25 A ojos de los ciudadanos el estado del sistema sanitario español va mejorando, pero todavía está lejos de despertar opiniones tan positivas como lo hacía antes de la crisis del coronavirus. Así se desprende del último Barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del Ministerio de Sanidad de 2023, la encuesta más actualizada donde se refleja cómo los españoles perciben la situación del SNS. En global, la satisfacción con el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud recibió la valoración positiva del 56,7% de la población, un porcentaje menor que el de la tercera oleda del Barómetro (57,5%) y de la segunda oleada (60,1%), pero mayor que el de la primera (52,6%). Pese a los altibajos de 2023, disminuye el descontento con el sistema sanitario respecto al año anterior. Entonces, solo recibió solo la aprobación del 50,5%. Así, las personas que opinan que el sistema sanitario funciona mal y necesita cambios profundos se mantiene igualmente estable, con un 14,3% en 2023, frente al 14,5% de 2022. En definitiva, el Barómetro Sanitario de 2023 muestra que la satisfacción de la población general con el sistema sanitario público es de 6,27 puntos, valoración que parece estabilizarse tras su descenso en 2022 (6,26) respecto a la situación prepandémica en 2019 (6,74). Por otro lado, las urgencias, con 7,42 puntos y la asistencia en hospitales públicos, con 7,23, son los servicios mejor valorados. En Atención Primaria (AP), a finales del año pasado, la valoración terminó en 6,41 puntos (6,52 puntos en la segunda oleada y 6,19 puntos en la primera), y en especializada se sitúa en 6,01 puntos (6,17 y 5,95 en la segunda y primera oleada). Las esperas, el gran reto Por niveles asistenciales, tres cuartas partes de la población mayor de 18 años ha acudido a un centro de AP en el último año, y de estos, el 19,9% ha sido atendido a través de consula telefónica. El 21,1% de quienes pidieron cita fueron atendidos por su médico de AP el mismo día o al día siguiente. El resto (69,8%), según los datos del Ministerio de Sanidad, tuvo una espera media de 9,12 días (9,48 días en la tercera oleada, 8,57 en la segunda oleada y 9,29 días en la primera). Al respecto, el 81,4% de las personas que recibieron un servicio valoró positivamente su visita, gracias sobre todo a la confianza que trasmitía el personal de enfermería, puntuado con una nota de un 8 sobre 10. Así, los aspectos mejor valorados son la confianza y seguridad que transmiten los profesionales sanitarios (8 puntos en enfermería, y 7,8 personal médico). En cuanto a la atención especializada, el 47,8% de la población ha consultado a un especialista de la Sanidad pública en los últimos 12 meses, bien por derivación del médico de Atención Primaria (42,3%), bien por citación del propio médico/a especialista en una consulta anterior (55,4%). Así, el 82,8% de los usuarios valoran positivamente la atención recibida, porcentaje similar a la tercera ola, y algo inferior al 83,5% de la segunda oleada y el 82% de la primera. Una vez más, los aspectos mejor valorados por los ciudadanos son la confianza y seguridad que trasmite el personal médico (7,8) y la información recibida sobre su problema de salud (7,7) en las consultas especializadas. El 9,1% de las personas entrevistadas refiere haber estado ingresado en un hospital público en los últimos 12 meses. El 40,9% de los pacientes lo hizo de manera programada para una cirugía o prueba diagnóstica; el 54,1% ingresó por una enfermedad o problema de salud; y el 4,5% por un parto. El 89,6% de los pacientes valora positivamente la atención recibida (buena o/y muy buena) durante su ingreso en un hospital público. La “preocupante” falta de profesionales El otro gran problema al que se enfrenta el SNS es la “preocupante” falta de profesionales en el sector, como lo califica el informe State of Health in the EU, elaborado por la
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