IM MEDICO #68

60 UROLOG Í A CLAVE PARA EVITAR ENFERMEDADES IRREVERSIBLES EN EL RIÑÓN Tratar la estenosis uretral es clave para evitar enfermedades irreversibles en el riñón. “Una obstrucción del tramo urinario, sea por el origen que sea, y uno de ellos es la estenosis de uretra, puede afectar a la función renal porque la presión de orina que se va acumulando se transmite indirectamente y de manera ascendente, dilatando esos riñones, que no pueden vaciar la orina como toca. Esa hiper presión acaba haciendo que no puedan filtrar tampoco lo que toca y, por consiguiente, que vaya empeorando la función renal”, avisa el Dr. Javier Ponce de León. Un caso típico es el de las válvulas uretrales en niños, que tienen ecográficamente una dilatación renal, en la que puede ya existir una alteración de función renal. Aquí, hay que tratarlos con premura para que no padezcan una afectación renal de por vida. Y están los pacientes típicos de estenosis de uretra o de las próstatas obstructivas de larga evolución, que pueden afectar con una dilatación y alteración renal. Cuando hay una afectación de función renal, “lo primero es diagnosticar el por qué y muchas veces se acaba puncionando y drenando la orina de los riñones o poniendo algún tipo de sonda suprapúbica o sonda vesical en el caso de la próstata para drenar la orina, ver la mejoría de esa función renal y después actuar en consecuencia con el tratamiento que toque”. “EL AVANCE MAYOR QUE HA HABIDO ES QUE ANTES HACÍAMOS CIRUGÍAS DE COLGAJOS Y, HOY EN DÍA, LAS HACEMOS DE INJERTOS” mamente invasivos. Eso sí, “sólo está indicado en las estenosis cortas de la uretra bulbar y sin que tengan ningún tratamiento previo”. “Son estos diagnósticos precoces, tal vez en gente joven, y la tasa de éxito no es muy alta”, dice. Rondaría el 25%. Se puede realizar una vez. Si ya fracasa la primera, lo normal es que una segunda no tenga éxito. Así, el tratamiento quirúrgico es la mejor opción terapéutica para resolver la obstrucción de uretra. Existen muchos tipos de uretroplastia, dependiendo de la localización y la longitud. “El avance mayor que ha habido es que antes hacíamos cirugías de colgajos y, hoy en día, las hacemos de injertos, procedentes sobre todo de la mucosa bucal”, expone. Comunica que los resultados de éxito de las cirugías están entre un 80 y 90%. Otra posibilidad es la del tratamiento con un balón, en aquellos pacientes que tienen estenosis estrictamente bulbares, que lleva paclitaxel impregnada, que inhibe la cicatrización. Ese balón dilata a un calibre de un centímetro y, con presión, impregna esa medicación a la zona ésa donde está la estenosis dilatada e inhibe su recicatrización para que no vuelva a hacer la estenosis. “La ventaja es que en vez de hablar de una tasa de éxito de un 25% de la uretrotomía o la dilatación sin más, con esta medicación, puede llegar al 70%, con seguimiento corto. No sabemos qué ocurrirá de aquí a diez años. De momento, estamos en un seguimiento de más o menos cinco años y se mantienen los buenos resultados”, declara. En los casos en los que no hay posibilidad de reconstrucción de la uretra, porque hay una afectación completa o porque ya lleva muchas cirugías y no quedan tejidos de ningún tipo para sustituir o para ampliar, se le ofrece al paciente una uretrostomía perineal o meato perineal, que consiste en realizar una conexión de la uretra con la piel, con un colgajo a nivel del periné, justo por encima del ano, y el paciente tendrá que orinar sentado. Esto ya es cuando no queda ninguna otra opción, aparte de las dilataciones que también se pueden realizar en los pacientes si las toleran y tienen un buen resultado. + DE ORIGEN DESCONOCIDO “La causa mayor de estenosis de uretra es de origen desconocido”, informa el Dr. Javier Ponce de León. En la mayoría de los pacientes, no hay un diagnóstico de por qué la tienen. En esos casos, pueden pasar muchos años porque el paciente se va adaptando a una micción que la considera como normal. Por eso, puede ser que de golpe vean que no orinan como los demás. Hace poco, un paciente le contó que se dio cuenta al ver cómo orinaban sus hijos y comprobar que lo suyo era muy distinto, muy prolongado y con un chorro muy finito. De ahí vino el que acudiera al urólogo para estudiarse. A veces, se sufren complicaciones como infecciones de orina secundarias y esto termina con el diagnóstico de la estenosis. Hay otras patologías que la pueden dar, aunque, a medida que se van realizando los estudios, se van descartando y haciendo diagnósticos hasta llegar al de la estenosis. El resto, suele ser por traumatismos o cirugías. La cirugía de próstata transuretral puede, en alrededor del 2% o 5%, desencadenar una estenosis. Otras causas pueden ser las inflamaciones causadas por infecciones de transmisión sexual (ITS) -causa menos frecuente actualmente gracias a su diagnóstico precoz- o la enfermedad del liquen escleroso, que empieza por el extremo y va avanzando internamente. Señales de alarma “La peor señal de alarma es la retención aguda de orina”, afirma el Dr. Ponce de León. Cuando hay una retención aguda de orina, el paciente va a acudir a Urgencias porque no puede orinar. “Muchas veces hay una dificultad para poder sondar a los pacientes, que suele ser algo secundario de la estenosis de uretra”, matiza. Será el primer diagnóstico de presunción. Estos pacientes muchas veces acaban con una sonda suprapúbica directa en la vejiga. Otros síntomas pueden ser tanto irritativos como obstructivos. En general,“los médicos de familia están familiarizados en el tratamiento de lo que es la próstata”. Si bien, “en caso de que no haya respuesta a estos tratamientos, han de pensar que hay un algo más que el urólogo tendrá que poner en marcha, y se suele remitir a este especialista”. Insiste en que, “ante la duda, el urólogo está ahí”. Los principales tratamientos de la estenosis de uretra pasan por la uretrotomía endoscópica o la dilatación con balón, que poseen una intención curativa y son míni-

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