IM MÉDICO #33
GINECOLOGÍA Y FERTILIDAD im MÉDICO | 33 38 Sánchez, además, insiste en la importanciadeque la vía RICAesté basada en la evidencia científica. “En cirugía, en ocasiones, hay muchos hábitos, mucha rutina que va pasando de uno a otro por tradición, peroenestavíaclínica todos los elementos estánbasados en una evidencia científica: se llevan a cabo porque hay un motivo justificado en un estudio que así lo hace ver” . El proyecto Imprica, en este sentido, trata de vencer las barreras de la resistencia al cambio. Resistencia al cambio “Su implementación implica cambiarmuchas dinámicas dentro de los propios hospitales y de las rutinas -apunta Sánchez-. Requiere esfuerzo además. Es un cambio de paradigma y de mentalidad absolutamente impresionante y eso cuesta, pero la evidencia está completamentea favor y, dehecho, ademásde lavíaRICA, hayotras vías oncológicas que también siguen estas perspectivas”. Dice entender que exista esa resistencia al cambio pero tam- bién lo contrapone al esfuerzo que se ha hecho para conseguir implantarla en Vall d’Hebron: “Ahora lo miramos con perspectiva y ha sido duro y difícil, pero estamos contentos con los resultados e incluso hemos hecho una encuesta a nuestras pacientes en la que el 80% ha dicho que estaban satisfechas”. Al tratarse de una serie de estrategias que precisamente buscan el confort del paciente, “les evitasunaseriedeprocedimientosqueno teníanningúnsentido y están comodísimas. Se levantan y se recuperan antes e incluso pueden empezar sus tratamientos conmejor calidad de vida”. Menos errores Más razones para que la vía RICA se haya generalizado a nivel mundial (en inglés, ERAS por Enhanced Recovery After Surgery ) y en España. “A pesar de que hay mucha gente dispuesta a implan- tarla, hacerlo no es tan sencillo porque hay que cambiar muchos hábitos anclados, pero los servicios se van instaurandopocoapoco y de manera pausada. Además existe un gran interés por parte del Ministerioyde las consejerías en llevar acaboesta implementación”. Dehecho, Sánchez Iglesias aseguraque lavíaRICAacabará siendo lanorma comoya loes en launidaden laque trabaja.“ Nosotros ya no hablamos de pacientes de la vía RICA; con todas las pacientes se sigueesteprotocolo. Sinexcepción. Hemosabandonado loshábitos antiguos y no hay distinciones en la unidad de ginecología”. No hay marcha atrás y, además, en el tratamiento quirúrgico de la ginecología oncológica es la última tendencia. “Cuando estandarizas un protocolo tienes tendencia a disminuir la va- riabilidad de la práctica clínica y, por tanto, es más segura, hay menos errores y menos equivocaciones porque todo el mundo sigue unos procedimientos”. Sánchez también pone de mani- fiesto la seguridad que aporta el hecho de que disminuya la variabilidad clínica en la seguridadpara el paciente, un aspecto que desde 2009 es prioritario en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Centro de excelencia Con los buenos resultados conseguidos, la Vía RICA está empe- zando a implantarse también en cirugía colorrectal, torácica y en urología. “Nosotros fuimos lospionerosporque tenemos eseestudio randomizado y también hemos participado en el grupo español en la realización de un protocolo de vía RICApara ginecología oncoló- gica” , apunta Sánchez, que de hecho coordinará la vía RICA para la especialidad en el GERM. En este sentido, el plan Imprica contempla que, en cada pro- cedimiento específico, se incorporen aspectos particulares para mejorar el trabajo interdisciplinar, así como la creación de centros de excelencia en recuperación intensificada. La unidad de Ginecología Oncológica de Vall d’Hebron aspira a ser uno de ellos. Para ello, se recopilan los resultados clínicos en una base de datos del GERM denominada Castor. “En septiembre de este año nos evaluarán para ver si cumplimos todos los elementos que nosotros decimos que hacemos y, si es así, pasaríamos a ser centrode excelencia”. Si se consigue, la unidadde Ginecología Oncológica, como centro de excelencia, podrá ser centro formador en el propioVall d’Hebron, permitiendo así que el resto de servicios accedan al protocolo, o de otros hospitales. “Es muy importante que estemos en esa línea”, remarca Sánchez. Esa base de datos también permite evaluar los resultados que se van obteniendo. “El cambio ha sido espectacular desde que empezamoshastaahora, con resultadosqueantesdesconocíamos. En el último control, la estanciamediade toda laginecología erade cuatro días y, en cáncer de ovario avanzado, de cinco días. Hemos bajadohastadosdíasmás enpacientesque llevanuna laparotomía xifo-púbica” , valora Sánchez. :
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