73 docentes y que contribuya a establecer un consejo preventivo adaptado a la edad de los adolescentes y de los jóvenes”. En los últimos años han venido surgiendo diferentes estrategias preventivas de cara a las ITS incluido el VIH que, como recuerda la Dra. Vera, “es otra ITS más”. En este sentido, menciona la profilaxis preexposición frente al VIH (PrEP), dirigida a prevenir la transmisión del VIH en personas seronegativas con alto riesgo de contraer esta infección. “Con esta herramienta preventiva controlamos el VIH, pero hay que hacer hincapié a los pacientes que no evitamos el resto de infecciones de transmisión sexual. En aquellos usuarios en los que hacemos un control PrEP cada tres meses, aquellas ITS ocultas que estaban infradiagnosticadas han aflorado, y ello ha contribuido a incrementar los diagnósticos de estas patologías”. Por otro lado, añade, “ayuda a romper ese círculo epidemiológico de transmisión que es un problema de salud pública”. Asimismo, se disponen de vacunas que han aportado avances en la prevención de algunas ITS como la del virus del papiloma humano (VPH), mientras otras se encuentran en estudio como es el caso, por ejemplo, de la clamidia, gonorrea o, incluso, el VIH.“También con una vacuna contra la viruela se consiguió reducir considerablemente el brote epidémico de 2022 de Mpox o viruela del mono, considerada ya una ITS”, según recuerda la Dra. Comunión. Desafíos Además de desarrollar métodos eficaces de prevención y tratamiento, y avanzar en las prácticas existentes, se hace necesaria una investigación básica que permita comprender la estructura, función, crecimiento, patogénesis y evolución de los agentes bacterianos, virales, parásitos, protozoarios y fúngicos de las ETS. En opinión del Dr. del Romero, “es preciso establecer unas políticas preventivas, chequear mejor a la gente que no se diagnostica porque son fuentes de transmisión para otras personas, por lo tanto, aumentar los diagnósticos, y las pruebas, tratar de romper también las cadenas de transmisión, analizar los contactos de las personas a las que se detecta alguna ITS”. De ahí, como señala, “se requiere una actividad multidisciplinar que no solamente consiste en diagnosticar y tratar, sino de prevenir estas infecciones, hay que hacer tratamientos que eviten la reexposición. Hay que apelar también a la responsabilidad de cada individuo y también a la educación sobre las drogas y el sexo”. Otro de los desafíos apuntado por los expertos es el de la resistencia a los antibióticos para el tratamiento de estas ITS. “Se ha visto que, a nivel de toda Europa, la resistencia a los antibióticos es un problema”, remarca la Dra. Comunión, y añade: “Por ello, hay que intentar hacer un uso racional de los antibióticos para evitar las resistencias antimicrobianas, ya que, realmente, uno de los problemas importantes es que nos vamos a quedar sin antibióticos”. “Lo que intentamos con Microbiología -añade- es hacer diagnósticos, rápidos y certeros y antibiogramas a distintos niveles para administrar el tratamiento idóneo y evitar así tratamientos antibióticos de forma empírica porque se ha visto que de esa forma aumenta mucho la resistencia”. “Nos preocupa esa resistencia que está surgiendo a los antibióticos -agrega, por su parte, la Dra. Vera- el estudio de la epidemiología molecular en las diferentes bacterias muestra, sobre todo, cómo estas bacterias están mutando y están generando resistencias a los tratamientos habituales, ya que hay mucha morbilidad y mortalidad relacionadas con las resistencias antimicrobianas”. ES PRECISO GARANTIZAR QUE TODAS LAS PERSONAS QUE ACUDEN A LOS SERVICIOS DE SALUD SEXUAL LO HAGAN EN UN ENTORNO LIBRE DE ESTIGMA Y DE DISCRIMINACIÓN PRINCIPALES ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son infecciones virales, bacterianas o parasitarias que se transmiten a través del contacto sexual. Actualmente, hay identificadas más de 20, entre bacterianas, parasitarias y virales. Asimismo, más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes se transmiten por contacto sexual, incluido el coito vaginal, anal o bucal. Según información de la OMS hay ocho patógenos causantes de las ITS más comunes, la mitad curables y la otra mitad incurables. Entre las actualmente curables están la sífilis, la gonorrea, la clamidia y la tricomoniasis, mientras que entre las infecciones incurables se encuentran la hepatitis B, el virus del herpes simple (VHS), el virus de inmundeficiencia humana (VIH) y el virus del papiloma humano (VPH). Actualmente, de estas enfermedades, están bajo la vigilancia epidemiológica tanto de la Unión Europea como de España: infección por clamidia, linfogranuloma venéreo, gonorrea, sífilis y sífilis congénita, infección gonocócica, e infección por el VIH/sida. Y es que algunas de las ITS más conocidas como la sífilis, la clamidiasis, la gonorrea, el VIH, el virus del papiloma humano (VPH), el virus del herpes genital, la tricomoniasis, la pediculosis o la sarna, están consideradas como un problema de Salud pública. “Preocupan especialmente aquellas que son de declaración obligatoria que más se han incrementado en los últimos años. A largo plazo pueden conllevar más complicaciones y llegar a alterar la calidad de vida del paciente”, apunta la Dra. Vera.
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