IM MÉDICO #64

33 regenerativa tras el nacimiento y, por ello, se investiga en terapias que logren reactivar esa capacidad y así poder disminuir los problemas asociados a la insuficiencia cardiaca”, responde Silvia Hernández Ainsa. Según la investigadora, este proyecto pretende avanzar en la búsqueda de tratamientos que logren activar la regeneración cardiaca, y está especialmente motivado por el gran daño cardiaco que se produce tras un infarto de corazón. Y añade: “Se centra en el uso de terapia génica avanzada, para lo cual se van a desarrollar nanopartículas muy sofisticadas que transporten de modo efectivo al corazón dañado unas moléculas de ARN con actividad cardiorregenerativa”. “Queremos preparar nanopartículas avanzadas que sean capaces de llevar al tejido cardiaco moléculas terapéuticas con actividad cardiorregenerativa. También pretendemos evaluar su efecto terapéutico en cardiomiocitos de origen humano y realizar una evaluación exhaustiva de su inocuidad tanto a nivel celular como tras su administración vía intravenosa en un modelo animal”, avanza. Tecnología superior En este proyecto se va a utilizar una tecnología denominada nanotecnología de ADN. “Es una herramienta sintética de vanguardia en nanociencia para preparar nanopartículas biocompatibles que tienen la particularidad de contener gran cantidad de moléculas activas para terapia génica”, detalla la investigadora. “En nuestro caso”, prosigue,“las nanopartículas contendrán moléculas de ARN con actividad cardiorregenerativa”. Además, se va a utilizar química supramolecular para introducir ligandos que dirijan las nanopartículas de modo eficiente y selectivo al tejido cardiaco. “Nuestras nanopartículas estarán diseñadas para que la terapia se administre vía sistémica por inyección intravenosa”. Las investigaciones en enfermedades cardiacas En lo que respecta a la investigación para lograr terapias eficientes para regeneración cardiaca, Silvia Hernández Ainsa destaca que se están investigando varias opciones como la terapia celular, la administración de factores de crecimiento, la ingeniería de tejidos y la terapia génica. Por ejemplo, se puede preparar tejido cardiaco en el laboratorio e implantarlo al paciente para reemplazar la zona dañada. “Esta estrategia es interesante y muy prometedora, pero existe el reto de que el tejido implantado ha de integrarse bien en el corazón del paciente”. Otra aproximación, que es en la que se van a centrar en este proyecto, consiste en hacer que las células cardiacas recuperen la capacidad regenerativa.“Para ello, como hemos ya destacado, se utiliza terapia génica, es decir, moléculas de ácidos nucleicos capaces de modular la expresión de nuestros genes, que en nuestro caso son moléculas de ARN que activan genes relacionados con la proliferación de las células del corazón”. El reto es hacer llegar esas moléculas de ARN al tejido cardiaco, puesto que no son estables en sangre. En este sentido, se están investigando distintos tipos de materiales biocompatibles que encapsulen estas moléculas terapéuticas y que las lleven de modo eficiente al corazón. Es un proyecto concedido en la convocatoria europea MERANET-2022 y que se va a desarrollar gracias al trabajo en colaboración entre cinco instituciones europeas: la Universidad de Zaragoza, coordinadora del proyecto, el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón, la Universidad de Tartu (Estonia), la Universidad de Vilna (Lituania) y la Universidad Jagellónica (Polonia). Así, además de Silvia Hernández Ainsa, que coordina DNABEATS, el proyecto cuenta con los siguientes socios europeos: Laura Ordovás, investigadora ARAID en el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IISA), Margus Pooga, de la University of Tartu (Estonia), Mindaugas Valius, de la Vilnius University (Lituania), y Monika Bzowska, de la Jagiellonian University (Polonia). El equipo también cuenta con una junta asesora interdisciplinar y transnacional que será clave para ampliar el impacto de DNABEATS. Esta iniciativa ya está en desarrollo, empezó el 1 de septiembre y su duración es de tres años, por lo que estará vigente hasta finales de agosto de 2026. + EL RETO ES HACER LLEGAR ESAS MOLÉCULAS DE ARN AL TEJIDO CARDIACO, PUESTO QUE NO SON ESTABLES EN SANGRE “EN ESTE PROYECTO SE VA A UTILIZAR UNA TECNOLOGÍA DENOMINADA NANOTECNOLOGÍA DE ADN”

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