IM MÉDICO #19

im MÉDICO | 19 35 S i en algo coinciden los expertos en psiquiatría, es en el cambio de visión y de tratamiento de las enfermedades mentales que habido en los últimos años. Según JoséMa- ríaGarcía-Alberca , médicoespecialistaenneurociencias ydirector del Servicio de Psiquiatría y la Unidad de Demencias del Instituto AndaluzdeNeurocienciayConducta , lasdemandas terapéuticasde la poblaciónhan idomutando considerablemente en los últimos años: “Ahorasetiendeaconsultar,ademásdeporloscuadrosclínicos más tradicionales comoson ladepresión, los trastornosdeansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, la esquizofrenia o el consumo de sustancias, por otros problemas que aparecen como consecuencia de unamenor tolerancia al sufrimiento por parte de las personas” . Trastornos y desigualdad de ingresos Varios estudios científicos evidencian una relación entre el aumento de los trastornos mentales con el crecimiento de las desigualdades. Un estudio publicado en la revista Journal of Epi- demiology&CommunityHealth muestra la relación entre percibir preocupaciones económicas y padecer episodios dedepresióno de ansiedad. Por su parte, otra investigación publicada en 2012 en el European Journal of Public Health aporta datos relevantes: el 28,9% de los españoles que acudía a un centro de salud en 2006 sufríadepresión,mientras queenplena crisis eseporcentaje había escalado hasta el 47,5%. “En la actualidad se puede afirmar que la presencia de trastornos mentales se ha visto incrementada de manera significativa. En nuestro país, según datos del Instituto NacionaldeEstadística,másdel20%delapoblaciónadultapresenta riesgo de mala salud mental, cifra que se acrecienta a medida que avanza la edad. Además, el porcentaje de pacientes en los centros deAtenciónPrimariaconunademandadeasistenciapsicológicaes “Es necesario generar acciones que propicien el conocimiento y la reflexión social sobre el Al- zheimer, y sobre cómo afecta no sólo a los pacientes, sino a sus familiares y cuidadores” de alrededor del 30 %”, apunta este especialista en neurociencias. Por lo tanto, la coyuntura económica es un factor de riesgo que ha disparado los casos de patologías relacionadas con la salud mental. Así lo revelaestedoctor: “Lacorrelaciónentrelaprevalencia de laenfermedadmental y ladesigualdadde ingresos sitúaaEspaña anteunaposibleepidemiaqueafectea lapsique”. Asimismo , García- Alberca también menciona un dato interesante al respecto: “Ser pobre y vivir en una zona rica puede resultar más dañino para la salud que ser aún más pobre pero vivir en una zona de extrema miseria. Una baja condición social conlleva una baja autoestima y una autoevaluación negativa. La desigualdad económica favorece elaumentodetrastornosmentalesycontribuyeacrearunasociedad ansiógena, estresada y frágil”. Cooperación entre profesionales Este profesional de la psiquiatría aboga por el abordaje de las patologías de la psique de una forma multidisciplinar; siendo indispensable la cooperación con los demás profesionales. Por este motivo, considera que la psicología y la psiquiatría deberían ir siempre de la mano, algo que “afortunadamente es cada vez más habitual”. Según García-Alberca, ambas disci- plinas coinciden en que el objetivo es el tratamiento de los trastornos mentales de tal forma que tanto psiquiatras como psicólogos clínicos convergen en gran medida. Las diferencias radican –como así destaca– “enque los psiquiatras con frecuencia no están suficientemente formados para utilizar con destreza los tratamientos psicológicos ni los instrumentos diagnósticos desa- rrollados por la investigación psicológica, ni el psicólogo posee la capacidad legal de utilizar los recursos psicofarmacológicos. A pesar de ello, en la actualidad se reconoce desde ambas partes

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