im MÉDICO | 60.2 45 petición bajo demanda de determinadas tecnologías. En este sentido, la iniciativa contempla un plan de acompañamiento para salvar el posible impedimento para quien quiera utilizarlas. “La tecnología no puede ser la barrera”, sentencia. La propia plataforma se ha planteado desde una perspectiva amigable para los profesionales sanitarios, acostumbrados a estas alturas a visitar muchas plataformas de formación y a compartir conocimientos con otros colegas, por lo que en este caso no harán falta “habilidades especiales”. Acreditación ESGO La sociedad europea de ginecólogos oncológicos, encargada de establecer unos estándares concretos, otorga estas certificaciones a los centros que cumplen diversos requisitos, como la adecuación de las instalaciones, el trabajo diario de la unidad multidisciplinar y de los profesionales involucrados en el manejo de las pacientes diagnosticadas en el cáncer ginecológico. Otra de las funciones de la ESGO es supervisar “de forma muy precisa”, explica Pedraz, la formación acreditada de subespecialistas médicos o quirúrgicos en toda Europa, sobre todo en países donde no existen programas formativos nacionales específicos para estas subespecializaciones. En definitiva, a los hospitales acreditados se les reconoce la excelencia en la formación y en la práctica de estas cirugías y, al mismo tiempo, quedan autorizados para impartir formación y están reconocidos por su manera de trabajar con las pacientes. “Se trata de un compromiso muy grande para los centros porque tienen que recoger, publicar y analizar sus datos. Algo a lo que el sistema sanitario no ha estado muy acostumbrado hasta la llegada de conceptos más recientes como la Medicina Basada en Valor”, advierte la responsable de OncoGYN en GSK, quien también deja claro que la plataforma “es un paso” para estar más cerca de obtener dicha acreditación, al acercar a los profesionales los criterios; los temas que se consideran más relevantes; qué se puede, y qué no, aplicar en otros centros. Evidentemente, no todos los hospitales podrán aspirar a una, ya sea por falta de volumen o por carecer de determinado personal que exige la ESGO y que no todos tienen: “Pero sí creemos que todos los equipos tienen que aspirar a trabajar con los criterios de mayor excelencia por el bien de la paciente”. Por esta razón, acercar el trabajo de centros acreditados puede contribuir “a que más centros se piensen medir, analizar, publicar los datos y trabajar con aquellas sociedades que, al final, les permiten formar subespecialistas y que tienen criterios objetivos sobre lo que es un centro de alta calidad, puede ayudar a que los demás se planteen estas metas”, concluye Pedraz. A través de una plataforma web que fusiona Oncología, Realidad Virtual (RV) y la última generación de redes móviles, los usuarios podrán acceder a formaciones en remoto en la realización de operaciones a mujeres diagnosticadas con alguno de estos dos tipos de cánceres. Uno de los rasgos significativos de este proyecto es el peso de los equipos multidisciplinares para llevar a cabo el tratamiento pre y posquirúrgico de las pacientes, entre los que hay ginecólogos certificados por la Sociedad Europea de Ginecología Oncológica (ESGO, por sus siglas en inglés). Precisamente“uno de los grandes aprendizajes” durante la materialización de OncoGYN, concluye Sara Pedraz, Innovation Lead y responsable del proyecto OncoGYN en GSK en España, ha sido salir de “la lógica de ‘hazlo como este u otro centro’”. Un “descubrimiento” que desmonta la idea preconcebida de que los procesos estaban estandarizados y que permite, reconoce, dar “muchísima amplitud” a la adaptación de diversas formas de trabajo en los centros que podría facilitarles, además, el acceso a conseguir una acreditación de la ESGO (solo nueve en España la tienen). Como se puede ver en los tres hospitales que aportan pacientes al programa (Bellvitge, de Barcelona; La Paz, de Madrid y La Fe, de Valencia), cuyos comités “tienen diferentes miembros y formas de trabajar”. Asimismo, uno de los objetivos que persigue el programa es sumar más que “se acerquen a maneras óptimas de trabajar” y, a su vez, aporten algo nuevo que redunde en beneficio de las pacientes, de su calidad de vida e, indirectamente, en la de sus familiares y cuidadores. Si bien hay una serie de profesionales esenciales dentro de estos grupos de trabajo, como los oncólogos médicos, ginecólogos, anatomopatólogos o radiólogos, enumera Pedraz, estos se coordinan además a la hora de presentar los casos, cómo se trabaja y bajo qué dinámicas. Lo que requiere, además, flexibilidad a la hora de que otros miembros completamente diferentes “pueden entrar y salir en determinados momentos”. Un cambio en el abordaje de este tipo de tumores podría mejorar la calidad de vida de las pacientes, reflexiona: “Al final, cómo se haga esa cirugía y cómo trabaja ese equipo multidisciplinar tiene un impacto real en su supervivencia. Por tanto, lo que queremos es aumentarla lo máximo posible”. La dinámica multidisciplinar facilitaría de igual manera la detección precoz de estos tipos de tumores, muy “silenciosos” y debido a lo cual se detectan en etapas tardías. GSK-Telefónica La farmacéutica, experimentada en la investigación y el desarrollo de tratamientos frente a cáncer de ovario y endometrio, y la compañía de telecomunicaciones más grande de nuestro país aúnan, con OncoGYN, el conocimiento del sector sanitario y el acceso a las nuevas tecnologías para unos sistemas sanitarios con “la resiliencia suficiente” para trabajar con plataformas web y otro tipo de tecnologías, considera Pedraz, tras el punto de inflexión que supuso la pandemia. No obstante, es consciente de que aparecerán barreras a la hora de usar herramientas específicas como las gafas Oculus de RV para determinados perfiles. Para estos se habilita un sistema de “Cómo se haga esa cirugía y cómo trabaja ese equipo multidisciplinar tiene un impacto real en la supervivencia”
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