Se ha desarrollado un marcador clínico para detectar esta patología que afecta al habla en niños de 8 a 10 años.
La profesora de Psicología Básica de la Universitat Jaume I (UJI) Dolors Girbau ha creado un nuevo marcador clínico en lengua castellana para avanzar en la diagnosis de la patología conocida como trastorno específico del lenguaje, que afecta a entre el 6% y el 7% de los niños menores de ...
La profesora de Psicología Básica de la Universitat Jaume I (UJI) Dolors Girbau ha creado un nuevo marcador clínico en lengua castellana para avanzar en la diagnosis de la patología conocida como trastorno específico del lenguaje, que afecta a entre el 6% y el 7% de los niños menores de siete años. Las conclusiones de la investigación con la que se ha validado este nuevo procedimiento para niños y niñas con edades comprendidas entre ocho y diez años se publican en la revista First Language.
El trastorno específico del lenguaje (TEL) incide en las capacidades orales de los niños, tanto a nivel expresivo –vocabulario limitado, estructuras morfosintácticas simples o erróneas, etc.– como de comprensión. Además, suele ir acompañado de un déficit de memoria a corto plazo. “Es fundamental detectar cuanto antes mejor esta patología con objeto de poner en marcha tratamientos adecuados, para lo que también deben descartarse, en primer lugar, posibles déficits de audición y de la capacidad intelectual”, apunta Girbau.
El trabajo dirigido por la investigadora de la UJI consistió en el diseño de un tipo de test, denominado Non-word Repetition Task (NRT), que se administró a 40 niños de Castelló, 20 de ellos como control. “El trabajo de campo consistía en presentar un modelo de palabras ficticias con características especiales –diferente número de sílabas o combinación diversa de fonemas, entre otros– a una muestra infantil, que tenía que repetir cada pseudopalabra”, afirma la profesora. Los participantes infantiles con TEL de 8 a 10 años obtuvieron un porcentaje significativamente inferior de pseudopalabras repetidas correctamente respecto a los controles de igual edad; los errores se incrementaban a medida que aumentaba el número de sílabas de la pseudopalabra. A ambos grupos de estudiantes de primaria se les administró una exhaustiva batería de tests psicolingüísticos, además de un test de inteligencia y audiometrías.
El mismo grupo de investigación publicó, con anterioridad, otros datos sobre esta tarea (NRT) en muestras infantiles hispanohablantes de Nueva York, obteniendo resultados similares. El estudio se realizó en colaboración con el catedrático Richard G. Schwartz del Centro de Posgrado de la Universidad City de Nueva York. Los mencionados trabajos de investigación, en palabras de Dolors Girbau, “demuestran las limitaciones en la memoria de trabajo, a corto plazo, que suele mostrar la población con TEL en varias lenguas, con lo que se presenta un nuevo marcador clínico en lengua castellana. Esta tarea de repetición de pseudopalabras «ayudará también a mejorar el diagnóstico de TEL en la población hispanohablante”, añade.
La profesora de la UJI, Dolors Girbau, con su equipo, también dio a conocer resultados sobre otros marcadores clínicos de TEL, incluyendo estudios de resonancia magnética que demostraron un menor volumen de materia gris o blanca en áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje oral o la lectura. En la actualidad, están trabajando en estudios de resonancia magnética funcional y potenciales evocados, que permitirán seguir avanzando en el conocimiento de las bases neurocognitivas del TEL. Con estos datos, se espera poder mejorar el diagnóstico y tratamiento de esta patología del lenguaje oral, que a veces acaba afectando a la lectura. Precisamente esta comorbilidad fue demostrada en el citado estudio de resonancia magnética, donde se presentaron las bases neuroanatómicas en muestras infantiles con TEL acompañado de déficits de lectura, cuyos resultados se publicaron en Neuropsychologia.