im MÉDICO | 56 44 ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES “En lugar de hablar de tratar la enfermedad, nos gustaría prevenirla” to es una revolución en el ámbito de la resonancia magnética cardíaca. “La resonancia magnética es la mejor técnica para ver el corazón, tanto su forma como su función, incluso la composición. Si bien, la principal limitación por la que no se la podemos hacer a todos los pacientes es que dura mucho tiempo, aproximadamente una hora”, sostiene. Con la visión de identificar necesidad clínica no cubierta, han ideado una nueva tecnología de resonancia magnética (denominada ESSOS) en la cual son capaces de hacer este estudio en sólo 40 segundos. “Es una revolución brutal que ya hemos probado en más de 200 pacientes”, considera. Lo están aplicando en Europa y esperan que pueda llegar a los hospitales en los próximosmeses. De estamanera, sediagnosticaríanmejor y más pronto las enfermedades que puedan tener los pacientes en el corazón. Le preguntamos cómo se está trasladando la investigación en enfermedades cardiovasculares en general y en particular la que ellos realizanenel CNIC.“En lugardehablarde tratar laenfermedad, nos gustaría prevenirla. Es decir, promocionar la salud. De hecho, en la gran mayoría de estos proyectos que estamos efectuando, algunos de ellos sí que es tratar a un paciente que haya tenido un problema, pero lagranmayoríadeéstos es identificar estosprocesos en la fase más precoz y poder evitar que vayan a progresar y que, por lo tanto, los individuos, no vayan a tener esas enfermedades. ¿Cómo podemos mejorar la salud? Conociendo mejor cuáles son los mecanismos que llevan a una salud más longeva y poderlos aplicar para que cada vez haya menos enfermedad”, responde. Avisa de que uno de los grandes problemas que se encuentra la sociedad actual es que estamos desarrollando tratamientosmuy buenos para muchas enfermedades y, sin embargo, como está aumentando tantísimo la incidencia de la arterosclerosis, y de enfermedad cardiovascular, ya hay estudios de proyección que alertande una situaciónparadójica a la que llegaríamos antes de 2030, que sería nopodérselos proporcionar a todos los pacientes que lonecesiten. Por eso, “esmuchomás eficienteprevenir laenfermedad que tratar sus consecuencias”. Este es el motivo por el cual han puesto tanto esfuerzo desde el CNIC en poder promocionar la salud e identificar las enfermedades antes de que den la cara. La gran población de sujetos a los cuales les gustaría abordar ni siquiera están en las consultas. Son gente aparentemente sana, de edad media. El mensaje que, a su juicio, hay enviar es que es muy importante controlarse los factores de riesgo cardiovascular, saber si se tiene la tensión alta, cómo está el colesterol, practicar una vida y una dieta saludables y hacerse incluso algún estudio para ver si están desarrollando algún tipo de aterosclerosis en alguna arteria del cuerpo. Según Ibáñez, que pide aumentar la financiación que tenemos para investigación, “nunca es pronto para empezar a ver si alguien tiene alguna enfermedad cardiovascular, o en este caso aterosclerosis”. adherencia, desarrollamos, encolaboraciónconLaboratoriosFerrer, una polipíldora cardiovascular que contiene los tres fármacos más importantes que hay que recibir después de un infarto: atorvastatina, ácido acetilsalicílico y ramipril”, explica. Este medicamento, comercializado bajo el nombre de Trinomia®, ha supuesto un gran avance en el campo de la cardiología en la prevención de segundos infartos de miocardio en quienes han sufrido ya uno. Los pacientes, si se les prescribe polipíldora, en lugar de darles la medicación por separado, “son mucho más adherentes al tratamiento”. Lo toman con mucha más frecuencia. Esto se va a asociar a una reducción muy importante de padecer infartos en esta población. ELCNICsenutredebastantefinanciaciónde laComisiónEuropea, en proyectos grandes como éste de la polípíldora, denominado FOCUS, y el SECURE, que terminó hace seis meses. Ibáñez indica que han participado en él 2.500 personas de siete países en Europa, que habían tenido un infarto. Se prescribió la polipíldora cardiovascular a la mitad, mientras que el tratamiento habitual a la otra mitad. Otro proyecto financiado por la Comisión Europea, cuyo investigador principal es Ibáñez, persigue combatir la toxicidadcardiaca asociada a los tratamientos del cáncer. En estudios experimentales, han testadoposibles terapias y han hallado una, que se llama el condicionamiento isquémico remoto (CIR). Es una técnica no invasiva que consiste en provocar una isquemia transitoria en el brazo de forma intermitente, mediante un manguito de presión arterial, con el objetivo de producir efectos protectores contra la isquemia prolongada y el daño por reperfusión en órganos distantes. El órgano sometido al CIR (el brazo) manda señales de protecciónal corazón, y lohacemás resistentea agresiones, como puede ser la administraciónde quimioterápicos frecuentemente utilizados, como las antraciclinas. Actualmente, CNIC lidera un proyecto financiado por la Comisión Europea, denominado RESILIENCE. Este proyecto consiste en realizar un ensayo clínico, en cinco países europeos, a incluir a más de 600 pacientes que acaban de ser diagnosticados de un cáncer, de un linfoma en este caso, que van a recibir un tratamiento con posibles efectos cardiotóxicos. A la mitad de ellos le están practicando el CIR y a la otra mitad el tratamiento estándar. Se va a seguir a todos con resonancia magnética para analizar si es posible “reducir la presencia de toxicidad cardiaca”. La línea de desarrollo tecnológico, principalmente de tecnología de imagen cardiovascular, la llevan a cabo en colaboración con su socio tecnológico Philips. Han desarrollado múltiples herramientas de imagen, en el terreno de la ecografía vascular tridimensional para ver la aterosclerosis. Otro desarrollo conjun- “Hemos encontrado la asociación de hipofunción cerebral en gente que tiene ya aterosclerosis subclínica”
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