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Antidepresivos y riesgo de fracturas en la menopausia

Es muy conocido que en la menopausia, debido al rápido descenso de la producción de estrógenos, hay un factor de riesgo para la osteoporosis, ya que los estrógenos son necesarios para la activación de los osteoblastos, que son las células formadoras del hueso.

27/07/2015

Además en la menopausia, se dan una serie de trastornos que afectan al conjunto del metabolismo de la mujer, entre ellos: sofocos, sudoración, angustia, además del mayor riesgo de osteoporosis, cuya consecuencia, es un mayor riesgo de fracturas. En resumen, hay alteraciones fisiológicas que con frecuencia se transforman en alteraciones ...

Además en la menopausia, se dan una serie de trastornos que afectan al conjunto del metabolismo de la mujer, entre ellos: sofocos, sudoración, angustia, además del mayor riesgo de osteoporosis, cuya consecuencia, es un mayor riesgo de fracturas. En resumen, hay alteraciones fisiológicas que con frecuencia se transforman en alteraciones psicosomáticas, pero en algunos casos, si no hay un buen equilibrio emocional, apoyo y comprensión del entorno familiar, puede conducir a un proceso depresivo. Por este motivo, en ocasiones, al inicio de la menopausia para aminorar sus molestos efectos iniciales, se prescribe algún antidepresivo, aunque en general este tratamiento, suele ser por breve tiempo. 

Por otro lado, las mujeres, como también los hombres, con el envejecimiento y sus efectos asociados, que se van sucediendo con los años: problemas familiares, jubilación, pérdida del cónyuge, estrecheces económicas en momentos de crisis o sentimiento de exclusión social entre otros, pueden desencadenar también una depresión, que se trata generalmente con antidepresivos.

Los antidepresivos, desde un punto de vista farmacológico, se agrupan en varias familias, siendo las más importantes: antidepresivos tricíclicos; tetracíclicos; IMAO; SNRI y SSRI. Precisamente los SSRI (Specific Serotonin Reuptake Inhibitors) es decir, inhibidores específicos de la recaptación de serotonina, son de los más usados para tratar los síntomas en la menopausia. Su acción es elevar los niveles de serotonina (cuyo descenso es una de las principales causas desencadenantes de la depresión). Los fármacos más utilizados de esta familia son: fluoxetina, paroxetina, sertralina, fluvoxamina, citaloproam y escitalopram.

Pero este tipo de antidepresivos está contraindicado en la menopausia, en casos de tratamientos largos, ya que los niveles altos de serotonina, actúan sobre los receptores de serotonina que hay en los osteoblastos (células que forman el hueso), inhibiendo su diferenciación y cuya consecuencia es, que aumenta el riesgo de osteoporosis. Hasta ahora esto era un tema “teórico”, sólo demostrado en ratas, peroacaba de publicarse un trabajo siguiendo a 137.000 mujeres que iniciaron el uso de antidepresivos entre los años 1998 al 2010.

Los estudios de la densitometría ósea demostraron que las que tomaron fármacos del grupo de los SSRI, tenían un índice de riesgo de fractura de 1.76 (es decir un 76% más de riesgo) en relación a las que no los tomaban. La conclusión es, que a las mujeres menopáusicas a las que se les deba prescribir antidepresivos, no deben ser del grupo de los SSRI. 

Finalmente recordar que el metabolismo de todos los antidepresivos está regulado por enzimas, que a su vez dependen de genes que pueden tener mutaciones.La Farmacogenética es una importante ayuda para establecer de forma personalizada el medicamento más adecuado y su dosis, con el fin de evitar efectos adversos o fallos terapéuticos.

Dr. Juan Sabater-Tobella
European Specialist in Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (EC4)
Presidente de Eugenomic®

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