IM MEDICO #70

58 SALUD MENTAL luntario, como forma de poder aplicar el tratamiento necesario. Pero las limitaciones a la libertad individual deben ser siempre “temporales, proporcionadas y lo menos coercitivas posible”. “De forma semejante a lo que se realiza en otras especialidades médicas; por ejemplo, en las UCIs es habitual que se practiquen estas medidas y no generan un cuestionamiento de la atención. Por otra parte, todas las medidas deben aplicarse con garantía judicial, de acuerdo con la legislación vigente”, añade. En cuanto a la medicación y a otras terapias biológicas, el facultativo señala que se trata de herramientas terapéuticas “poderosas y necesarias para una correcta atención psiquiátrica”. “Evidentemente –detalla–, su empleo debe ser ajustado de forma individual, siguiendo el principio de emplear la menor dosis eficaz, y controlando los tiempos de aplicación del tratamiento. Exactamente igual que en las otras ramas de la medicina”. En este sentido, Martín Carrasco aclara que algunos fármacos tienen riesgo de mala utilización, y si se generaliza un empleo inadecuado, puede tener consecuencias muy graves. “Tenemos ejemplos muy recientes, como la epidemia de adicciones a los analgésicos que azota los EE. UU.”, ejemplifica. Para optimizar el tratamiento con fármacos, es importante “que haya una información sanitaria adecuada en la población, y que los profesionales de la salud estén debidamente formados sobre los riesgos que conlleva la utilización de fármacos y sobre las alternativas a los mismos”. Terapias alternativas En cuanto a otro tipo de terapias, el psiquiatra aclara que lo fundamental es “el grado de evidencia científica que las sustenta”. “Como rama de la medicina, la psiquiatría emplea el conocimiento que se ha obtenido siguiendo el método científico y no considera, por lo tanto, otras fuentes de legitimidad de las terapias que se ofrecen”, apunta. Así, sostiene que un problema de las terapias alternativas es que pueden privar a la persona “del acceso a un tratamiento contrastado, con los efectos indeseables que ello pueda conllevar”. “Me parece importante que las personas tengan acceso a una información veraz sobre la base científica de las terapias que se ofrecen y, a partir de ahí, que tomen sus decisiones. Ello no es óbice a que algunas de las terapias alternativas, que por ejemplo se ofrecen dentro de un contexto que afecta a la libertad de la persona, como las sectas, deban considerarse desde el punto de vista de la Salud pública y aplicarse, por lo tanto, la legislación oportuna”, aclara. Otro asunto que aborda el doctor Martín Carrasco es cómo afrontamos el estrés y la ansiedad en esta sociedad en constante movimiento. “Afortunadamente –sostiene–, el ser humano tiene siempre una libertad básica, la de elegir la actitud con la que afrontar las situaciones que se plantean en su vida. Es decir, no elegimos lo que nos toca vivir, pero sí como hacerlo”. Por lo tanto, el doctor considera que frente a una sociedad que genera “inseguridad, estrés, incomunicación y aceleración del ritmo de vida”, es necesario que cada persona haga “una reevaluación de su situación, reflexione sobre lo que le toca vivir y tome una serie de decisiones en consecuencia”, añade. “También hay que considerar –matiza– la situación de las poblaciones vulnerables, que sufren problemas concretos, como inseguridad económica, acceso a la vivienda, desempleo, etcétera, y a los que deben proporcionar la ayuda necesarias, incluyendo, y no en último lugar, el acceso a la atención psiquiátrica en igualdad de oportunidades al resto de la población”. + “LAS DIFERENCIAS SON TALES QUE, POR EJEMPLO, EL RATIO DE PSIQUIATRAS DE LAS COMUNIDADES MÁS FAVORECIDAS PUEDE TRIPLICAR AL DE LAS COMUNIDADES CON MENOS RECURSOS”

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