Una de las conclusiones del I Simposio Multidisciplinar de la SER, celebrado en Vigo, en el que se reunieron reumatólogos y gastroenterólogos.
Se estima que entre el 30 y 50% de pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal también sufren afectación articular o del aparato locomotor, “siendo la espondiloartritis la manifestación extra-intestinal más frecuente (18-45%), aunque sus características de presentación son heterogéneas”, según puso de manifiesto la Dra. Emma Beltrán, del Servicio de Reumatología ...
Se estima que entre el 30 y 50% de pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal también sufren afectación articular o del aparato locomotor, “siendo la espondiloartritis la manifestación extra-intestinal más frecuente (18-45%), aunque sus características de presentación son heterogéneas”, según puso de manifiesto la Dra. Emma Beltrán, del Servicio de Reumatología del Hospital General Universitario de Valencia, durante el I Simposio Multidisciplinar de la SER, celebrado recientemente en Vigo.
A su juicio, “en los últimos 10 años ha habido un gran avance en el diagnóstico, clasificación y tratamiento de estas patologías. No obstante, todavía hay que constatar un retraso en el diagnóstico de las espondiloartritis de entre 5 y 8 años, ya que los pacientes jóvenes consultan menos y atribuyen los síntomas a otras enfermedades, por lo que, con frecuencia, acuden a otras especialidades, y se produce un retraso en la derivación al reumatólogo”. En este sentido, la Dra. Beltrán abogó por “automatizar las características diferenciales de las espondiloartritis y buscarlas en los pacientes seleccionados”.
En la exploración física, además del examen habitual por órganos y sistemas, hay que incluir una evaluación detallada del aparato locomotor, en el que se debe explorar: el esqueleto axial (columna cervical, dorsal y lumbar), las articulaciones (incluyendo las sacroiliacas), las entesis, la presencia de dactilitis y otras manifestaciones extra-articulares. El síntoma estrella es el dolor lumbar que aparece en pacientes jóvenes menores de 40-45 años, con una duración de más de 3 meses, con inicio insidioso, y que mejora con el ejercicio frente al reposo, y con especial característica de dolor nocturno.
La Dra. Beltrán, insistió en que “es imprescindible favorecer una derivación temprana al reumatólogo, ya que actualmente hay fármacos eficaces que mejoran enormemente la calidad de vida de los pacientes, y disminuyen la comorbilidad”.