IM MEDICO #66

53 Esta iniciativa va dirigida a mujeres de todas las edades. Según Mancebo, cuando hablamos de cáncer ginecológico, estamos hablando de todo aquel que aparece en los genitales femeninos, y ahí tenemos una horquilla de pacientes y de edades muy variada. “Por ejemplo, la paciente con un carcinoma de cérvix es muchísimo más joven que una paciente con un carcinoma de endometrio. Muchos de los tratamientos en pacientes con carcinomas de cérvix también van a conllevar una menopausia precoz, derivada bien de la cirugía o de los tratamientos que les damos -radioterapia, quimioterapia...-; y en ellas es mucho más marcado el antes y el después de su actividad sexual una vez hemos hecho los tratamientos”, señala. La doctora señala que también hay pacientes mucho mayores, que tienen una menopausia instaurada, pero tienen su actividad sexual, y después de un tratamiento determinado también tienen estas molestias. “La sexualidad femenina es un tabú, en cuanto a que pensamos que a partir de una edad determinada las mujeres no tienen actividad sexual, y eso cada vez más tenemos que desdecirlo”. Tratamiento con láser para estimular la generación de colágeno Una de las alternativas que pueden ofrecer en estos casos es un láser de CO2 fraccionado, que se introduce en la vagina y estimula la generación de colágeno en esta zona. Esto permite “recuperar la elasticidad y la lubricación vaginales perdidas por la aparición avanzada de la menopausia que pueden causar los tratamientos, como la extracción de los ovarios, o por lesiones provocadas directamente por el tratamiento en la vagina, como puede causar la radioterapia”, explica el Dr. Josep Maria Solé Sedeño, responsable de la consulta monográfica. Según el doctor, no es el láser habitual que se utiliza para vaporizar lesiones o para cortar. “El haz del láser se divide en múltiples haces mucho más pequeños que no tienen una función destructora, sino que lo que hacen es estimular. A nivel de la mucosa vaginal, estimulan la parte dérmica, es decir, la parte más superficial, con la idea de recuperar el colágeno que se haya perdido”. Solé destaca que es un tratamiento que ya lleva mucho tiempo realizándose en otras áreas del cuerpo, por dermatólogos, como en la cara, por ejemplo, para evitar arrugas. “La innovación, que ya lleva tiempo haciéndose, es a nivel vaginal, también en mujeres afectas de menopausia, donde hace 10 o 15 años practicándose en muchas clínicas privadas. La novedad es que lo estamos aplicando en mujeres que quizá no son menopáusicas, pero han recibido un tratamiento a nivel vaginal, tipo radioterapia, o que han tenido un cáncer de mama y están tomando antiestrógenos, con lo cual, ya tengan menopausia o no, muchas veces sufren efectos indeseables a nivel vaginal, para las relaciones sexuales, sequedad, incomodidades, etc.” Solé Sedeño explica que este procedimiento, que se realiza sin anestesia porque no es doloroso y no molesta: “Se introduce un cilindro dentro de la vagina y se va disparando el láser poco a poco en todo el tubo vaginal, en 360º. Dura cinco o diez minutos, es muy sencillo, no hace falta venir en ayunas, y después la paciente puede seguir su vida normal, excepto algunas medidas a tener en cuenta, como por ejemplo no tener relaciones sexuales durante unos cuantos días o, si tienen un poquito de pérdidas, no asustarse”. El tratamiento completo son tres sesiones separadas por uno o dos meses. “En las mujeres que vemos que ha tenido efecto, están contentas con el tratamiento, tras la tercera sesión vamos haciendo un control. Vemos que al cabo de los meses muchas continúan mejorando, pero, si al año empieza a perder algo de eficacia, se puede hacer una dosis de recuerdo”. Beneficios de una iniciativa pionera La doctora Gemma Mancebo explica que la consulta del láser forma parte de un programa mucho más global e integrativo, “en el que pretendemos detectar de manera precoz este tipo de necesidades. De hecho, hicimos una iniciativa con grupos focales de pacientes en la que intentábamos detectar cuales eran las necesidades no cubiertas a nivel de la consulta de ginecología oncológica, y una de ellas era, evidentemente, este aspecto de la sexualidad”. El objetivo es darles un espacio de confianza “en el que puedan expresar esas dudas, esas necesidades, ver qué necesitan realmente y ver cómo podemos abordarlo. El láser tiene una indicación precisa, en cuanto a que tiene una acción local a nivel vaginal, pero la sexualidad tiene muchísimas más esferas”. “EL LÁSER TIENE UNA INDICACIÓN PRECISA, EN CUANTO A QUE TIENE UNA ACCIÓN LOCAL A NIVEL VAGINAL, PERO LA SEXUALIDAD TIENE MUCHÍSIMAS MÁS ESFERAS” El doctor Solé señala que la aceptación de las pacientes es muy positiva, “porque se trata de problemas que hasta ahora no tenían solución adecuada, porque si no son menopáusicas dar hormonas a nivel vaginal muchas veces no es la solución, y en pacientes con cáncer de mama tampoco es una opción”. Próximos pasos A partir de ahora quieren diseñar un programa más integral “en el que detectemos de manera precoz todas estas disfunciones, incluso antes de que aparezcan. Es decir, en el momento en que nosotros hagamos un diagnóstico y planteemos un manejo terapéutico, también darles un plan de cuidados personalizados”, comenta Gemma Mancebo. Una vez tengan el plan, harán un seguimiento mucho más proactivo de la aparición de posibles efectos secundarios de los tratamientos, y“poder abordarlos en una consulta específica donde haya un miembro del equipo de ginecología oncológica, una enfermera especializada y, después, si se requieren tratamientos más complejos, derivar a las mujeres a especialistas en el tema, sexólogos, psicólogos, etc. Y ese sería el programa integral que estamos aún diseñando”. Para el doctor Josep María Solé, uno de los principales retos es obtener datos: “Queremos crear evidencia a través de la práctica clínica que estamos llevando a cabo”. +

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