IM MÉDICO #21

im MÉDICO | 21 13 Más allá de la asistencia: el poder del entorno (2) Tabla 5: Principales causas de muerte en distintas áreas urbanas de la ciudad de Baltimore (2002-2006). “La estratificación para mejorar los procesos de los cuidados”, según Chris Forrest. El entorno como constrictor o potenciador de salud En su análisis, Carles Illa analizó las expectativas de vida medida en años, dentro del área urbana de Baltimore (Ma- ryland, EEUU), durante el periodo 2002-2006. La ciudad norteamericana es bien conocida mediante la división en áreas estadísticas comunitarias (CSAs) que las autoridades establecieron, dadas las dificultades censales que existían ante las divisiones poco nítidas de las complejas conurba- ciones urbanas. El servicio municipal estadístico de Baltimore estableció 55 áreas estadísticas sobre múltiples recursos con objeto de recabar amplia información sobre la ciudad de manera consistente en el tiempo. Con la agrupación en CSAs, áreas comunitarias con fines estadísticos, dada la falta de límites definidos entre los más de 270 barrios y las dificultades que implicaban a efectos poblacionales. Con el paulatino crecimiento de la urbe los habitantes quedaban situados en otros barrios o, simplemente, estos cambiaban de nombre. Circunstancias que se controlan a efectos poblacionales con la superestructura de las CSAs. En lo referente al seguimiento de las variables poblacionales, el sistema permite conocer de manera fiable en el tiempo el estado de la población en los barrios. Cada variable supone un volumen de información homogénea sobre la calidad de vida y el estado general de salud de los ciudadanos. Con estos bloques de datos, las autoridades municipales pueden adoptar medidas concretas y progresivas para mejorar aque- llos factores que incidan negativamente en el bienestar de las distintas áreas comunitarias. Siendo un sistema notable- mente eficaz en términos de salud pública. Como se observa en la tabla 4, la esperanza de vida es distinta en las diferentes CSAs de Baltimore. Las zonas se distribuyen en saltos de cinco años, tomando como punto de corte los 75 años de edad. De esta forma, los intervalos van desde los 62,5 a los 66,5 años, en su tramo más bajo, a los 69,6-71,5, en el medio de la tabla, y los 75,7 y los 82,9 años el tramo más alto de esperanza de vida. Con ello, se aprecia que los habitantes que más viven en el condado de Baltimore son los que tienen su residencia en las dos orillas del río Patapsco, en la Bahía de Chesapeake, dentro de las CSAs 29 y 5, con otra excepción al oeste de la ciudad (12) y otras dos al noreste (31 y 25). También registraron las más altas cotas de esperanza de vida las áreas estadísticas del noroeste residencial, situadas en las CSAs 18, 11, 38, 22 y 39. En el otro extremo, las zonas socioeconómicamente más deprimidas, se distribuyen alrededor del centro geográfico de la ciudad (23, 51, 47, 46, 53, 24, 36, 33 y 52), alrededor de la citada bahía, con otras dos CSAs periféricas también muy deprimidas (7 y 45), ajustándose al modelo de deterioro que afecta a la mayoría de las almendras centrales de las ciudades norteamericanas, caracterizadas por sus deficientes equipamientos asistenciales y dotacionales, además de sus mayores tasas de inseguridad y criminalidad. En ese estudio comparativo, las áreas es- tadísticas más deprimidas y con tasas más altas de mortalidad se ejemplifican con los datos recogidos en Jonestown y Oldtown, al tiempo que los barrios con mayores índices de esperanza de vida se detectan en los barrios de las CSAs pertenecientes a las zonas de Poplar Hill y Roland Park. (Tabla 5) Corazón, cáncer, homici- dios y septicemias Dando continuidad a las conclusiones de Christ Forrest, transmitidas por Carles Illa, pueden identificarse diferencias urbanas en las principales tasas de mortalidad. En la gráfica aneja (Tabla 5), se observan las Innovación tecnológica, transparencia, acceso a la información y mimetismo con otros servicios aumentan las necesidades asistenciales

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