81 recuerda González Ardura. El envejecimiento se considera uno de los principales factores de riesgo. Es decir, su frecuencia aumenta con la edad. En ese sentido, la enfermedad de Parkinson afecta al 1% de las personas mayores de 65 años y hasta al 5% de las mayores de 85 años. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas mayores la tendrán y que, por el otro lado, también hay casos de personas más jóvenes que pueden ser diagnosticadas de esta enfermedad. Otros factores de riesgo potenciales para la enfermedad de Parkinson son la predisposición genética, la exposición a ciertos productos químicos o toxinas y ciertos factores ambientales y de estilo de vida. Eso sí, la investigación sobre sus factores de riesgo todavía está en curso y se requieren más estudios para comprender completamente su etiología. Síntomas motores y no motores La enfermedad de Parkinson se manifiesta con una gran cantidad de síntomas motores y no motores. Respecto a los síntomas motores, “actualmente, los controlamos de forma adecuada durante muchos años”, subraya González Ardura. En cuanto a la relevancia de los síntomas no motores, comenta que, para controlar la enfermedad, “los síntomas no motores han ido creciendo en importancia en los últimos años”. Han adquirido relevancia porque alteran mucho la calidad de vida. Informa de que, en las consultas de trastornos del movimiento, siempre preguntan a los pacientes sobre estos síntomas. En ocasiones, avisa, “los pacientes no los ponen en relación con esta enfermedad”. Por ello es trascendental reconocerlos e intentar tratarlos. Dentro de la variedad de síntomas no motores se encuentran“los trastornos del sueño, que son muy frecuentes en pacientes con enfermedad de Parkinson”, remarca González Ardura. De hecho, la prevalencia de estos trastornos del sueño se estima entre un 42 y 98%, aumentando la incidencia en los estadios avanzados de la enfermedad. La doctora hace hincapié en que su alteración deteriora mucho la calidad de vida de los pacientes y de sus cuidadores, por lo que “es de vital importancia su detección y tratamiento en la consulta”. Algunos pacientes experimentan insomnio, dificultad para conciliar el sueño o despertarse frecuentemente durante la noche. Otros pueden experimentar somnolencia excesiva durante el día, lo que puede interferir con su capacidad para realizar actividades diarias. Hay que tener en cuenta que hay múltiples síntomas que pueden despertar al paciente y es importante abordarlos como, por ejemplo, la nicturia (que algunos estudios señalan que puede darse en hasta el 60% de los pacientes) o los calambres en las piernas. Esta falta de sueño de calidad puede tener un impacto negativo en la salud física y mental de los pacientes. Puede aumentar la fatiga y, con ello, afectar a la memoria y la concentración, y contribuir a problemas emocionales como la depresión y la ansiedad. González Ardura resume que las alteraciones del sueño tienen múltiples causas, “la propia enfermedad afecta al sueño”. Asimismo, algunos tratamientos para la enfermedad de Parkinson pueden jugar un papel en esta alteración, tanto por defecto como por exceso de sueño. De acuerdo con sus palabras;“la situación subóptima del paciente y los síntomas no motores nocturnos también pueden causar un deterioro de la calidad del sueño, por eso es tan necesario que los pacientes detallen en consulta cuál es el problema, abordarlo e intentar mejorarlo”. Hay diferentes enfoques de tratamiento disponibles, que van desde cambios en el estilo de vida y terapias no farmacológicas, hasta medicamentos específicos para mejorar la calidad del sueño. Uno de los problemas más frecuentes relacionados con el sueño es la somnolencia diurna excesiva (SDE), que puede interferir con la capacidad de los pacientes para realizar actividades diarias, y puede reducir su calidad de vida. “En ocasiones, esta SDE se debe a un sueño nocturno inadecuado y, por ende, es lo primero que debemos tener en cuenta”, apunta González Ardura. Añade que algunos fármacos pueden tener dicho efecto adverso. Otras causas pueden ser la disfunción del sistema nervioso central o la fatiga. Algunas estrategias que pueden ser útiles para abordarla son: modificaciones en el estilo de vida (como establecer horarios regulares de sueño y vigilia; hacer ejercicio regularmente y limitar el consumo de alcohol y cafeína); ajustes en la medicación (reducir la dosis o cambiar la hora de administración de ciertos medicamentos puede ayudar a minimizarla) o el tratamiento específico de los trastornos del sueño. El trastorno del sueño REM (rapid eye movement, por sus siglas en inglés) es muy frecuente en la enfermedad de Parkinson. “Este síntoma afecta al paciente, sobre todo porque en ocasiones se puede hace daño durante las ensoñaciones, pero igualmente a su pareja”, manifiesta. Su recomendación es preguntar siempre por este síntoma e intentar minimizarlo para mejorar la calidad de vida del paciente y de su pareja. A su juicio, “en estos momentos, conocemos muy poco del sueño en general, y de los trastornos del sueño en enfermedad de Parkinson en particular”. Se ha demostrado que los trastornos del sueño, como la SDE, los trastornos del sueño REM y la apnea del sueño, son comunes en las personas con esta patología. Así que“de vital importancia es la investigación en este campo”. Y “muy importante es la inversión para que los estudios del sueño en pacientes con enfermedad de Parkinson se conviertan en una prueba habitual”. Lamenta que, hoy por hoy, la disponibilidad de pruebas de sueño en la mayor parte de los hospitales es muy baja. Su mensaje es que “los trastornos del sueño suponen un empeoramiento de la situación clínica del paciente, deteriorando su calidad de vida”. El paciente que duerme mal se encuentra peor desde el punto de vista motor; con más fatiga, más cansancio y peor humor. + REFERENCIAS - P. Clavero, M.C. Rodríguez-Oroz, Trastornos del sueño en la enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento. An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 1 153 - Disfunción urinaria en la enfermedad de Parkinson: una revisión práctica. https:// www.scielo.cl/pdf/rchnp/v60n1/07179227-rchnp-60-01-0062.pdf - Libro Blanco de la enfermedad de Parkinson: http://www.esparkinson.es/recursos/ libro-blanco-del-parkinson-espana-aproximacion-analisis-propuesta-futuro/ - La fatiga en la enfermedad de Parkinson. American Parkinson´s Disease Association. https://www.parkinson.org/sites/default/ files/documents/fatiga.pdf
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