Durante la cuarta edición de las jornadas formativas CEEM 2.0 se analizaron las amenazas que se ciernen sobre la profesión médica y aquellos que aspiran a ejercerla, incluyendo un completo informe sobre la salud de los estudiantes de Medicina en Cataluña, extrapolable al resto de las CCAA.
Esta mañana se inauguraron las IV Jornadas Formativas 2.0 del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, en la sede de la Organización Médica Colegial. Por estar de vacaciones el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, actuó en su nombre el vicepresidente de la institución, doctor Serafín Romero. Este ...
Esta mañana se inauguraron las IV Jornadas Formativas 2.0 del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, en la sede de la Organización Médica Colegial. Por estar de vacaciones el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, actuó en su nombre el vicepresidente de la institución, doctor Serafín Romero. Este dibujó un cuadro poco prometedor para la profesión médica y para aquellos que se preparan para ejercerla en los próximos años. Según sus estimaciones, el hecho de que sólo se dedique el 6,1% del PIB a gasto sanitario, ha hecho que crezca la precariedad en el colectivo asistencial. Con esa cifra, aseguró Romero, España se sitúa a la cola de las naciones del mismo rango comparativo dentro de la OCDE. Siendo una situación que todavía podría agravarse más si el país se pliega a las exigencias comunitarias europeas, con una reducción de dicho PIB hasta el 5,3%, nivel incompatible con una asistencia sanitaria digna de tal nombre. Acompañó al vicepresidente de la OMC el director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Carlos Moreno, quien dio a los estudiantes la buena noticia de que la prueba MIR se ajustará finalmente a sus reclamaciones del último año. En ese sentido, el presidente del CEEM, Juan Pablo Carrasco, estudiante de tercero de Medicina en la Universidad de Castilla La Mancha, se mostró satisfecho porque finalmente la autoridad sanitaria estatal ha concedido a los futuros médicos decidir su destino formativo desde el primer momento en que aprueban el MIR. En otro aspecto, sin embargo el vicepresidente Romero no quiso entrar en conflicto con Farmaindustria, pero sí aseguró que no es entendible que el Ministerio de Sanidad haya garantizado no rebajar el presupuesto destinado a nuevos fármacos y, sin embargo, sí se cierna esa posibilidad sobre el colectivo médico, ya bastante castigado durante la crisis.
Otra intervención destacable fue la de la responsable de la Fundación Galatea Ana Mitjans, quien extractó el estudio sobre la salud, estilos de vida y condicionantes académicos de los estudiantes de Medicina, centrado en la salud del estudiante de Medicina en Cataluña, especialmente a través de sus itinerarios MIR por los distintos servicios hospitalarios. Según Mitjans, el colectivo de estudiantes y residentes componen un grupo de alto riesgo para ciertas variables que pueden afectar seriamente a la Salud. Inicialmente se trata de personas que fuman menos que la población general, aunque esto no se da en la ingesta de alcohol, que puede crecer según avanza la residencia. Durante el primer año de la misma, suele coincidir casi siempre con el cese de toda actividad deportiva, incurriendo igualmente en notables déficits de sueño, no siendo extrañas las agudizaciones de los casos de Neuroticismo y Extraversión; fenómenos que pueden alimentar un estado de insatisfacción general dirigida contra las prácticas y la docencia en general. Dentro de este cuadro de agotamiento general frente a los estudios, se puede llegar al autoconsumo de sustancias legales o ilegales como el cannabis o los tranquilizantes y la manifestación de ciertos trastornos psicopatológicos. Por todo ello, la responsable de la Fundación Galatea recomendó que estén alerta los respectivos tutores de los hospitales y que, igualmente, se proceda a realizar la detección precoz de cualquier problema serio desde los servicios de Salud Laboral.
Otra reclamación clásica de los estudiantes y residentes es que sean debidamente formados para gestionar las emociones que se producen en el trato con el paciente. En ese terreno, la comunicación de malas noticias, inevitable en determinados momentos de la vida hospitalaria. Todo ello, sin olvidar la necesaria formación para saber reaccionar frente a las agresiones que pueden producirse durante la práctica clínica.
PIE DE FOTO: Ana Mitjans, responsable de la Fundación Galatea; Nina Mielgo, Fundación Colegio de Médicos para la Cooperación Internacional; Domingo Antonio Sánchez, vicepresidente de Asuntos Externos del CEEM; y Juan Pablo Carrasco, presidente del CEEM