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Avanza el desarrollo de biomarcadores para el cáncer de ovario

Una nueva técnica espectrométrica identifica y cuantifica N-glucanos tumorales difíciles de detectar por otros métodos.

21/09/2015

Una de las principales causas de la elevada mortalidad del cáncer de ovario es la dificultad de detectarlo en estadios tempranos. Es conocido que las metástasis producidas por este tipo de cáncer se asocian a errores de glucosilación, un proceso bioquímico consistente en la adición de moléculas de azúcar en ...

Una de las principales causas de la elevada mortalidad del cáncer de ovario es la dificultad de detectarlo en estadios tempranos. Es conocido que las metástasis producidas por este tipo de cáncer se asocian a errores de glucosilación, un proceso bioquímico consistente en la adición de moléculas de azúcar en determinadas posiciones aminoacídicas de las proteínas. Esta modificación altera diversos procesos celulares pero, con los métodos actuales, es difícil encontrar diferencias cuantitativas entre el grado de glucosilación de las proteínas de las células tumorales y el de las sanas.

Ahora, investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte han desarrollado una tecnología altamente sensible de espectrometría de masas con la capacidad de detectar esas diferencias a lo largo de los diferentes estadios del cáncer de ovario. El procedimiento consiste en marcar los N-glucanos aislados de proteínas plasmáticas de los pacientes con grupos hidrofóbicos de hidrazida, según el protocolo INLIGHT para la potenciación de la ionización por electrospray. El análisis define 68 relaciones de carga de glucanos y 4 N-glucanos específicos cuyos niveles se asocian a los estadios II, III y IV de la enfermedad.

A diferencia de los biomarcadores convencionales, las diferentes concentraciones de cada uno de ellos varían en los diferentes estadios, de manera que una combinación de valores de cada biomarcador define cada estadio. El método es lo suficientemente sensible como para detectar diferencias del 17%, cuando los métodos tradicionales sólo detectan diferencias del 100%. En opinión de los autores, los hallazgos pueden tener importantes implicaciones, tanto en el entendimiento del cáncer de ovario como en su diagnóstico y tratamiento.

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