IM MÉDICO #18
CONVERSANDO CON... im MÉDICO | 18 12 Enotros casos, también en elmarcode un estudioobservacional, el acuerdo con el hospital, en lugar de incluir la recogida de datos durante el estudio, contempla la utilizaciónde una base de datos anonimizada generada a partir de los registros históricos de los pacientes. “Estopermiteel accesoadatosdemayor calidadyenma- yor cantidad, facilitando la aplicación de las modernas técnicas de análisis predictivoode inteligenciaartificial. El pasode estemodelo de colaboración a otro que incluya la actualización continua de los datos clínicos de pacientes y su análisis con los métodos adecua- dos, no parece difícil y sin embargo posibilitaría el dar respuesta a numerosas preguntas que tienen todos los actores del sector salud, facilitando el dar un salto de gigante en la mejora de la atención sanitaria prestada a los pacientes de este país” asegura Rebollo. Nuevo enfoque Desde la perspectiva de QuintilesIMS, “no hay otro camino que la medicina centrada en el paciente. El paciente-centrismo es una corrienteque ya llevaaños dedesarrolloen sistemas sanitarios occi- dentales, como el de ReinoUnido. Es de lógicaque enun entornode envejecimientoyaumentodeprevalenciadeenfermedadescrónicas, enel que lamedicinanopuede curar al paciente, pero sí controlar la progresión de la enfermedad y la discapacidad ymejorar la calidad de vida, el paciente-centrismo se estédesarrollandodeunamanera imparable” , defiende Rebollo. La RWE permite conocer lo que experimenta el paciente en el mundo real e incorporar esta visión en la organización de los sistemas sanitarios y en las decisiones sobreprovisiónde servicios sanitarios. Al fin y al cabo somos todos los ciudadanos, que en algúnmomentosomososeremospacientes, quienes sostenemos el sistema con nuestras aportaciones a través de los impuestos que el estado recauda. Es lógico el mayor empoderamiento del paciente y el ciudadano en general con el sistema sanitario y lo que en él se hace. En este camino, las nuevas tecnologías juegan un papel impres- cindible. Tal y como expone el director, “a nadie se le escapa lo complejo del proceso de obtención y anonimización de datos de la historia clínica informatizada. Más aún si tenemos presente que el objetivo es no solo utilizar estos datos, si no lograr la unión con otros registros de información en los que los pacientes dejan rastro: las redes sociales, los registrosde imágenesmédicas, losdispositivos de telemedicina… Las tecnologías posibilitarán a corto plazo la generacióndegrandesbasesdedatos, continuamenteactualizadas, casi a tiempo real, y más aún, posibilitarán su análisis ordenado y continuo generando RWE que soporte la actividad de los actores del sector salud”. Futuro EnQuintilesIMS tienen resueltos los problemas de anonimización de los datos de los pacientes, las tecnologías necesarias para el mantenimiento de grandes bases de datos en actualización permanente y las capacidades de análisis necesarias para la utilización de estos datos. “Lo digo porque lo hacemos enmuchos países de Europa y del resto del mundo; esto es un hecho” , afirma Rebollo. “El problema no está en el lado de las capacidades para resolver los problemas que plantea el acceso a esta información; el problemaestáenel temor de las administraciones sanitarias yotros actores sociales, que prefieren no dar acceso a los datos y tampoco utilizarlosellosmismos.Esestetemorloquehayquevencerysevence desde la propia sociedad. Las administraciones sanitarias son eso, las instituciones que administran lo que nosotros, los ciudadanos, aportamos para cuidar de los enfermos de la sociedad. Y los ciuda- danos españoles no parecenmuy reticentes a la cesión de datos de salud para su uso en investigación”. Segúnuna encuesta realizada por el institutoVodafone centrada en lo que los ciudadanos de países europeos piensan sobre el uso de “Big Data” en diferentes ámbitos de la vida cotidiana, el 86% de los ciudadanos españoles entrevistados se muestran de acuerdo con la recogida y análisis de información de salud de gran cantidad de personas, realizada por instituciones sani- tarias para permitir la mejora en la detección y tratamiento de enfermedades. “Así este problema que impide avanzar a la RWE en nuestro país es, a mi juicio, algo que caerá en el corto plazo, en cuanto la sociedad empiece a demandar el uso adecuado de los datos de salud” , concluye. : La RWE permite conocer lo que expe- rimenta el paciente en el mundo real e incorporar esta visión en la organización de los sistemas sanitarios
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