IM MÉDICO #60

im MÉDICO | 60 61 evidencia, tras una revisión actualizada de las publicaciones relacionadas con esta patología.“Es una garantía de buena práctica para el médico de familia y el urólogo, pero además bene cia al paciente pues el manejo clínico de su enfermedad, la OPB relacionada con la hiperplasia prostática benigna, va a estar de acuerdo con el mejor nivel de evidencia disponible”, subraya. A su juicio, en estos 15 años, ha sido “una herramienta clave”. Cuenta que, antes de aparecer este documento, existía mucha variabilidad en el manejo clínico de los varones con sintomatología relacionada con la OPB. Es decir, se daba una práctica clínica basada en el nivel de conocimiento individual. “Con el nacimiento del primer documento de criterios y sus posteriores actualizaciones, esta variabilidad se ha reducido ofreciendo un manejo clínico similar a todos los varones con esta patología”, considera. Asimismo, se tiene la seguridad de que la actuación está acorde con el nivel de conocimiento actual, propiciando la mejor solución para el reto asistencial que plantea el paciente. Respecto a avances percibidos en el tratamiento de los pacientes con esta patología, Molero García remarca que, por un lado, se ha rea rmado que hay que estrati car a los pacientes en función del riesgo de progresión de su enfermedad y de aparición de complicaciones y que, en pacientes con este riesgo de progresión, la terapia combinada de un fármaco alfabloqueante con uninhibididor de la enzima 5-alfa reductasa es la mejor opción terapéutica disponible en este momento para control y disminuir ese riesgo de complicaciones a medio y largo plazo. En el resto de pacientes, sin este riesgo de progresión,“se han demostrado e caces diferentes fármacos que nos permiten individualizar el tratamiento como los alfabloqueantes inhibidores de la fosfodiesterasa-5, antimuscarínicos asociados a alfabloqueantes y, más recientemente, los agonistas beta-3 adrenérgicos o incluso el extracto hexánico de Serenoa repens”. Insiste en que “la evidencia cada vez es más sólida a favor de la combinación de estos fármacos para potenciar el efecto terapéutico controlando los efectos adversos”. Recuerda que “un grupo importante de pacientes es diagnosticado de OPB en una fase en la que ya existe un crecimiento prostático signi cativo, que puede estar ocasionando una obstrucción de la salida vesical y cursará en ese momento con una complicación relacionada con esta obstrucción, como podría ser las litiasis vesicales o incluso cierto grado de insu ciencia renal por obstrucción de la vía urinaria”. Avisa de que “dos tercios de los varones a partir de los 45 o 50 años presentan algún tipo de síntoma del tracto urinario inferior”. Aproximadamente un 70% de ellos se debe a una OPB. Hace hincapié en que “el diagnóstico más adelantado en el tiempo de estos casos permite desarrollar estrategias terapéuticas menos agresivas que evitan la progresión de la enfermedad en aquellos casos en los que existe este riesgo”. Con la farmacia de la mano “También en esta patología es fundamental la participación de la farmacia comunitaria. Su papel es importante, tanto en el diagnóstico de sospecha, que debe con rmarse las consultas generalmente del médico de familia, así como en la información sobre la enfermedad y la realización de hábitos de vida saludable y en el control de la adherencia al tratamiento”, asevera, en alusión a la incorporación de SEFAC en la última actualización. Se sabe que los varones con síntomas urinarios relacionados con la OPB tienen tendencia a abandonar el tratamiento de forma precoz, generalmente durante el primer año. De ahí la necesidad de protocolos conjuntos de actuación en los que hay que de nir qué tipo de pacientes debe remitirse desde la farmacia comunitaria al sistema sanitario, generalmente Atención Primaria. Vicente J. Baixauli Fernández, presidente de SEFAC, se muestra de acuerdo en que, al generar la OPB un elevado número de consultas en Atención Primaria, en la farmacia comunitaria, se hacen imprescindible este tipo de documentos que coordinan y forman a los profesionales sanitarios en el manejo e caz de esta patología. ¿Qué les aporta como farmacéuticos este documento?“Al disponer de un documento consensuado de los criterios de derivación, podemos contar con herramientas más adecuadas para el abordaje correcto de estos pacientes”, contesta. “Esta guía supone una hoja de ruta para los profesionales sanitarios implicados en el abordaje de esta patología; puesto que les proporciona una serie de criterios actualizados y uni cados para el diagnóstico, tratamiento de la patología y la derivación de pacientes en caso necesario”, puntualiza. Suscribe que “el diagnóstico y tratamiento temprano de la OPB tiene un impacto positivo en los varones que presentan riesgo de progresión, al reducir el empeoramiento de los síntomas y de la calidad de vida y disminuir la incidencia de complicaciones, como disfunción vesical irreversible o insu ciencia renal”. Baixauli Fernández deja claro que el papel del farmacéutico es clave en el abordaje de la OPB:“Por sus conocimientos y accesibilidad para el paciente, el farmacéutico comunitario puede colaborar con el médico en la detección temprana, tratamiento y seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes con síntomas del tracto urinario inferior por OPB”. La utilización en la farmacia comunitaria de herramientas informáticas orientadas a la actividad asistencial, como el módulo de OPB de su plataforma SEFAC eXPERT, facilita además el registro, acceso a cuestionarios y la elaboración de informes de derivación. Las tasas de adherencia al tratamiento farmacológico en pacientes diagnosticados con OPB son muy bajas, y disminuyen con la duración del tratamiento. Apunta que “uno de los servicios más necesarios actualmente para modi car esta realidad es el de la ayuda a la adherencia terapéutica”. En este aspecto, una de las herramientas que más puede contribuir a la mejora de la adherencia terapéutica es la labor del farmacéutico comunitario, tanto en los apartados de cumplimiento terapéutico como de educación sanitaria. En los últimos años, el manejo de esta patología ha virado a un enfoque más centrado en el paciente, que ahora tiene más información sobre las opciones de tratamiento y los distintos medicamentos disponibles, así como los efectos secundarios. + Artículo con la colaboración de GSK. NP-ES-DTT-IMU-230026 (v1) 04/2023 José María Molero García: “Dos tercios de los varones a partir de los 45 o 50 años presentan algún tipo de síntoma del tracto urinario inferior”

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