13 Ante un mercado dermatológico (D) en el que crecen todas sus principales clases terapéuticas, a excepción de los antimicóticos que, no obstante, mantienen su primacía y crecimiento en valor aunque menos, procede confirmar que las ventas de la mayoría de los productos para la piel se mantienen en niveles de crecimiento más que aceptables. Dado que son ya cuatro los años de subida sostenida para la mayoría de medicamentos que componen el mercado de los fármacos dermatológicos, como apoyo a los principales especialistas encargados de su prescripción como son los médicos de Atención Primaria y los propios dermatólogos. No todo brilla en primavera Entre otras épocas del año, también es ahora en que la primavera puede representar una mayor amenaza para las pieles sensibles. En ese sentido, la doctora Trinidad Montero, dermatóloga del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, advirtió de que una mayor exposición a las radiaciones solares puede empeorar las lesiones dermatológicas de base con mayor cancha para la dermatitis de contacto, alérgicas o irritativas. Un efecto que, según la también responsable clínica de la Unidad de Dermatitis Atópica (DA) en el hospital andaluz, “en primavera lo que ocurre, principalmente, es que las personas se encuentran más expuestas al exterior. Hay más horas de sol, la gente sale más, lleva menos ropa y se agravan enfermedades cutáneas más sensibles a la radiación ultravioleta, como puede ser el lupus o la rosácea. Además, en primavera también florecen las plantas y son más frecuentes las dermatitis de contacto alérgicas e incluso irritativas por culpa del polen. Y, por si esto fuera poco, al estar la piel más expuesta al sol, también aumentan las picaduras de insectos”. Con el ejemplo de que el polen, que actúa en pieles atópicas, burla la función de barrera que está alterada en la piel para facilitar las quemaduras solares y la hiperpigmentación. Junto a la aparición de lesiones en párpados o alrededor de boca, ojos y nariz con enrojecimiento, picor y quemazón en el caso de la dermatitis de contacto alérgica. Además de tener presente siempre, como recordó la doctora Montero en apelación a pacientes y al resto de los ciudadanos, que “hay que acudir al dermatólogo siempre que existan dudas sobre la patología en cuestión, si no se puede determinar y si se manifiesta duradera. Porque el dermatólogo realiza la amnanesis, explora al paciente e incluye el fenómeno en la historia clínica”. Dictando medidas como, por ejemplo, una protección efectiva contra los rayos del sol, “si el paciente tiene una lesión de base, por el peligro de agravamiento”. Binomio a disolver, cáncer y piel Ante un término, que resume a la vez cáncer grave y nuevas alternativas terapéuticas en Dermatología, como es melanoma, cabe recordar su prelidección por las personas de edad y su mayor riesgo de diseminación. Algo que se achaca en un estudio del Johns Hopkins Kimmel Cancer Center (EEUU) a que la piel envejecida se vuelve más rígida y libera mayor cantidad de la molécula de adhesión intercelular 1, o ICAM-1. Se trata de la proteína instigadora de la angiogénesis tumoral con potencial de envío de células malignas a otras regiones del organismo. Según el profesor Ashani Weeraratna, director asociado de investigación en el laboratorio del Centro Oncológico Kimmel y profesor de oncología en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, “a medida que se produce el envejecimiento, la rigidez de la piel cambia con implicaciones físicas, y de señalización que fomentan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos o su mal funcionamiento”. En paralelo a una reducción en la secreción de la proteína HAPLN1, como elemento preservador de la estructura de la matriz extracelular. De forma que, a menos HAPLN1 y más ICAM-1, se incrementa la irrigación del tumor con crecimiento y fuga de células malignas a otros órganos. Aspecto que hoy la investigación básica quiere revertir mediante la inhibición de ICAM-1 en modelos animales como se recogió recientemente en la revista Nature Aging. Mientras que, frente a tumores de la piel no melanomas, se potencia la cirugía de Mohs, como recordaba hace muy poco la doctora Ana Suárez Valle, dermatóloga del Hospital Quirónsalud San José de Madrid, por su idoneidad para los prevalentes carcinomas basocelulares y los epidermoides, al aportar certidumbre al cirujano de
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