70 A FONDO I TS ANUARIO 2023 al sida con la irrupción de los tratamientos antirretrovirales y la bajada de la guardia ante patologías como el VIH”, apunta el Dr. Del Romero. En ello coincide la Dra. Raquel Alfaro, secretaria del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas, Migrante, Vacunas y Actividades Preventivas (IMVAP) de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). “Una de las principales causas son las relaciones sexuales de riesgo y sin métodos de protección. Las prácticas de más riesgo son, por lo general, las más esporádicas, bien con una pareja nueva o con contactos sexuales casuales y, generalmente, el preserv tivo protege, pero no al cien por cien. Además, hay casos que se transmiten durante el embarazo, de la madre al niño”, detalla. Identificar el riesgo Si bien cualquier persona sexualmente activa puede contraer una ITS, independientemente de su género, edad, orientación sexual o nivel socioeconómico, el riesgo viene, sobre todo, de la mano de una serie de factores y prácticas: sexo sin protección, múltiples parejas sexuales, ITS anteriores, agresión sexual, consumo de sustancias adictivas, y edad temprana que hacen mella en grupos poblacionales considerados de riesgo, tales como la población joven, mujeres, hombres que tienen sexo con hombres o con múltiples parejas sexuales, además de aquellas personas consumidoras de drogas intravenosas, entre otros. Al respecto, la Dra. Raquel Alfaro asegura no encontrar “diferencias significativas por género entre los afectados. Tal vez se detecten más en mujeres por mayor sintomatología clínica y porque consultan más a los sanitarios. Suelen tener más secreción, mostrar úlceras más visibles, molestias en la relación sexuales o un sangrado anormal”. Mientras, en los hombres “puede detectarse por secreción en el pene y, dependiendo de la patología, alguna lesión inesperada, no obstante, estas también pueden darse en las mujeres”. A juicio de esta especialista,“un grupo importante también son los HSH, es decir, hombres que tienen sexo con hombres, por la incidencia de casos que registran, aunque también consultan más, conscientes del riesgo”. Sobre ello también incide la Dra. Mar Vera, presidenta de la Junta Directiva del Grupo de Estudio de ITS (GeITS) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC): “Hay grupos poblacionales más concienciados como es el caso de este colectivo de hombres que tienen sexo con hombres. Se hacen más chequeos y controles, al igual que los trabajadores sexuales y hombres y mujeres trans. Sin embargo, los heterosexuales están menos concienciados a la hora de hacerse pruebas”. La Dra. Comunión hace hincapié en otro grupo vulnerable como son los jóvenes de 15 a 18 años. “Dejan de tener pediatra para pasar al médico de familia, no saben muy bien cómo acceder al sistema sanitario, cómo consultar al profesional y testarse. Es un grupo muy vulnerable sobre el que tenemos que hacer hincapié para que acudan al médico de familia o a un centro de control de ITS si creen estar en riesgo”. Circuito asistencial En realidad, la mayoría de infecciones de transmisión sexual suelen ser leves y no muy difíciles de manejar en la práctica clínica, aunque, en muchas ocasiones, sin síntomas perceptibles, por lo que un gran número de casos ni se diagnostican ni se tratan. De hecho, solo cerca de un tercio de los afectados acuden a revisión de forma puntual o en
RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=