Investigadores del VHIR han demostrado que la hormona GLP-1 y sus análogos administrados tanto por vía subcutánea, que es la ruta de administración habitual para tratar la diabetes, como por colirio, evitan la neurodegeneración de la retina.
Investigadores del grupo de Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) han descubierto que la administración en forma de colirio de uno de los tratamientos empleados contra la diabetes tipo 2 permite prevenir la retinopatía diabética. Se trata de los fármacos agonistas del receptor de la hormona ...
Investigadores del grupo de Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) han descubierto que la administración en forma de colirio de uno de los tratamientos empleados contra la diabetes tipo 2 permite prevenir la retinopatía diabética. Se trata de los fármacos agonistas del receptor de la hormona GLP-1, que son utilizados habitualmente en la práctica clínica por vía subcutánea para ayudar al páncreas a producir más insulina. El estudio ha sido publicado en la científica Diabetes.
Antes de que se puedan detectar las alteraciones microvasculares típicas de la retinopatía diabética con las pruebas oftalmológicas rutinarias, la retina sufre un proceso de neurodegeneración que prácticamente es asintomático. Para prevenir y/o tratar esta neurodegeneración de la retina causada por la diabetes, los investigadores del VHIR seleccionaron el receptor de GLP-1 como diana terapéutica, dado que es un conocido neuroprotector del sistema nervioso central. Este receptor se había detectado previamente en la retina de animales, pero hasta este estudio nunca se había analizado su expresión en humanos.
“Hemos identificado por primera vez la presencia de receptores del GLP-1 en retina humana y que los pacientes con diabetes lo producen en menos cantidad”, explica el Dr. Rafael Simó, investigador principal del estudio. Esto, añade, “nos permite plantear un tratamiento sustitutivo con un agente natural que ya se produce en la propia retina y que en la diabetes está disminuido”. Para llevar a cabo el análisis, los investigadores compararon la presencia de esta hormona en la retina de 8 donantes con diabetes y 8, sin.
El siguiente paso de los investigadores fue evaluar en un modelo murino de diabetes los efectos del GLP-1 y sus análogos en el proceso de neurodegeneración de la retina, administrados por ambas vías: por vía tópica ocular, como colirio, y por vía subcutánea, tal y como ya se administran en muchos pacientes con diabetes tipos 2. Como resultado, los efectos neuroprotectores observados fueron similares en las dos vías de administración.
El Dr. Simó destaca que “el efecto neuroprotector se produce al margen del efecto hipoglucémico del tratamiento, la cual cosa permite administrar estos fármacos en forma de colirio”. La administración del tratamiento por colirio abre la puerta a su uso en los pacientes en los cuales estos fármacos no estén indicados para bajar la glucemia, ya que por colirio no tiene efecto hipoglucémico; estos pacientes son los que tienen diabetes de tipo 1, ya que no producen insulina, y en los pacientes con diabetes tipo 2 que presenten efectos secundarios con la administración subcutánea de estos análogos de GLP-1.
Ahora los investigadores han iniciado los estudios de preclínica regulatoria para poder iniciar un ensayo en pacientes diabéticos. Su objetivo es demostrar los beneficios añadidos de estos tratamientos, que ya están desde hace años en el mercado y, por lo tanto, no hay dudas en cuanto a su seguridad.