im MÉDICO | 57 31 algunos ejemplos, el especialista indica el estudio FINGER, sobre cambiosdevida saludableen fases inicialesdedeteriorocognitivo, los anticuerpos monoclonales Aducanumab y Lecanemab dirigidos contra la proteína amiloide soluble y agregada en el cerebro también en fases iniciales; o el ensayo Fase III AMBAR, que estudia el uso de recambio plasmático con albúmina para el tratamiento de pacientes con demencia leve omoderada. Esta contextualización de la enfermedad sirve para hacerse una idea de la importancia de la noticia que se publicó hace unos días sobre los resultados del anticuerpo monoclonal Lecanemab, un fármaco dirigido al depósito de amiloide en el cerebro. El equipo de Ace Alzheimer Center Barcelona participó en el ensayo clínico del fármaco, incluyendoal 20%depacientes de los 12 centros que participaron en España. Así pues, su director de ensayos clínicos detalla de primera mano las conclusiones. La más importante es que “los resultados que se hanpresentado recientemente del ensayo Fase 3 Clarity sobre el anticuerpo anti-amiloide Lecanemab sonmuy positivos”. No en vano, continúa, “el fármaco ralentiza el deterioro cognitivo en el criterio principal de valoración, CDR-SB, en un 27% durante 18 meses, y también reduce el declive en todos los criterios de valoración clínicos secundarios”. En unas semanas presentarán más datos de este estudio. Tal es la importancia de este descubrimiento que se ha tachado de‘histórico’. EnopinióndeMorató, loes también. “Esunhitopasar de no tener fármacos modificadores de la enfermedad a tener dos en cuestión de dos años. Hasta ahora solo hemos tratado síntomas, peroLecanemabpermitecambiar el cursode laenfermedad: retrasar la progresión de la enfermedad”, argumenta. Además, Lecanemab es el primer anticuerpomonoclonal dirigido a eliminar la proteína amiloide acumulada en el cerebroque hamostrado resultados de beneficiosclínicosclarosyunperfilmanejabledeeventosadversos. En palabras del investigador, “el mundo Alzheimer esperaba esto desde hace muchos años y va a tener un alto impacto en la investigación a partir de ahora y en los sistemas de salud, que van a tener queadaptarsea laexistenciadeestenuevo fármacocuando llegueel momento”. Igualmente, tambiénponede relieve la importanciadel diagnóstico precoz, “puesto que ahora podemos tratar a personas con demencia en fases iniciales del Alzheimer”. En el estudio, se ha tratado a 1.795 personas. De estas, 140 eran pacientes españoles reclutados por 12 centros de todo el país. Respecto a la hoja de ruta que tendría que seguir para que el medicamento llegar al paciente, el especialistaaclara: actualmente, el estudiosigueenmarchaysesiguencoleccionandodatos. “Afinales de noviembre, Lecanemab y otros fármacos en fases avanzadas de desarrollo clínico (Donanemab, Gantenerumab, Tramiprosate, entre otros) presentarán sus últimos resultados y planes para los próximos meses.Seguramente,ainiciosde2023, tendremosnoticiassobreladecisióndelaFDAparaconceder laaprobaciónaceleradaaLecanemab”. ¿Cuándo llegará Lecanemab a los pacientes? Si fuera favorable, Lecanemab se convertiría en el segundo anticuerpo monoclonal para el tratamiento de la enfermedad de AlzheimerenEstadosUnidos. Posteriormente, prosigue, “seentregará toda la información a distintas agencias del medicamento, como la europea (EMA) o la japonesa (PMDA)”. El diagnóstico temprano, la selección de los pacientes candidatos a recibir el tratamiento y el manejo de los efectos adversos, junto con la preparación y la administración del medicamento, “hacen necesarias ciertas adaptacionesdel sistemasanitarioanterioresasuimplementación, yaque, a día de hoy, hay pocos centros especializados y con experiencia en estos aspectos mencionados”, subraya Morató. Aparte, señala que el coste aproximado de un tratamiento biológico anual sería de unos 30.000 euros por paciente. En este sentido, el director de ensayos clínicos de Ace Alzheimer Center Barcelona menciona otras investigaciones prometedoras en curso. En concreto, dos grandes líneas de investigación. Una es “la implementación de test diagnósticos precoces y poco invasivos para poder realizar cribados a toda la población de riesgo; ejemplos de estos test diagnósticos incluirían biomarcadores digitales (como test de lenguaje espontáneoo test paraauto-evaluar la cogniciónde maneraremotayautomatizadacomoFACEmemory)ybiomarcadores en plasma (Neurofilamento, Aβ42/40, pTau217, GFAP, etc.)”. La implementación de tratamientos combinados es la segunda línea. Y es que, diferentes estudios preclínicos han demostrado el efecto sinérgicode combinar diferentes terapias conmecanismos de acción complementarios. “Ahora que ya tenemos herramientas que han demostrado eficacia en estudios clínicos, se va a iniciar una era de desarrollo clínico para combinarlas e incrementar la eficacia de los tratamientosparaconseguirefectosclínicossignificativamente relevantes para los pacientes”, manifiesta. Pese a todo, es innegable que faltan recursos para investigar todavía más y mejor. Poniéndolo en perspectiva, Morató compara la inversión que se realiza a día de hoy en el campo del Alzheimer. “Mientrasqueduranteel 2021 se registraronenclinicaltrials.govalrededor de 1.400 ensayos clínicos en oncología, el número de ensayos para Alzheimer fue de 150”. Igualmente, hay que tener en cuenta que los costes son muy altos en los ensayos para Alzheimer, “ya que su duración es muy larga (un mínimo de 18 meses en estadios iniciales de la enfermedad)”. Enresumidas cuentas, “laenfermedaddeAlzheimeresmuycompleja y consecuentemente el perfil de paciente es muy heterogéneo”. De este modo, considera que “se deben analizar una gran cantidad de datos (cambios en los niveles deproteínas anivel periféricoy central), cambiosestructuralesenel cerebroycambiosenlacognición, función y conductuales que incrementan los costes de los estudios”. Yconcluyendoconel futurodel Alzheimer, enopinióndel experto, “a corto plazo vamos a disponer de diferentes terapias biológicas en el mercado para reducir la acumulación de la proteína amiloide en el cerebro”. Como ha comentado, “hay varios fármacos en estadios avanzadosdedesarrolloclínicoparaestadios inicialesde laenfermedad que, además, ya se están testando en fases aúnmás iniciales de Alzheimer (cuandoaúnnohanaparecidolosprimerossíntomas)para ver si deestamanerapodríamosmejorar laeficaciadel tratamientoy detener el avance de la enfermedad”. Aparte de iniciar los tratamientos cada vez en estadiajes más iniciales, cree que“veremos un cambio de rumbo hacia una terapia personalizada, hacia la medicina de precisión”, pues “ya se están desarrollando moléculas específicas para población con un perfil genético específico (ejemplo, pacientes ApoE 4/4) o pacientes con citoquinas pro-inflamatorias elevadas”.
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