IM MÉDICO #19

DETERIORO COGNITIVO Y TRASTORNOS MENTALES im MÉDICO | 19 30 dad tanto como les sea posible. Siempre se dice que los mayores en una sociedad son su fuente de sabiduría, de conocimiento. Pues bien, ¿por qué no pueden serlo también las personas con Alzheimer? Se puede aprender de ellos. Yo lo hago cada día”. Retos globales Finalmente, hablamos con la directora médica sobre los principales retos que enfrenta una enfermedad que se ex- tiende como una plaga a nivel global, de la mano del enve- jecimiento de la población que es una realidad en multitud de países. “Se calcula que en 2050 la prevalencia del Alzheimer se habrá duplicado. Para combatir esta enfermedad, necesita- mos que se produzca un cambio social que permita observar al paciente de forma holística, de forma integral. Un cambio en todos los niveles que garantice que tenemos las herramientas para proteger al enfermo y a los cuidadores”. En el plano terapéutico, el gran reto que se presenta ante la enfermedad es el de encontrar nuevas terapias que como mínimo puedan frenar el avance de la enfermedad. Ella misma reconoce que la suya es una especialidad dura, “para empezar, cuando un paciente entra en tu consulta les tienes que decir algo que, como médico, no deberías tener que decirle a nadie: no le puedo curar. Aún no puedo curar”. Sin embargo, también reconoce su dualidad, y que es una especialidad maravillosa, “porque trabajo con pacientes y familias que voluntariamente aceptan todos los riesgos, atraviesan todos los inconvenientes que pueda generar la participación en un estudio, conscientes de que no es para ellos. Lo hago por si mi nieto un día necesita la cura, dicen. En beneficio de otros. Es un regalo”. : Futuro Boada no tiene ninguna duda sobre que se llegará a cono- cer el origen genético de la enfermedad, y se encontrará una cura. “No sé cuándo, pero haremos que el Alzheimer sea historia. De eso estoy segura. Hará falta esfuerzo y una gran visión de futuro. Nosotros la tuvimos hace veinte años, cuando apostamos por empezar a crear un banco de muestras de ADN, lo que nos permite ahora tener uno de los biorepositorios más grandes de Europa de un solo centro”. Esto les ha permitido formar parte de diferentes consorcios como Neurocharge o IGAP, que son consorcios internacionales de genética en demencias, así como participar en el descubrimiento de nuevos genes relacionados con la enfermedad. En opinión de la doctora, la genética y la biología molecular juegan un papel clave en todos estos avances, porque se trata de llegar a conocer la función final de los genes y de diseñar fármacos a medida. Atención al enfermo El modelo de atención al enfermo de Alzheimer debería ser uno que contemple a la persona en global, holísticamente. En palabras de Boada, “un modelo que no excluya las excep- ciones, sino que se adapte a ellas, en el que el paciente sea el centro neurálgico del sistema que se articulará en torno a él para ayudarle a mantener unas condiciones de vida dignas y a mejorar su calidad de vida”. Por lo que respecta a la sociedad, la doctora reclama respe- to, atención, cuidado. Recuerda que “es importante tomar conciencia plena de que la persona con Alzheimer no deja de ser persona. La vida no deja de ser vida para ellos. Sienten y padecen como nosotros, son más sensibles a las muestras de cariño…Merecen, como cualquier persona, tener a su alcance las mejores condiciones para desarrollar una vida digna, con- fortable y activa. Que puedan seguir participando de la socie- “Es importante tomar conciencia plena de que la persona con Alzheimer no deja de ser persona” No todo es memoria No todos los casos de Alzheimer empiezan con problemas de memoria. En algunas situaciones, los cambios en la conducta pueden preceder a la enfermedad antes de que los problemas de memo- ra aparezcan. Recientes investigaciones, presentadas en el XXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psicogeriatría (SEPG) y el Congreso de la Aso- ciación Europea de Psiquiatría Geriátrica- Euro- pean Association of Geriatric Psychiatry (EAGP) celebrado en febrero, destacan que si una persona mayor tiene cambios de carácter, se irrita más o deja de hacer las cosas que hacía antes sin justi- ficación, pueden ser síntomas de desarrollo de la enfermedad. “Es importante que se tomen decisiones que amparen a los pacientes y a sus familias”

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