22 DOLOR de la IASP y la realidad de la práctica asistencial en España, estableció cuatro niveles de acreditación de estas unidades en 2011, en el documento Unidad de tratamiento de dolor: estándares y recomendaciones: tipo I, Unidad monográfica; tipo II, Unidad Unidisciplinar para el tratamiento del dolor; y tipo III: Unidad Multidisciplinar para el tratamiento del dolor. Lógicamente, remarcan los especialistas, lo ideal sería que todas las unidades del dolor de España se aproximaran al modelo tipo III. No obstante, los datos de los que disponemos distan mucho de esta realidad. Estas unidades, en su mayoría, dependen (83% en España) de los servicios de anestesiología, ubicación comprensible hasta el momento por los orígenes de estas unidades y también la componen profesionales de esta especialidad en su mayoría. “Creemos que uno de los retos que se nos plantea en un futuro inmediato es la creación de las Unidades Funcionales del Dolor, verdaderamente multidisciplinares, sin dependencia de los Servicios de Anestesiología y Reanimación y con vinculación orgánica a la Dirección Médica”, exponen. En España hay 184 Unidades del Dolor frente a 800 hospitales. Sería preciso crear una unidad de referencia por cada millón de habitantes que cuente con alta cualificación, multidisciplinar y con acceso a terapias complejas. El 55% de las Unidades son de tipo I, muchas de ellas integradas por una única persona. Solo el 18% de estas Unidades puede abordar todos los tipos de dolor y ofrecer una valoración psicológica, y tan solo el 12,8% llegan directamente derivados del médico de familia. Otro de los retos a afrontar es un proyecto de humanización en el tratamiento de los pacientes con dolor crónico. En el mes de mayo del 2021, se presentó por parte de la Fundación Humans el documento Dimensiones de la Humanización en el abordaje del dolor crónico. En él se definen una serie de actuaciones con el objetivo de avanzar en la humanización del abordaje del dolor crónico, basadas en considerar las peculiaridades del dolor como patología y su relación con la humanización En definitiva, el tratamiento del dolor, actualmente, solo puede ser concebido desde una óptica multidisciplinar. En este sentido, ya se ha creado una sociedad científica, la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR) que, con esta concepción integral y multidisciplinar del dolor, congrega no solo a los médicos interesados en este campo de la sanidad, sino a todos los profesionales sanitarios implicados: médicos, farmacéuticos, psicólogos, enfermería, fisioterapeutas, asistentes sociales... para conseguir un mundo con menos dolor. DIMENSIONES DE HUMANIZACIÓN EN EL ABORDAJE DEL DOLOR CRÓNICO Fuente: El Libro Blanco del Dolor Crónico en España. Fundación Weber. 1 6 2 7 4 9 5 10 3 8 ASPECTOS RELACIONADOS CON EL CONCEPTO DE DOLOR TOTAL Fuente: El Libro blanco del Dolor Crónico en España. Fundación Weber. DOLOR TOTAL Aspectos físicos Dolor Síntomas de debilidad Efectos colaterales de la terapia Patología no oncológica Síntomas no controlados Anorexia Debilidad Aspectos espirituales Proyecto de vida frustrado Miedo al más allá Miedo a la muerte Sentimiento de culpa Aspectos emocionales Miedo al dolor Miedo al hospital Preocupación por la familia Ansiedad Depresión Aspectos socioeconómicos Pérdida de ingresos Problemas laborales Amigos que no visitan Carga a la familia Pérdida de posición familiar Prestigio ACCESIBILIDAD AL SERVICIO CALIDAD DEL RETRATO, INTIMIDAD Y RESPETO ATENCIÓN HOLÍSTICA A LA PERSONA CON DOLOR EMPODERAMIENTO DEL PACIENTE PERSONALIZACIÓN DEL PROCESO DE SALUD AUTONOMÍA DEL PACIENTE Y TOMA DE DECISIONES COMPARTIDAS ATENCIÓN AL ENTORNO DE LA PERSONA CON DOLOR LOS PROFESIONALES SANITARIOS, AGENTES DE HUMANIZACIÓN COORDINACIÓN Y CONTINUIDAD DE LA ATENCIÓN LA SOCIEDAD Y EL ESTIGMA DEL DOLOR CRÓNICO destacar a nivel nacional, la Constitución española, en su artículo 43, establece el derecho a la salud, y su desarrollo a través de la Ley General de Salud. En ella se insta tanto al Sistema Nacional de Salud (SNS) como a los servicios sanitarios de las diversas comunidades autónomas a desarrollar y poner en práctica Planes Integrales o Planes Autonómicos de Salud. Los Planes de atención a las personas con dolor no son otra cosa que proporcionar un marco de referencia para garantizar la calidad, equidad y eficiencia de la atención a las personas con dolor en el SNS, contribuyendo a la mejora de su calidad de vida. También debe contemplarse una serie de actuaciones dirigidas a dar respuesta a las necesidades sanitarias en relación con la atención al dolor en la población afectada. Para ello, es necesaria una reorientación de los dispositivos, espacios y recursos asistenciales relacionados, al tiempo que un mayor compromiso de los profesionales y de la ciudadanía ante la enfermedad y las personas enfermas. Asimismo, uno de los pilares básicos en la estructura de un Plan del dolor es la creación de Unidades del Dolor en todo el territorio que se corresponda con la Administración Autonómica Sanitaria, bajo los criterios de calidad, rapidez, equidad, empatía y categorización. Dada la diversidad de Unidades del Dolor existentes en España, tanto en sus componentes como en sus carteras de servicios, el Ministerio, en un intento de unificar posturas, y basándose en la normativa
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