IM MÉDICO #24

im MÉDICO | 24 35 o el colesterol. “Existen numerosas campañas para concienciar a la poblacióndetodosestosaspectos” , recuerda, yaseguraque, entodo caso,“ el mensaje es sencillo: la prevención es lo primero” . Tambiénse lesexplicaque, encasodequeocurra, hayque llamar al 112loantesposible,yaque “cuantoantessolicitemosayudasanitaria, másposibilidadestenemosderecuperarnosdelictus” .JoséMaríaPons recuerda tambiénque se trata de una enfermedad estrechamente relacionada con los problemas cardiovasculares, es decir, aquellas enfermedades “que ocurren en los países más desarrollados debido fundamentalmente a los hábitos de vida sedentarios, la dieta rica en grasas animales y el estrés”. Todos estos factores conducen a un aumentode laprevalenciade lahipertensiónarterial, ladiabetes, la dislipemia y la fibrilación auricular, “que son los factoresmás impor- tantes que seasociaciónaestos trastornos vasculares” . Sin embargo, añade Pons, “el factor de riesgomás importante es laedad, por loque el envejecimiento de la población en los países desarrollados es sin duda el principal causante del aumento de su incidencia junto a los mencionados factores de riesgo vascular”. Prevención primaria Las previsiones pasan por que la incidencia del ictus siga aumen- tando en los próximos 25 años: “Mientras no se invierta la pirámide denatalidadysigaelenvejecimientoprogresivodelapoblación,junto alaumentopreocupantedelaobesidadinfantilennuestroentorno,la expectativaesunincrementoparalelodelictusydetodoslosproblemas cardiovasculares” . El experto no pasa por alto que, en las consultas, existepoco tiempopara informar a los pacientes y a las familias. “Es un temavital quedebemos abordar en la sociedad, porque lapreven- ciónprimaria es lamás importante” . “Cuando la enfermedad ha sobrevenido, lo que nos queda es realizar unexhaustivoestudioparaconocerelperfilderiesgodedichopaciente, ytratartodosaquellosfactoresderiesgoidentificadostantoconmedi- cación como cambios en el estilo de vida” , afirma Pons. Las secuelas más frecuentesdeun ictus, añade, son losproblemasdemovilidad, como las hemiparesias, “que precisan ayudas físicas como trípodes, andadores o sillas de ruedas hasta enun 20%de los casos”. Investigaciones También son muy frecuentes los trastornos del lenguaje, con difi- cultad para la expresión o la comunicación. Y, “aunquepuedepasar desapercibido inicialmente, hasta uno de cada tres pacientes que hansufridoun ictuspresentaalteracionesneuropsicológicas, quevan desde ladepresión, laansiedado laangustiahasta el embotamiento, dificultadparamantener laatencióny concentración, loque también repercute de forma considerable en la vida de los pacientes y en la de sus familiares, además de a nivel laboral” , apunta Pons, que explica que recientemente esto se ha podido comprobar en un estudio realizado en el hospital valenciano. Además de ensayos clínicos en fase III, el centro hospitalario tiene abiertasdoslíneasdeinvestigaciónrelevantesenelserviciodeNeu- rología. Por un lado, lamejora de todo el proceso del paciente con fibrilaciónauricular, que incluye tantoelmanejo terapéutico como todo el circuito asistencial del paciente. Y, por otro, la aplicación del big data “a toda nuestra experiencia de tantos pacientes y tantos añosdetrabajoregistradosennuestrabasededatos,loquenospuede “El tratamiento endovascular ha supuesto un cambio drástico” De la rehabilitación tras un ictus, José María Pons dice que es un concepto realmente muy amplio: “Im- plica no solo hacer ejercicio de una parte del cuerpo que ha perdido movilidad, sino que persigue identi- ficar todos aquellos aspectos de la persona que han quedado alterados a consecuencia del ictus, y que precisan ser tratados con el objetivo de intentar in- tegrar al máximo y de forma global al paciente a su vida previa, tanto a nivel laboral, como a nivel per- sonal y familiar”. No pasa por alto, además, el alto porcentaje de re- cuperación que se consigue con el tratamiento endo- vascular, que “ha supuesto un cambio drástico en el abordaje del ictus agudo, ya que el porcentaje de re- cuperación sin secuelas prácticamente puede llegar al doble, con la importante repercusión que eso tiene en la vida del paciente y de sus familiares, además del consiguiente ahorro en gasto sociosanitario que supone”. Al respecto, explica que la idea es sencilla: “Se trata de extraer el coágulo que tapona la arteria que está produciendo la isquemia, por lo que al devolver la circulación a su estado normal, conseguimos evitar o minimizar el tejido cerebral infartado. La dificultad viene en la sistematización de la asistencia, para que el procedimiento se lleve a cabo dentro de un periodo ventana o periodo de tiempo en el que el tejido cere- bral aún se puede salvar de la isquemia”. Una circunstancia que implica una cadena asisten- cial muy bien coordinada, desde la identificación del paciente con ictus generalmente por el médico de guardia o el 112, hasta su traslado a la sala de radiología vascular intervencionista con todas las pruebas realizadas y un equipo experimentado de profesionales que pueden llevar a cabo el procedi- miento. “Esto es realmente lo difícil de implementar en un sistema sanitario como el nuestro, en el que por un lado se quiere garantizar un acceso equitativo a toda la población, pero en la que la limitación de recursos impide poder disponer de estos equipos en todos los centros”, dice Pons, que explica que precisamente es lo que ocurre en el Hospital General de Valencia: “Llevamos años trabajando para poder implementar un equipo de radiología vascular intervencionista que pueda intervenir en casos urgentes, pero por el momento nos tenemos que coordinar con el Hospital Clínico y la Fe para remitir a los pacientes allí fuera del horario de mañanas en día laborable”.

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