La IV Jornada sobre vigilancia de Salud Pública, celebrada en la sede de la OMC, puso de relieve la reducción de recursos humanos y materiales que está padeciendo el sistema de alertas epidemiológicas en España, por la falta de relevo generacional en sus profesionales especializados y la crisis económica largamente lastrada. Un grave problema, si se tiene en cuenta que el 30% de las enfermedades emergentes se deben a transmisión por vectores como, por ejemplo, los mosquitos.
Este jueves, 28 de abril, el Grupo de Vigilancia de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) celebró una jornada centrada en la necesidad de contar con una Red de Vigilancia y Salud Pública que todavía no existe en el país, a pesar de ser un requisito establecido por la Ley ...
Este jueves, 28 de abril, el Grupo de Vigilancia de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) celebró una jornada centrada en la necesidad de contar con una Red de Vigilancia y Salud Pública que todavía no existe en el país, a pesar de ser un requisito establecido por la Ley General de Sanidad (2006). Un déficit a lamentar, si se tienen en cuenta crisis pasadas y presentes como las del Ébola, la Difteria o el virus Zika.
Como directora del Centro Nacional de Epidemiología, Isabel Noguer, animó a que el nuevo gobierno que salga de las urnas en junio próximo tenga la necesaria sensibilidad técnica y científica para dotar al país de una necesaria ley de Salud Pública, al tiempo que las administraciones sanitarias promuevan la integración de los sistemas de información en epidemiología. En cuanto a la dinámica de trabajo, Noguer aseguró que debe realizarse desde una óptica multidisciplinar y multisectorial, partiendo esta última dimensión de los datos aportados desde muchas fuentes (INE, Ministerio de Industria, etc.)
Yolanda Fuentes, directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, apunto a las necesidades de la población como el foco principal de la vigilancia de Salud Pública. En relación a las enfermedades con vectores, asumió que representan un importante reto, dada su mutabilidad. En cuanto a los sistemas de información, Fuentes admitió que las administraciones no pueden ir por detrás de la velocidad a la que se mueve la comunicación en la sociedad civil.
Por parte del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, tomó la palabra la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del MSSSI, Elena Andradas, reconoció la labor que hace la SEE y su grupo de vigilancia a la hora de dar tiempo a la reflexión, algo que muchas veces no es posible por el ajetreo diario. En cuanto a la vigilancia de enfermedades transmisibles por vectores, Andradas reconoció que es un tema muy complejo que requiere el trabajo coordinado desde todas las instancias, públicas y privadas. Una tarea compartida que debe ser acompañada por la monitorización de los riesgos de transmisión patológica. Tras esta explicación, la responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, María José Sierra, señaló España como zona de riesgo para desarrollar casos autóctonos de Zika a través del mosquito tigre.
Especialmente interesante también fue la conferencia de Javier Lucientes, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza. Su charla sirvió para conocer los esfuerzos que hacen los entomólogos, estudiosos de los insectos, en su calidad de vectores de enfermedades transmisibles. Ese es el caso de los mosquitos. Como la variante trigre que hay en el arco mediterráneo y que fue descubierto por primera vez en 2004 en Cataluña. Según detalló Lucientes, su trabajo consiste en controlar los insectos que pasan por los puertos y aeropuertos, para lo que utiliza sistemas-trampa para capturar mosquitos y sus huevos.
Cataluña también estuvo representada, mediante la participación de dos miembros de la Agencia Catalana de Salud Pública, Mireia Jané y Ana Martínez. Mientras que la primera explicó los cauces de colaboración entre los tres niveles de la administración, la segunda detalló casos de arbovirosis experimentados en el territorio, como el Dengue o la Chikungunya o enfermedad del “hombre encorvado”. Por su parte, Martínez habló de 555 casos de Arbovirosis en Cataluña, con esta secuencia temporal y patológica: 2013-2015, Dengue y Chikungunya; Zika en 2016.
Dado que la jornada también habló de prevención, vigilancia y epidemiología de las enfermedades crónicas, Iñaki Galán, miembro del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCiii), distinguió entre dos tipos de factores desencadenantes de las referidas patologías crónicas. Por un lado los factores conductuales (hábitos de vida, dieta, inactividad) y por otro los contextuales (ambiente, situación socio-económica,…).
La jornada se desarrolló en la sede de la OMC, siendo su máximo representante en participar el secretario general del CGCOM (Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos), doctor Juan Manuel Garrote. El mismo explicó que el presidente de la entidad profesional, doctor Juan José Rodríguez Sendín, no pudo estar presente por participar en la asamblea general de la Asamblea Médica Mundial en Buenos Aires (Argentina). Foro internacional en el que hace 2 años, el presidente pudo evitar que se culpabilizara a España por la crisis del ébola. Garrote se refirió a ese episodio como al resultado de las presiones que hizo el gobierno de Liberia al delegado de la OMS en su país para minimizar los casos de infección que posteriormente se dispararon por no actuar a tiempo.
PIE DE FOTO: Carmen Vives, vicepresidenta de SEE; Elena Andradas, directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad; el doctor Juan Manuel Garrote, secretario general del CGCOM; Yolanda Fuentes, directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid; e Isabel Noguer, directora del Centro Nacional de Epidemiología