66 A FONDO MEDICINA DE PRECISIÓN ANUARIO 2023 directamente el fármaco. El biomarcador puede detectar alteraciones moleculares en esa proteína que indican que está más activada de lo normal, de tal forma que su inhibición produce un efecto antitumoral. En otros casos, el biomarcador no es la diana del fármaco, pero está relacionado con ella dentro del engranaje molecular del tumor. La base conceptual es establecer o definir la condición biológica del paciente y de la célula tumoral para el uso de fármaco. Rojo y García-Foncillas resumen que una mutación en el genoma de las células tumorales puede acumular (o sobreexpresar) una determinada proteína o molécula que puede ser bloqueda por esos tratamientos específicos. Es decir,“se trata de encontrar la llave (fármaco) adecuada para cada cerradura (biomacador o mutación) en el tumor que permita apagar o desconectar los procesos biológicos de la célula maligna”. Existen biomarcadores pronósticos que proporcionan información pronóstica para el paciente, informando de un mayor o menor riesgo de recaída o progresión. Por otro lado, tal y como Echavarria desgrana, están los biomarcadores predictivos, que informan de la posibilidad de respuesta a un determinado tratamiento, y permiten seleccionar a los pacientes que se van a beneficiar de dicho tratamiento. Así, “los pacientes que presentan dicho biomarcador serán candidatos a dicho tratamiento dirigido, y, en cambio, en aquellos que no lo presentan no se espera un beneficio, por lo que se podrán redirigir a otros tratamientos que se esperan más eficaces, evitando además toxicidades innecesarias”. Concluye que el beneficio de los biomarcadores es fundamentalmente a expensas de los tratamientos dirigidos. Eso sí, existe todavía dificultad para establecer biomarcadores predictivos de respuesta a muchos tratamientos, como la quimioterapia o muchas terapias diana. Es esencial que los biomarcadores tengan suficiente nivel de evidencia mediante ensayos clínicos dirigidos, que demuestren con evidencia científica sólida el beneficio de los tratamientos dirigidos en pacientes con determinados biomarcadores. Cada vez avanzamos más, poco a poco, hacia una medicina más precisa y eficaz. Ugidos confirma que esto permite optimizar los recursos para que sea más eficiente, evitando tratamientos innecesarios. Eidens ultima que “el dinámico panorama de la medicina de precisión y los biomarcadores promete transformar radicalmente la atención médica”. La investigación en curso, los esfuerzos colaborativos y los avances tecnológicos seguirán impulsando el campo hacia adelante, proporcionando intervenciones médicas más seguras, personalizadas y efectivas en beneficio de los pacientes en todo el mundo. Vivimos “en el entorno médico de progreso más rápido desde el inicio de los tiempos”. ¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES MENSAJES? -Isabel Echavarria. “La medicina de precisión es ya una realidad en ciertos tumores, como el cáncer de pulmón, en el que es preciso conocer la presencia o no de ciertos biomarcadores para poder diseñar la mejor estrategia terapéutica. Estos biomarcadores permiten realizar un tratamiento dirigido, optimizando las respuestas y evitando toxicidades innecesarias en aquellos pacientes que no se iban a beneficiar de ellos”. -Lisardo Ugidos. “La medicina de precisión en Oncología permite seleccionar el tratamiento potencialmente más eficaz para un paciente determinado, en función de sus características clínicas y analíticas. Para ello es necesario realizar estudios moleculares en el tejido tumoral y/o en sangre buscando biomarcadores específicos para tratamientos concretos”. -Moritz Eidens. “La medicina de precisión, con énfasis en la atención individualizada al paciente, revoluciona la práctica médica al aprovechar biomarcadores: distintivos indicadores biológicos que sirven como predictores. Comunicar este cambio de paradigma es crucial, ya que promete mejorar los resultados del tratamiento, reducir efectos adversos y desarrollar terapias dirigidas o personalizadas basadas en las características precisas del paciente. Esto no es solo una promesa, sino que los clínicos pueden utilizar este concepto desde hoy”. -Federico Rojo y Jesús García-Foncillas. “Los avances en el conocimiento de la biología de las enfermedades nos ha permitido establecer y comprender sus mecanismos y bases, identificar biomarcadores que nos ayuden a mejorar el diagnóstico y tratamiento de los pacientes, y utilizar tratamientos dirigidos, específicos, contra dianas moleculares. La medicina de precisión tiene en el cáncer uno de sus mejores ejemplos, donde disponemos de una cartera de tratamientos dirigidos que exigen la caracterización de las alteraciones moleculares en las células tumorales y del propio paciente. Estas alteraciones moleculares, a nivel de proteínas, del ADN o del ARN, es lo que conocemos, de forma genérica, como biomarcadores”. -César Gregorio Muñoz Sánchez-Miguel. “La medicina de precisión es una práctica médica que se basa en la comprensión de las características individuales de cada paciente para personalizar el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades. Utiliza información genética, molecular y clínica para obtener una visión completa del perfil de salud de una persona. Todo ello para dar una atención individualizada a cada paciente en base a sus características. Para medir dichas características únicas utilizamos los biomarcadores. Los biomarcadores son parámetros biológicos que proveen información sobre el estado normal o patológico de un individuo o una población, y son utilizados para la compresión de diferentes enfermedades en variados aspectos como: el tratamiento, prevención, diagnóstico y progresión de la enfermedad, respuestas a la terapia, entre otros. En sentido más estricto, la definición hace referencia a moléculas biológicas que se pueden medir y cuantificar en los seres vivos para ayudar en el proceso diagnóstico, pronostico y terapéutico”.
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