IM MEDICO #54

CONVERSANDO CON… im MÉDICO | 54 10 las tecnologías digitales en salud”. “Permite crear herramientas y soluciones para ofrecer al paciente diagnósticosmás rápidos y precisos, descubrir tratamientos más efectivos y optimizar los recursos sanitarios”, detalla. En ese sentido, y a nivel de prevención, en Dedalus lo han comprobado en un caso claro con Genomed4All, un proyecto europeo, en el marco de H2020, en el que participaron junto a un consorcio de empresas y organizaciones sanitarias. El caso consistía en aplicar la Inteligencia Artificial en genómica y medicina personalizada para enfermedades raras hematológicas, mediante la conexión masiva de repositorios de datos clínicos y ómicos en toda Europa. “Dedalus suministra la plataforma de Inteligencia Artificial que se integra con la solución de análisis genómico y otras fuentes de información (como Historia Clínica Electrónica, Scans,MRI, NGS, etc.) formandoel núcleode la solución tecnológica del proyecto”, explica. La gestión de los datos La tecnología también tiene un papel muy importante en la gestiónde los datos depacientes, patologías y centros sanitarios. Unaparte fundamental paragarantizar la continuidadasistencial, pero también, añadeFelipe, enel usosecundariode losdatospara investigación clínica. “Estándares como FHIR con foco en interoperabilidad, y openEHR con foco enpersistenciade la información, así como los estándares de terminología SNOMED y LOINC, u OMOP, orientado al uso secundario para investigación, están disponibles en el mercado, y contamos con plataformas y soluciones abiertas, flexibles y escalables que sustentan todos estos estándares yoptimizan el tratamiento de la información que impacta en los sistemas, usuarios y pacientes”, explica. Del mismo modo, también resulta fundamental continuar el camino ya iniciado de darle cada vez más un rol activo al paciente. “Yanoes suficienteponera lospacientesenel centrodel procesoasistencial y tratarlos comoreceptorespasivosdeesaatenciónsanitaria. La evidencia demuestra que los pacientes que están empoderados para gestionar activamente su propia salud y atención sanitaria logran mejores resultados de salud. Los pacientes comprometidos y activos cumplen mejor con su plan de tratamiento, lo que reduce el costo de la atención”, explica Felipe. Así, añade que es “imprescindible” la incorporación de canales digitales en “la prestación de servicios asistenciales (monitorización remota de pacientes crónicos, consulta remota, diagnóstico remoto, etc.), así comopersonalizar e integrar servicios demHealth que fomenten la aplicación de las herramientas digitales para la prevención y gestión de la condición crónica y crítica”. Se cuenta con las soluciones tecnológicas para hacerlo posible, por lo que es también“una prioridad dentro de la estrategia nacional de saluddigital”, que esperan“puedamaterializarse enproyectos regionales y nacionales, impulsados por los fondosNext GenerationEU”. El papel de los profesionales sanitarios Pero igual que los pacientes deben tener un rol activo, los profesionales sanitarios deben abrazar “el nuevo modelo de sanidad personalizada, predictiva, preventiva, participativa y poblacional”, y para ello, los profesionales de la salud necesitan“la información pertinente para ofrecer una atención sanitaria de calidad”. “De ahí que establecer un Espacio Nacional de Datos Sanitarios, alineado en el Espacio de Datos Europeo, sea una de las prioridades de la Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud para impulsar la adopción de políticas de gestión y gobierno de los datos que permitan disponer de una información interoperable y de calidad, y facilite el despliegue de herramientas digitales intuitivas, transparentes en la gestión de la información y que aporten valor a los profesionales sanitarios en su día a día”, concluye Felipe. Desafíos del siglo XXI Un camino, el de los datos y la tecnología avanzada, que en realidad no ha hecho más que comenzar. La sanidad del siglo XXI se enfrenta a los desafíos que plantea “la creciente demanda, complejidad y costo de la sanidad; impulsado por los cambios en la población y la tecnología; una mayor expectativa a nivel de disponibilidad, conveniencia y calidad de los servicios sanitarios; el auge de la medicina personalizada –la transformación genómica del diagnóstico y tratamiento-; el aumento de las desigualdades en accesibilidad a los servicios salud; la presión en la gestión del talento: reclutamiento, capacitación y retención de profesionales clave de la salud, tanto en perfiles clínicos como en nuevos perfiles digitales; así como la necesidad de incrementar la resiliencia de los sistemas de salud para responder a ‘shocks’ como el Covid-19”. Grandes desafíos que pueden convertirse en “grandes oportunidades”. Pero para ello, finaliza, “debemos esforzarnos por mantener la apuesta iniciada por el desarrollo y la entrega de nuevos servicios digitales, al tiempo que desarrollamos estrategias sólidas para el futuro digital de la sanidad”. “Nuestro propósito es servir y aportar valor a cada uno de los actores del ecosistema sanitario para mejorar la calidad de la atención sanitaria en un planeta más saludable y con una propuesta innovadora”

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=