En estas fechas de excesos festivos de diversa naturaleza, HM Hospitales ha puesto voz al mundo sanitario para recordar el efecto dañino que provoca en consumo de Cannabis en los más jóvenes, recordando que las unidades especializadas de los hospitales están ahí para dar respuesta a los casos más graves.
La unión de las familias afectadas y las unidades especializadas ayuda a reducir el consumo de Cannabis (Tetrahidrocannabinol, THC) entre los más jóvenes. Siendo estos los más expuestos a sufrir un mayor daño por dicho consumo. Como se recordaba este martes, 29 de diciembre, desde el servicio de Psiquiatría y ...
La unión de las familias afectadas y las unidades especializadas ayuda a reducir el consumo de Cannabis (Tetrahidrocannabinol, THC) entre los más jóvenes. Siendo estos los más expuestos a sufrir un mayor daño por dicho consumo. Como se recordaba este martes, 29 de diciembre, desde el servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica de HM Hospitales, todavía se mantienen muchos mitos en relación a esta droga ilegal, que debe ser combatidos con los datos, muchas veces altamente preocupantes, que arroja la realidad. Efectivamente, y según el doctor Luis Caballero, responsable del servicio mencionado, la dinámica de maduración cerebral y personal, propia de la población de menos de 20 años, es muy sensible a las consecuencias negativas del consumo de cannabis. Estos efectos se traducen en un deterioro de capacidades cognitivas como la memoria, la capacidad de atención y el aprendizaje. Acentuando los riesgos cuando el consumo se inicia en la adolescencia. Apareciendo cuadros como el "Síndrome amotivacional", o esa característica apatía o desinterés general por todo lo que le rodea, en muchos casos, al consumidor de porros. Así mismo, dicho consumo acarrea una mayor probabilidad de padecer trastornos psiquiátricos, en personas especialmente vulnerables, como distintos tipos de psicosis, ansiedad o depresión. Todo ello sin olvidar las consecuencias sociales que conllevan los problemas descritos, provocando el fracaso escolar, las dificultades para la convivencia, la irritabilidad inmotivada y la conflictividad. Siendo necesario estar siempre atentos en las familias, los centros educativos y el entorno asistencial a síntomas como la hilaridad extemporánea, las alteraciones perceptivas, la torpeza o lentitud de movimientos, la taquicardia, el hambre o la fatiga, sin que concurran otras posibles causas.
Ante el hecho de que España es uno de los países europeos con mayor consumo de cannabis entre la población adolescente, el primer mensaje de las unidades especializadas en tratar las adicciones es evitar la tentación, mediante una buena comunicación. De ahí que el primer mensaje social a transmitir es que los jóvenes deben evitar probar este tipo de sustancias o, al menos, retrasar su primera vez lo más posible. En esa línea, la psicóloga clínica del Programa de Conductas Adictivas y Patología Dual del Servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica HM Puerta del Sur, Sabrina Sánchez Quintero, aseguró que es mucho lo que puede hacer el medio asistencial ante tantos padres que se preguntan qué hacer cuando descubren que su hijo consume cannabis, sobre todo teniendo en cuenta que la edad de inicio en nuestro país se sitúa entre los 13 y 15 años. Ante esta situación, la especialista recomendó conocer el patrón de conducta en escalada que suele empezar con el consumo de tabaco y alcohol, para pasar a continuación al cannabis, desembocando en el peor de los casos en el uso de otras sustancias todavía más destructivas, como la heroína o la cocaína. Sin embargo, la psicóloga se mostró optimista, al asegurar que las tres etapas no se cumplen en la mayoría de los jóvenes, siendo posible cerrar el ciclo del consumo con la abstinencia y la adopción de hábitos saludables, en los que el deporte puede jugar una función extraordinariamente positiva.
Para no caer en el desánimo, el doctor Caballero recomendó un acercamiento al paciente, o familiar, preguntando de forma comprensiva las razones del consumo. Aprovechando el momento en que la persona esté receptiva para transmitirle la idea, firmemente asentada y avalada por la ciencia actual, de que el consumo de porros en edad temprana supone riesgos importantes para la salud. Recurriendo a la ayuda profesional, en los casos en los que la empatía o el mero consejo no mueva a suspender el consumo en el paciente. En esa línea, el programa de HM Hospitales atiende a pacientes adolescentes con abuso y dependencia del cannabis, mediante tratamientos inspirados en programas aplicados con éxito en otros países europeos. Su abordaje es interdisciplinar y personalizado, incluyendo tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos, con ejes de actuación que también contemplan la posibilidad de que el propio interesado rechace las terapias.
PIE DE FOTO: La edad de inicio en el consumo de Cannabis (marihuana o hachís) en España es de 13-15 años