Son más sólidos, resistentes y duraderos que cualquiera de los materiales actualmente en uso.
Investigadores del Instituto de Ciencias de Materiales de Madrid y de la Universidad Friedrich-Schiller en Jena han desarrollado un proceso que mejora notablemente la calidad de las cerámicas basadas en los óxidos de aluminio y zirconio. El estudio ha sido motivado ante la necesidad de materiales que, además de estables ...
Investigadores del Instituto de Ciencias de Materiales de Madrid y de la Universidad Friedrich-Schiller en Jena han desarrollado un proceso que mejora notablemente la calidad de las cerámicas basadas en los óxidos de aluminio y zirconio. El estudio ha sido motivado ante la necesidad de materiales que, además de estables y biocompatibles, sean también lo suficientemente duraderos para su uso en prótesis dentales y de cadera.
Los materiales poliméricos actualmente utilizados carecen de suficiente resistencia al paso del tiempo y en algunos pacientes provocan inflamación, lo que reduce la duración del implante. Sus propiedades dependen de la calidad de los materiales de partida y de las características del grano que forman. El nuevo proceso utiliza itrio para estabilizar el óxido de zirconio y proporcionarle mayor estabilidad y resistencia a la propagación de fisuras.
En combinación con el óxido de aluminio, utilizado para reducir la fricción, forman un material ideal para la confección de prótesis. Las ventajas de este nuevo nanocomposite son consecuencia de la mayor homogeneidad del material y del menor tamaño de grano, según indican los investigadores en la correspondiente publicación aparecida en la revista Scientific Reports. La elaboración del material requiere la vaporización de sus componentes mediante un láser de dióxido de carbono que alcanza una temperatura de 6000ºC. Al enfriarse, el vapor se solidifica en nanopartículas de 20 nm que son posteriormente sometidas a un proceso de compresión a alta temperatura.
La resistencia a las fracturas y la solidez de las prótesis construidas con el material resultante son el doble y el 50% mayor, respectivamente, que las prótesis convencionales.