95 Por ejemplo, en Cardiología, donde están más desarrolladas es en el campo de la insuficiencia cardiaca. “Ya hay varios sistemas que permiten enviar al médico o a la enfermera valores como la presión arterial, la frecuencia cardiaca, el peso diario, etc. Toda esa información queda registrada, y ante la mínima señal de alarma, comprobamos si el paciente se está empezando a descompensar”, avanza. Por lo tanto, apunta el facultativo, “puedes asegurar un seguimiento mucho más estrecho del paciente con insuficiencia cardiaca gracias a estas terapias digitales, sin necesidad de aumentar los recursos humanos que son tan limitados como los que tenemos hasta ahora”. El problema que existe en España para que lleguen a los pacientes“es que, una vez hecho el piloto y validado el estudio, el siguiente paso es la implementación en los hospitales”. “Eso sí es más dificultoso, porque, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos, falta un marco regulatorio claro”, agrega Escobar. ¿Para qué es necesaria esa regulación? Por varias razones, según comenta el especialista. “En primer lugar, si yo quiero hacer un estudio piloto, para saber qué pasos tengo que seguir”. Y luego, prosigue, “a la hora de implementarlas en el SNS, falta esa regulación para que nos diga con quién tengo que hablar, qué criterios tengo que cumplir, si tiene rembolso o no en el futuro, etc. Por ejemplo, en Alemania, donde ya están más reguladas, hay unas diez terapias digitales que ya tienen incluso reembolso”. Es decir, se ha comprobado que también son buenas para el sistema sanitario, “pues al mejorar la atención a los pacientes, están más controlados, por lo tanto ingresan meno. Y, globalmente, eso beneficia al sistema sanitario”. “Una terapia digital que realmente sea útil es mejor para el paciente y para el médico, pero también para el sistema porque disminuye el gasto sanitario de manera global”, reflexiona. Pero a su vez, que haya en vigor un marco regulatorio que autorice una terapia digital, ayuda a que el médico esté más conforme en el momento de pautar esa terapia digital. “Porque eso significa que tiene una serie de estudios detrás, hay una evidencia científica que lo avala”, indica el cardiólogo. Además, hay otros tantos escollos para que estas terapias lleguen al sistema sanitario, si bien en opinión del experto todos se pueden resolver con tiempo y trabajando. Respecto al profesional sanitario, el principal es el desconocimiento. “Un grupo de médicos sí está interesado en las nuevas tecnologías, sin embargo, para el resto, existe una barrera en el sentido de que no está regulado. O sea, si yo tengo que prescribir una terapia digital, surgen dudas como ¿qué estoy prescribiendo? ¿A quién se lo puedo prescribir? Y si pasa algo, ¿cómo está cubierto todo el sistema de manera legal? También se da cierto desconocimiento en si esto me va a dar más trabajo o no me lo va a quitar. O si se implementa esto, ¿pueden variar las contrataciones? En suma, hay mucho desconocimiento en ese sentido”. Entonces, a su modo de ver, para superar esa barrera, “hay que informar y educar a los profesionales sanitarios para hacerles entender que es una herramienta que, en realidad, les facilita la vida”. “Por un lado, en el momento que ya esté regulado, pueden pautar tranquilamente cualquier tratamiento al paciente. Y por otro lado, va a ayudar en el día a día de nuestros pacientes, de tal forma que los seguimientos que hagamos con la terapia digital, aportarán más valor todavía a cualquier acto sanitario que hagamos”, desarrolla. La tercera barrera tiene que ver con el propio paciente. Como explica Carlos Escobar, este “está acostumbrado a que sea prácticamente todo presencial y que no haya ningún dispositivo o asistente virtual que lo llame”. Con lo cual, indica, “hay que informarlo de que realmente se trata de una herramienta complementaria a todo lo que estamos haciendo ahora, así como que puede servir para el mejor control de su patología. Que es una herramienta más que lo ayuda a sentirse a gusto, en tanto que va a estar más controlado”. “Lógicamente, no todo el mundo está acostumbrado a las nuevas tecnologías, sobre todo los pacientes más mayores. Por eso, una de las cosas que hay que lograr es que la terapia digital sea muy sencilla y aplicable a todo el mundo. Y si por lo que sea algún paciente no puede acceder, al menos facilitar que el cuidador si pueda acceder a esa terapia digital para ayudar al paciente”, aclara. Sin embargo, todos esos handicaps, a juicio del doctor, se pueden solucionar. Humanizar la atención al paciente gracias a la tecnología De la misma forma, el cardiólogo de La Paz destaca otro punto a favor que beneficia al paciente. “La tecnología nos permite humanizar la atención, pues ahora mismo, al estar tan “EN TECNOLOGÍA SANITARIA, ESPAÑA ES UNO DE LOS PAÍSES MÁS AVANZADOS DEL MUNDO” sobrecargados, muchas veces estás más pendiente en la consulta de mirar una analítica o de estar escribiendo en la historia clínica que de poder mirar a la cara al paciente”. Con todo este sistema, en cambio, “al haber muchas cosas que se automatizan, disponemos de más información sobre el paciente, lo cual nos permite no solo hacer un seguimiento mejor, sino también mejorar la atención y poder hablar con ellos más de lo que lo estamos haciendo”. Sobre si las terapias digitales tendrán cabida a corto o medio plazo en el sistema sanitario español, a su modo de ver es seguro que dentro de un tiempo así será, dado que “se están implementando en muchos países con resultados satisfactorios”. A corto plazo, sin embargo, todo depende de cuándo se lleve a cabo esa regulación. “Aunque no es tan dificultosa. De hecho, desde el consorcio de DTx hemos propuesto la elaboración de un Libro Blanco, y en uno de los puntos resumimos cómo ha sido la regulación en los distintos países europeos. Por lo tanto, cogiendo ideas de lo que se ha hecho en otros sitios tampoco es muy difícil, solo hace falta adaptarlo a España”. Así pues, insiste Escobar, “redactar un marco regulatorio adecuado es el primer paso; el segundo es educar e informar tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes”. Pero para él es algo que se podrá realizar en un par de años. Más todavía en comparación con otros países. Pese a lo que se cree, “en tecnología sanitaria, España es uno de los más avanzados del mundo”. “Es de los pocos países que tiene toda la historia clínica electrónica, lo que facilita mucho el desarrollo y la implementación de las terapias digitales. Además, existe un módulo único de prescripción en toda España”. “Esa interconectividad de los distintos sistemas sanitarios a la hora de prescribir un fármaco, junto a la historia clínica electrónica, facilita mucho la implementación de las terapias digitales”, concluye. +
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