa apenas existe legislación al respecto e insta a la Comisión Europea (CE) a establecer un marco legal.

10/07/2015

Mientras Estados Unidos ha prohibido el uso de grasas trans en productos alimentarios, Europa aún no cuenta con una legislación específica sobre este tema. Por ello, la Fundación Española del Corazón (FEC) ha recordado que, en 2011 y a través de la European Heart Network, se solicitó a la Comisión ...

Mientras Estados Unidos ha prohibido el uso de grasas trans en productos alimentarios, Europa aún no cuenta con una legislación específica sobre este tema. Por ello, la Fundación Española del Corazón (FEC) ha recordado que, en 2011 y a través de la European Heart Network, se solicitó a la Comisión Europea una regulación en este sentido y que este marco legal aún no ha sido establecido. Por ello, el doctor Leandro Plaza, presidente de la FEC, ha explicado que “el pasado diciembre debería haberse hecho público un informe sobre la presencia de las grasas trans en los productos alimentarios de la Unión Europea. Este documento serviría para determinar qué legislación es necesaria a nivel europeo pero, desafortunadamente, este informe aún no se ha presentado”. Sin embargo, en Estados Unidos, hace solo unas semanas que la Food and Drug Administration (FDA) ha prohibido el uso de las grasas trans.

Esta prohibición, adoptada tras considerar esta sustancia como una amenaza para la salud pública, se aplicará de manera progresiva durante los próximos tres años. Por el contrario, en Europa únicamente existe una directiva que limita la cantidad de ácidos grasos trans en preparados para lactantes y de continuación (no pudiendo superar el 3% de contenido graso total) y solo cuatro países (Dinamarca, Austria, Suiza e Islandia) han establecido un marco legal que obliga a la industria a limitar la cantidad de grasa trans utilizada en productos alimentarios. En esta línea, el doctor Plaza opina que “en una primera fase, la industria debería estar obligada a reflejar en la etiqueta la cantidad de grasas saturadas que contiene el alimento en cuestión, sino a indicar el porcentaje de grasas trans del mismo. De esta manera, el consumidor estaría más informado y podría escoger con más libertad qué alimento quiere consumir”.

Por ello, con el objetivo de facilitar al consumidor una referencia para identificar los productos más saludables e incentivar a la industria a que desarrolle productos menos perjudiciales para la salud, la FEC cuenta con el Programa de Alimentación y Salud (PASFEC). Mediante esta iniciativa, la FEC otorga un sello distintivo a aquellos productos que cumplen los criterios establecidos por el comité científico de la fundación (entre los que se incluye una limitación de la cantidad de grasas trans, según el tipo de alimento) y otro para los productos que representan un beneficio respecto a los de su gama.

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