La técnica posibilitará el uso de células autólogas para curar la artrosis en pacientes de edad avanzada.
Aunque actualmente no existe ningún tratamiento eficaz para detener la progresión de la artrosis, las terapias celulares basadas en células alogénicas están ofreciendo resultados prometedores. Sin embargo, la necesidad de donantes jóvenes de médula ósea para el aislamiento de células madre funcionales supone una limitación. Ahora, un equipo de investigadores ...
Aunque actualmente no existe ningún tratamiento eficaz para detener la progresión de la artrosis, las terapias celulares basadas en células alogénicas están ofreciendo resultados prometedores. Sin embargo, la necesidad de donantes jóvenes de médula ósea para el aislamiento de células madre funcionales supone una limitación. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de York ha desarrollado una técnica para rejuvenecer las células madre mesenquimales (MSC) de los pacientes de edad avanzada, que son los que más sufren con la progresión de la enfermedad.
El concepto deriva de la capacidad de regeneración tisular observada en los tritones y otros animales capaces de restituir órganos enteros tras una lesión, proceso que frecuentemente requiere la desdiferenciación de células maduras en un blastema mesenquimal condensado, a partir del cual se desarrolla el nuevo tejido. Las células somáticas humanas no se pueden regenerar de este modo, siendo la diferenciación un proceso irreversible en condiciones fisiológicas. Con la nueva técnica es posible mimetizar in vitro la formación del blastema a través de la generación de condensados tridimensionales de MSCs.
Los científicos lograron identificar los entornos de crecimiento tridimensional óptimos para la desdiferenciación de MSCs viejas en células similares a las del meso-endodermo, lo cual resulta en la reversión de los caracteres asociados a la edad en el tejido, tales como hipertrofia celular, y capacidad de regenerarlo organizadamente. El control de la autofagia, o mecanismo de reciclado de los componentes celulares, parece ser clave en todo el proceso. En un siguiente paso, los científicos planean identificar el estímulo adecuado para la reparación del daño tisular en la articulación.