26 DOLOR Por su parte, el coste farmacológico anual superaba los 550 millones de euros. Finalmente, el coste de las hospitalizaciones oscilaba entre 700 y 1.200 millones de euros anuales. Por paciente, el coste directo sanitario anual se situaba entre 642 y 760 euros de 2009. Costes indirectos e intangibles La encuesta Pain in Europe también ayudó a aproximar los costes indirectos asociados al dolor crónico en España. Utilizando los datos de prevalencia del dolor y de días perdidos por dolor procedentes de dicha encuesta, y las cifras de población activa del año 2009, López Bastida y Oliva (2010) encontraron que las jornadas laborales perdidas a consecuencia de incapacidades temporales por dolor ascendían a 38 millones. Esto se traducía en 1.800 millones de euros (de 2009), asignando un coste por día de trabajo perdido de 47 euros/día. Por último, cabe mencionar los costes intangibles asociados al dolor crónico en nuestro país. Las consecuencias de esta dolencia sobre la salud y la calidad de vida de las personas son enormes: ocasiona limitaciones en actividades diarias, depresión, ansiedad, etc., y afecta la vida familiar y social. Estos impactos recaen directamente sobre los pacientes y sus familias, pero pueden extenderse a ámbitos más amplios de la comunidad (Dueñas M. et al. 2015). Su magnitud indica que la carga asociada al dolor crónico va mucho más allá de las partidas de costes directos e indirectos. Es difícil valorar estos impactos sobre la calidad de vida en términos económicos, porque no existe un precio de mercado para poder cuantificar el valor del sufrimiento, la preocupación o la ansiedad. Aun así, en el ámbito de la economía de la salud, es comúnmente aceptado utilizar el valor que tiene un año de vida ajustado por calidad (AVAC) en términos de la disposición a pagar de una sociedad. En este sentido, el trabajo de López Bastida y Oliva intentó aproximar el valor monetario de la pérdida social generada por el empeoramiento de la calidad de vida producida por el dolor crónico. Para ello, los autores utilizaron el valor de un AVAC en España recomendado por estudios de evaluación económica en el año 2002 (30.000 euros) (Sacristán et al. 2002) y los AVAC perdidos por enfermedades osteomusculares. Sus resultados, en términos de euros de 2009, estimaron que los costes intangibles asociados a estas enfermedades en España estarían en una franja de entre 34.000 a 51.000 millones de euros. Han pasado más de 15 años desde que el estudio Pain in Europe evidenció la magnitud de la prevalencia del dolor crónico en España, planteando desde entonces un profundo desafío para la comunidad médica, la gestión sanitaria y la sociedad. La alta prevalencia de enfermedades crónicas que cursan con dolor, sus comorbilidades y su efecto sobre el uso de recursos sanitarios y sociales, concluyen los autores, “justifican ampliamente que consideremos el dolor como una prioridad de Salud pública que implique la adopción de medicamentos, tecnologías y programas eficientes para paliarlo”. De esta revisión publicada en el Libro Blanco del Dolor Crónico en España se determina que la evaluación económica (EE) de una innovación terapéutica debe idealmente incorporar, además de los costes sanitarios, los costes indirectos (pérdidas de productividad) y los costes directos no sanitarios, tal y como ya recomiendan las guías de evaluación económica de numerosos países (ya sea como análisis principal o subsidiario). “Solo así estará una EE diseñada para revelar la eficiencia y el valor social de tratamientos y programas efectivos para paliar el dolor, y podrá informar con mayor precisión el proceso de toma de decisiones relativo a la adopción de estos tratamientos o programas por parte del SNS”. Sanitarios • Pruebas diagnósticas • Medicamentos • Visitas a AP • Visitas a atención especializada • Visitas a urgencias • Hospitalizaciones y estancias en Unidades de Dolor • Terapias no farmacológicas o alternativas No Sanitarios • Cuidados formales (profesionales) • Visitas del trabajador social • Cuidados informales (familiares y amigos) • Otros (transporte, equipamiento especial, alimentos especiales y suplementos alimenticios, actividades para reducir el dolor, etc.) Costes indirectos (pérdidas de productividad laboral) • Absentismo, presentismo • Bajas temporales, bajas permanentes, jubilación anticipada Costes intangibles • Pérdida de calidad de vida • Insomnio • Depresión • Impacto sexual • Problemas familiares y de pareja COSTES DIRECTOS COSTES INDIRECTOS COSTES INTANGIBLES Costes asumidos por el SNS u otro pagador gubernamental Costes asumidos por el paciente y/u otros miembros de la sociedad Carga socioeconómica social Fuente: El Libro Blanco del Dolor Crónico en España. Fundación Weber. COMPONENTES DE LA CARGA ECONÓMICA Y SOCIAL DEL DOLOR CRÓNICO
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