IM MEDICO #68

42 UROLOG Í A de concentración de esta proteína en la sangre, siendo generalmente elevada en los pacientes que sufren cáncer de próstata. Antes, la mayoría de los médicos consideraban que obtener un nivel menor o igual a 4,0 ng/ml era lo adecuado. No obstante, no existe un valor que indique con certeza que se padece este tumor, pues es posible encontrar una gran concentración de PSA en otro tipo de afecciones no malignas de la próstata, como la hiperplasia benigna de próstata (HBP), prostatitis, retención agua de orina, biopsia de próstata o tras un masaje prostático. Sin embargo, sí es posible que se padezcan juntas ambas enfermedades, sin ser una la causante de la otra. Con todo ello, el PSA es mejor predictor del cáncer de próstata que el tacto rectal o la ecografía transrectal. Por lo tanto, es recomendable que las personas que presentan factores de riesgo se realizaran un análisis de este tipo para prevenir. Cáncer de vejiga El cáncer de vejiga es uno de los mas comunes, el quinto más diagnosticado en España en 2024, de acuerdo con la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), con 22.097 nuevos casos. Con una incidencia que afecta predominantemente a hombres, el perfil del paciente suele ser varón con una edad media de 70 años. Aunque se registran casos desde los 45 a 54 años, la mayoría se diagnostica entre los 65-75 años. La detección temprana es fundamental, siendo la hematuria uno de los síntomas más frecuentes y tempranos. Prestar atención a la presencia de sangre en la orina y otros síntomas como dolor al orinar, incontinencia o necesidad frecuente de orinar puede ser clave para un diagnóstico precoz. Enrique Grande, jefe de Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid, confirma que ellos, los hombres, acuden menos a consulta ante posibles síntomas: “Tienden a ser más reacios que las mujeres a chequear su salud o a acudir a consulta médica debido a varias razones tales como la falta de conciencia sobre la importancia de la salud preventiva, el miedo al diagnóstico de enfermedades graves, creencias culturales sobre la masculinidad y la debilidad, la denegación o minimización de los síntomas o la falta de tiempo o prioridades diferentes”. Precisamente, tal y como recordaron desde Merck, el pasado 5 de mayo, por el Día Mundial del Cáncer de Vejiga, su diagnóstico es crucial y se puede realizar mediante un sencillo análisis de orina. Los tratamientos varían según el estadio de la enfermedad si bien la detección temprana mejora significativamente las tasas de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. ESTIMACIÓN NÚMERO CASOS NUEVOS DE CÁNCER EN ESPAÑA · 2024 ESTIMACIÓN DE LA PREVALENCIA TOTAL DE TUMORES EN ESPAÑA · 2020 Mujeres Hombres Ambos sexos Cáncer de próstata - 30.316 30.316 Cáncer de testículo - 1.549 1.549 Cáncer de vejiga 2.850 18.247 22.097 Cáncer de riñón (sin pelvis) 3.048 6.160 9.208 Mujeres Hombres Cáncer de próstata - 259.788 Cáncer de testículo - 30.569 Cáncer de vejiga 62.462 149.795 Cáncer de riñón (sin pelvis) 17.256 44.137 Fuente: Las cifras del cáncer en España 2024. SEOM. LA BIOPSIA CON FUSIÓN DE IMÁGENES Un resultado sospechoso en el aumento de la PSA o del tacto rectal aconseja la realización de una biopsia de próstata para descartar o no la existencia de un cáncer. Con la biopsia se obtienen pequeñas muestras de tejido microscópico de la glándula que ayuda a saber con precisión si el crecimiento prostático es benigno o existen células cancerígenas. La biopsia con fusión de imágenes es una técnica que permite fusionar las imágenes de una resonancia magnética (realizada previamente a la intervención) y de una ecografía que se efectúa en el mismo momento de la biopsia para orientar la aguja de punción. La principal ventaja que aporta la biopsia de próstata con fusión de imágenes sobre la biopsia convencional radica en que disminuye las infecciones y permite llegar a zonas de la próstata de difícil acceso, en especial la parte anterior de la glándula, donde pueden existir tumores de comportamiento agresivo y de peor pronóstico, que a veces se suelen diagnosticar tarde y en estado avanzado. Además, ofrece una información mucho más fiable sobre la localización, tamaño y agresividad del cáncer. Esta prueba, que dura en torno a media hora, se realiza de forma ambulatoria con sedación en el quirófano, por lo que el paciente puede irse de alta a las dos horas del procedimiento y sólo sentirá una leve molestia en el periné durante las primeras horas, que se resuelve con frío local y antiinflamatorios.

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