IM MÉDICO #63

65 Cada año millones de personas mueren prematuramente por complicaciones relacionadas con la enfermedad renal. Desde 2006, se celebra el Día Mundial del Riñón el segundo jueves de cada mes de marzo. El objetivo es generar conciencia entre todos los habitantes del mundo para que puedan detectar cualquier padecimiento en los riñones de forma precoz y cuando aún hay tiempo para solventar la situación o para retrasar lo inevitable. En muchos casos, no se detecta el problema hasta que éste se encuentra bastante avanzado y las únicas alternativas son la diálisis o un trasplante de riñón. En la actualidad, el gasto económico para los servicios de nefrología en más del 90% se destina a tratamiento renal sustitutivo. Uno de los problemas relacionados con la salud renal es que los síntomas de daño renal tardan en aparecer: una persona puede perder hasta el 90% de la función renal antes de que experimente algún síntoma de enfermedad renal. De ahí la importancia de conocer los factores de riesgo para contraer una enfermedad y, en su caso, realizar las pruebas necesarias para la detección de un posible daño renal. Más de 64.000 personas en España se encuentran en él. La ERC, un importante problema de Salud pública El trabajo de sensibilización tiene por horizonte desmontar que el deterioro renal es inevitable y sólo asociado con la edad. La idea es alcanzar el diagnóstico temprano y la detección. Por ejemplo, la enfermedad renal crónica (ERC) es prevenible y, por eso, se enmarca en la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Si bien, las tasas de prevalencia e incidencia de la ERC no dejan de crecer, alcanzando una mortalidad del 30% en la última década. De hecho, es, junto al Alzheimer, la patología que más ha aumentado en la década de 2006 a 2016. A nivel mundial, alrededor de 850 millones de personas tienen ERC. En España, afecta al 15% de la población, a uno de cada siete adultos. Se sitúa ya entre las 10 primeras causas de mortalidad en nuestro país, con la previsión de que sea una de las cinco principales en 2040. Así, una de las principales prioridades para el avance de la especialidad tiene que ver con la sensibilización y la información a la sociedad. El trasplante renal a través de la donación en vivo es la opción de trasplante que ofrece mejores resultados a largo plazo en este tipo de procedimientos, que permite la sustitución de los riñones que han dejado de funcionar en una persona, con más ventajas que el trasplante renal a través de un donante fallecido. Sin embargo, se ha descrito que los beneficios esperados en los pacientes receptores de estos trasplantes que tienen una edad más avanzada (añosos) pueden ser menores que en los receptores jóvenes. Con el objetivo de arrojar luz en este campo sanitario, nefrólogos e investigadores de diversos hospitales de Cataluña realizaron un estudio que ha demostrado que el trasplante renal a través de un donante vivo no sólo es una técnica eficaz en los pacientes de más de 60 años, sino que también aporta significativos beneficios en cuanto a supervivencia y la función renal de los trasplantados. Asimismo, señala la importancia de ofrecer la información adecuada de las distintas opciones de trasplante renal que tiene un paciente, también la de donante vivo, para éste pueda realizar la mejor elección en su caso. Este trabajo científico, que se presentó en el Congreso anual de la S.E.N. del año pasado, contó con la participación de profesionales de los servicios de Nefrología de los hospitales de Barcelona Vall d’Hebron, el Hospital Clínic, el Hospital Universitario Bellvitge, el Hospital del Mar, el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, la Fundación Puigvert y la Organización Catalana de Trasplantes. Se trata de un estudio retrospectivo observacional de pacientes trasplantados renales con más de 60 años del Registro Catalán de Enfermos Renales llevados a cabo durante el período 2013-2020, mediante el cual se comparó los resultados entre los pacientes trasplantados receptores de donante vivo, de donante cadáver en muerte encefálica y de donante en asistolia controlada. En este periodo se realizaron 2.094 primeros trasplantes renales en pacientes catalanes mayores de 60 años (1.246 de donante en muerte encefálica, 620 de donante en asistolia controlada y 228 de donante vivo). EL TRASPLANTE RENAL CON DONANTE VIVO EN PACIENTES DE MÁS DE 60 AÑOS ES UNA OPCIÓN EFICAZ

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