78 SALUD MENTAL EL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL INSOMNIO DEBE SER SEGURO Y EFICAZ EL INSOMNIO SUPONE UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA. SU TRATAMIENTO HA DE SER INTEGRAL, CON UNA BUENA HIGIENE DEL SUEÑO, COMBINANDO LA TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL CON UNA ADECUADA FARMACOTERAPIA. EL DESARROLLO FARMACOTERAPUÉTICO DE LOS DORA HA SIDO EL AVANCE MÁS IMPORTANTE E INNOVADOR EN EL TRATAMIENTO DE LOS PACIENTES CON INSOMNIO CRÓNICO. DR. CECILIO ÁLAMO GONZÁLEZ CATEDRÁTICO UNIVERSITARIO DE FARMACOLOGÍA Y PROFESOR EMÉRITO DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIAS BIOMÉDICAS DE LA FACULTAD DE MEDICINA Y CIENCIAS DE LA SALUD DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ (MADRID) El término insomnio se entiende popularmente por la sociedad como una simple dificultad para dormir y no como una enfermedad. Sin embargo, la literatura científica, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales (DSM-5), lo denomina trastorno de insomnio crónico y lo define como una queja de dificultad persistente en el inicio del sueño, en su duración, en su consolidación o en la calidad durante el período de sueño, que ocurre a pesar de la existencia de condiciones adecuadas para dormir y que se acompaña obligatoriamente de una afectación de las actividades diurnas, ya sea a nivel social, laboral, educativo, académico, conductual o en otras áreas importantes del funcionamiento humano. El Dr. Cecilio Álamo González, catedrático universitario de Farmacología y profesor emérito del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Alcalá (Madrid), señala que, por lo tanto, “el trastorno de insomnio crónico no es sólo un problema de no poder dormir durante la noche, sino que tiene consecuencias importantes sobre el funcionamiento diurno a corto plazo, y sobre la salud mental y física a medio y largo plazo”. El hecho de que pueda presentarse con comorbilidades de toda índole, tanto mentales como somáticas, lo hace aún más complejo. Pese a ello, deja claro que, “en la actualidad, el trastorno de insomnio crónico es una entidad propia y debe ser tratado como tal, independientemente del tratamiento que debamos aplicar a las enfermedades comórbidas”.
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