im MÉDICO | 53.2 28 Los dermatólogos cuentan cada vez más con diferentes alternativas para abordar la psoriasis y la dermatitis atópica En los últimos años se han producido importantes avances terapéuticos en psoriasis y dermatitis atópica (DA), pero aún quedan muchos retos y necesidades por cubrir. Tanto la psoriasis como la dermatitis atópica (DA) son enfermedades inflamatorias, crónicas, de la piel frecuentes en nuestro entorno y que afectan a la vida de las personas que las padecen. Su impacto va más allá de la piel y es elevado. Sonpatologíasdiferentes. Laprimeraesunaenfermedad inmunomediada que se caracteriza por la aparición de brotes recurrentes con presencia de placas eritematosas, bien definidas, con una descamación blanquecina. Las placas son de tamaño variable, y suelen distribuirse de manera simétrica, sobre todo en las superficies extensoras de las extremidades. Esta afectación física lleva aparejado un gran impacto en la calidad de vida que provoca, a su vez, falta de autoestima en quienes la sufren. Se asocia con múltiples comorbilidades, incluido el síndrome metabólico, la hipertensión, la diabetes, los eventos cardiovasculares, la obesidad y los trastornos psiquiátricos. La segunda es una enfermedad sistémica y demayor predominio en la infancia, se manifiesta con unos síntomas y signos característicos: prurito intenso, xerosis (sequedad cutánea), eritema o enrojecimiento, exudación, descamación y excoriaciones (signos de rascado). La patología evoluciona con un curso crónico y va alternando épocas de brotes y otras sin brotes. Así, los pacientes alternan períodos demejoría con períodos de empeoramiento, lo que dificulta sumanejo. Aquí, las principales metas son reducir el picor, la inflamación en la piel y el número de brotes. Enambos casos, cuandosedande forma leve, sesuelenaplicarpor lo general tratamientos tópicos. El problema es la falta de adherencia terapéuticapor el engorroquesupone, por su insatisfacción con el tratamiento o porque los pacientes se olvidan de llevarlo a cabo cuando los síntomas mejoran. Las expectativas, en cuanto al manejo terapéutico, muchas veces no se cumplen y se puede
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