84 DIGITALIZACIÓN Sin dejar de señalar la asunción previa de que tal IA representa riesgos potenciales para los sistemas democráticos, los derechos individuales y el medio ambiente. De lo que se extraen prohibiciones de aplicación como los sistemas de categorización biométrica que se basan en características sensibles y la captura indiscriminada de imágenes faciales de internet o grabaciones de cámaras de vigilancia con las que se puedan crear bases de datos de reconocimiento facial. A la vez que se proscriben métodos de reconocimiento de emociones en los puestos de trabajo y los colegios, los sistemas de puntuación ciudadana, las actuaciones policiales anticipadas y basadas en perfiles personales dudosos o de evaluación de sus características, así como toda IA que permita la manipulación del comportamiento humano o pueda valerse de cualquier tipo de vulnerabilidad. Sin dar permiso, inicialmente, a la identificación biométrica por parte de los cuerpos de seguridad ciudadana. Mientras que los sistemas de identificación biométrica en tiempo real sólo podrán ser usados en tiempo y lugar específicos, mediando una autorización judicial o administrativa y con carácter previo a su realización. Siendo factible, sin embargo, para búsquedas selectivas de personas desaparecidas o para prevenir actos terroristas. A la vez que los sistemas de uso a posteriori se consideran de alto riesgo y también requieren autorización judicial por sus implicaciones en los procesos de tipo penal. Frente a imágenes ultrafalsificadas Así mismo, y en espacios y servicios públicos y privados como los destinados a la salud, el reglamento europeo exige evaluar y reducir los riesgos que suponga la IA, mantener registros de uso y velar por la supervisión humana con criterio de transparencia, con derecho por parte de los ciudadanos, y en este caso, pacientes, para pedir y recibir las explicaciones correspondientes a los usos o decisiones derivados de la IA que pudieran afectar a sus derechos. Donde los modelos que planteen riesgos sistémicos para la ciudadanía quedan sujetos a requisitos adicionales para que se eviten incidentes. Con obligación de etiquetado de los contenidos como las imágenes, audios y vídeos artificiales o manipulados y considerables como ultrafalsificaciones. Ante este panorama normativo, no obstante, la UE ha puesto en marcha la Oficina de IA para asesoramiento de las empresas, y otras organizaciones, y que estas puedan regir sus actividades según los valores humanos y europeos durante la implantación de sus sistemas de IA. Inteligencia aumentada en EEUU y auge de China En las últimas revisiones de su documento ad hoc, la Asociación Médica Estadounidense (AMA) se centró en el concepto de la inteligencia aumentada en medicina como superación del término IA, porque incide aquella más en el rol asistencial y la idea de ampliar la inteligencia humana en lugar de reemplazarla, pero usando la IA para poder ofrecer mejores cuidados y mayores tasas de bienestar a los pacientes. De forma que la AMA aconseja que la IA pueda ser usada por los facultativos norteamericanos con salvaguarda de los datos y requisitos de ciberseguridad, mediante el uso de sistemas de toma de decisiones automáticas. Para lo que la institución realizó una encuesta a mil facultativos en la que se acreditó un uso de la IA, que un 65% de ellos apreció con bastante entusiasmo al menos una ventaja de dcha tecnología durante su práctica profesional, sin dejar de reclamar sin embargo mayor investigación preferiblemente clínica en este terreno. De lo que la AMA espera ampliar el marco de uso de la IA para potenciar la atención en la comunidad. Dado que tal IA fue considerada como una herramienta poderosa para mejorar las dinámicas laborales de los médicos, como indicó la doctora Kimberly Lomis, vicepresidenta de la AMA. También fuera de nuestras fronteras se busca el aprovechamiento de la IA para salir al paso de problemas organizativos como la falta de médicos o el exceso en los tiempos de espera para la atención, como se plantea en hospitales de Reino Unido, China o Japón, según las páginas de la revista Nature Medicine. Atribuyendo además a esta tecnología la capacidad de identificar más tempranamente parte de las enfermedades infantiles. En el caso del gigante asiático, y a partir de datos de 6.000 pacientes con la colaboración de investigadores de EEUU, se pudo alcanzar una precisión cercana al 90% en patologías pediátricas tan diversas como el asma o la meningitis. Un ejemplo de que China podría ser el país líder en IA médica con la frontera puesta de momento en el año 2030. Una previsión especialmente azuzada por sus listas de espera, a pesar de su alta tasa de facultativos, calculada en 1,8 médicos por 1.000 habitantes (OCDE, 2017). Entre estos desarrollos chinos de nueva factura, una tecnología que aúna IA y cámaras permitió a la Universidad Sun Yat-Sen, con el motor de búsqueda China Baidu, identificar tres tipos de patología ocular con una precisión del 94%. Una ayuda innegable para el término de Deqing, en la provincia de Guangdong, en cuyos espacios rurales se da una tradicional falta de oftalmólogos. Como otro ejemplo, el Hospital de la Amistad China-Japón, situado en el distrito de Chaoyang, de Pekín (China), se propuso compensar el deficiente número de dermatólogos detectado en el país con la aplicación Quality Skin y su virtualidad para diagnosticar 2.000 patologías de la piel. Enfermedades para parte de las cuales también existe un servicio médico oficial de acupuntura en el centro. En la misma línea, Japón lleva cerca de siete años en el empeño de aplicar desarrollos de IA a sus hospitales con una potente inversión para su optimización organizativa y de sus circuitos de cirugía. Dado que Japón también comparte con China su déficit de médicos especialmente en el medio rural. Esta preocupación conocida en Extremo Oriente también se manifiesta de manera más próxima geográficamente en Reino Unido, donde los tiempos de espera para recibir tratamientos especializados se han extendido notablemente en los últimos años dentro del Servicio Nacional de Salud (NHS). Problemática a cuya corrección se aplican los expertos del University College London Hospital (UCLH), empezando por la sistematización del dolor coronario mediante IA. A la velocidad de la IA generativa 2023 dejó como conclusión que no ha habido hasta la fecha una tecnología en la Historia que se haya desarrollado
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