IM MEDICO #69

29 en 2020 en el contexto de la pandemia de Covid-19, pero existen grandes diferencias en recursos y actividad entre los centros y entre las comunidades autónomas. Estamos preparando un nuevo estudio, que contamos con poder tener los resultados para una nueva edición RECALSEEN 2025”, continúan detallando. La obesidad y otras ‘pandemias’ del sistema endocrino Respecto a las patologías más prevalentes, Ignacio Bernabéu y Francisco Pita aclaran que, aunque se hable mucho de la obesidad y la diabetes, “las enfermedades del tiroides también están muy presentes en nuestras consultas, tanto por la disfunción (hiper o hipotiroidismo) como por la patología estructural (bocio, nódulos y cáncer de tiroides)”. Cabe destacar que “hay importantes avances en las posibilidades diagnósticas de los nódulos tiroideos que pueden facilitar la diferenciación entre nódulos benignos y malignos, evitando así intervenciones no necesarias”. Por otro lado, mencionan las patologías del metabolismo de lípidos y mineral-óseo y así como la enfermedad esteatósica metabólica, pues “se encuentran en nuestro campo de actuación e interés, colaborando con otras especialidades”. “La patología hipofisaria, adrenal y gonadal también son frecuente motivo de consulta (entre otros adenomas de hipófisis, lesiones adrenales, hirsutismo / hiperandrogenismo ovárico, disfunción sexual, etc.)”, agregan los expertos. En esta línea, continúan, “no debemos olvidar las consultas de personas transgénero; o en el ámbito pediátrico, son muy frecuentes la diabetes tipo 1 y los problemas de desarrollo puberal y crecimiento. También la desnutrición requiere una importante atención por nuestra parte, tanto en los pacientes ingresados como en las consultas”. Como puede verse, es un campo un asistencia es muy amplio. Por esa razón, desde la SEEN, han iniciado hace unos meses “una campaña para informar a la población y dar a conocer aspectos de las patologías que tratamos; la campaña se llama ‘12 meses en Endocrinología y Nutrición, 12 pasos hacia la salud’”, informan. Aunque no por ello hay que dejar a un lado la obesidad. De hecho, la SEEN llevó al Congreso de los Diputados la necesidad de considerar la obesidad una enfermedad crónica, debido a que se trata “de una enfermedad muy prevalente, pero infradiagnosticada, con el agravante de tener una inadecuada coordinación entre los diferentes profesionales sanitarios y entornos clínicos”, avisan los facultativos. Al respecto, “los datos que se presentaron indican que un 27 % de las personas con obesidad subestima su condición real de peso, lo que provoca, a su vez, un retraso significativo en la búsqueda de atención médica y, además, hasta en el 30 % de los casos no se codifica a la obesidad como diagnóstico en las historias clínicas”. Además, consideran alarmante que solo el 67 % de los pacientes tiene acceso a algún tipo de atención sanitaria, y cuando la reciben son atendidos por una media de dos o tres especialistas. Por todo esto, recalcan Bernabéu y Pita, “es importante que se considere la obesidad como lo que es, una enfermedad crónica con graves consecuencias, siendo fundamental el abordaje multidisciplinar, tanto en la prevención, como en la identificación de las personas con mayor riesgo, la evaluación y el tratamiento de los afectados”. Para esto, los endocrinólogos explican que se necesita un Plan Nacional en el que participen todos los actores implicados: Administración Central y Autonómica, Ministerios y Consejerías de Sanidad y Educación. A su modo de ver, “esto facilitaría una adecuada accesibilidad en condiciones de equidad de financiación pública a los distintos tratamientos, incluyendo los nuevos fármacos de reciente comercialización, la cirugía bariátrica (sin demoras superiores a las existentes en otras intervenciones) o la atención psicológica individualizada”. Avances “revolucionarios” En cuanto a avances introducidos en los últimos años en este campo, los directivos de la SEEN destacan el empleo en la práctica clínica diaria de la valoración morfofuncional, “para no limitarnos a valorar a un paciente según el peso”. En palabras de los especialistas, “gracias al desarrollo e implementación de técnicas como la bioimpedancia y ecografía, podemos valorar de un modo más aproximado el estado nutricional de una persona; sabíamos que el índice de masa corporal (IMC) no bastaba, porque teníamos pacientes con IMC similar, pero con evoluciones muy distintas. Ahora podemos valorar de un modo más certero los compartimentos corporales que tiene influencia en la evolución de la enfermedad metabólico-nutricional, como son el músculo y la grasa”. Como avance terapéutico, opinan que “los agonistas del receptor de GLP-1 han supuesto una revolución en el tratamiento de la diabetes y la obesidad”. De hecho, recuerdan que los cinco científicos que investigaron y trabajaron en la identificación del GLP-1 son los ganadores del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2024. Es decir, “la especialidad cada vez se tecnifica más, y se beneficia de tratamientos más dirigidos y personalizados a los pacientes”. Así pues, se dirige hacia un panorama en el que “cada vez conocemos mejor las enfermedades y la investigación nos ayuda a buscar fármacos más eficaces y cómodos para el paciente”. Esto, para los especialistas, se ha visto en estos 100 años desde que se empezó a emplear la insulina hasta el presente. “Tenemos fármacos nuevos para la obesidad y para los trastornos lipídicos, que modifican el escenario de actuación con respecto a hace unos años”. Ahora bien, hacen hincapié en que “la prevención de las enfermedades mediante un estilo de vida saludable debe estar muy presente, aunque dispongamos de estas novedades”. Por otro lado, los doctores de la SEEN marcan “la implementación de la detección, diagnóstico y accesibilidad al tratamiento de la obesidad y desnutrición como uno de nuestros mayores objetivos y deseos”. Por eso, señalan, “consideramos que las campañas de divulgación y sensibilización son necesarias, así como que los decisores políticos conozcan la relevancia y graves consecuencias de estas dos enfermedades, que influyen en el pronóstico, resultados y costes”. Pero, al mismo tiempo, Ignacio Bernabéu y Francisco Pita dejan claro, para concluir, que “los endocrinólogos no debemos rendirnos pese a todas las dificultades administrativas y sociales presentes, y para eso contamos con otros profesionales sanitarios y otros especialistas médicos que también están relacionados con estas patologías y participan en distintos equipos y grupos desde los que nos apoyan”. +

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