73 La población española tiene una esperanza de vida al nacer de 84 años y se calcula que, para el 2050, ésta se elevará hasta los 87 años. Los mayores se vuelven personas con patologías crónicas y, en muchos casos, tienen más de dos enfermedades de este tipo. La medicina interna está relacionada con el diagnóstico y tratamiento integral de las enfermedades. En concreto, las que afectan a todo el organismo o a un solo órgano, y que no requieren asistencia quirúrgica. Además, se ocupa de las enfermedades sistémicas. Es decir, de las que alteran a la vez diferentes partes del organismo. Gracias a sus conocimientos multidisciplinares, los profesionales de la medicina interna cumplen con la función de diversos especialistas, evitando el solapamiento de los tratamientos. No hay que olvidar que los internistas son primordiales para manejar pacientes con múltiples patologías. En España, esta especialidad no está exenta de desafíos. A pesar de su importancia, existe una preocupación creciente por la falta de especialistas en medicina interna, al igual que ocurre con otras especialidades, como la psiquiatría. Otro de los retos se refiere a la innovación y a la formación. La medicina interna se está adaptando a los avances tecnológicos y científicos. Los internistas están cada vez más involucrados en el manejo de nuevas tecnologías, como la telemedicina y la inteligencia artificial (IA), que están transformando la forma en que se presta la atención médica. Respecto a su rol en la Atención Primaria (AP), éste está aumentando a pesar de que tradicionalmente los internistas han trabajado en hospitales. De hecho, cada vez se les percibe como más fundamentales a la hora de mejorar la coordinación entre los niveles asistenciales, lo que es vital para el manejo de pacientes crónicos. Eso sí, una queja frecuente es que muchos servicios de medicina interna están sobrecargados, especialmente en hospitales públicos. La presión asistencial es alta. A su vez, los internistas están luchando por un mayor reconocimiento y mejores condiciones laborales. Multidisciplinariedad Juana Carretero, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), en las pasadas I Jornadas sobre el Papel de la Medicina Interna en el abordaje de los Pacientes Crónicos Complejos y con Multimorbilidad´, consideró que los internistas españoles creen que“el sistema sanitario tendrá que adaptarse y que necesita cambios que permitan dar respuesta a todos los aspectos y necesidades de atención que presentan las personas crónicas complejas y con multimorbilidad, que irán al alza en los próximos años por el envejecimiento poblacional”. A su juicio, “se precisa de un abordaje integral y equipos multidisciplinares, que garanticen la coordinación y la continuidad asistencial en todo momento”. En este escenario, los internistas tienen mucho que decir y que aportar, por su versatilidad y su visión integral de la persona y de todos sus problemas de salud. Los datos del grupo de Cronicidad y Pluripatología de la SEMI y del estudio CRONICOM arrojan que el 60 % de pacientes que ingresan en los Servicios de Medicina Interna de los hospitales españoles se consideran pacientes crónicos complejos (PCC), al presentar patologías crónicas de alta complejidad. Y el 40 % de ellos tiene dos o más enfermedades crónicas de larga evolución. Tal y como constata el último informe RECALMIN, impulsado por la SEMI y el Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS) para conocer la actividad de los Servicios de Medicina Interna de los hospitales de todo el país, el 59 % de los Servicios de Medicina Interna (SMI) tiene un programa estructurado de atención al paciente crónico complejo, con una cobertura poblacional total estimada en un 30 %. Un 43 % de estas unidades ha desarrollado un proceso de atención conjunta con Atención Primaria. Detrás de los ingresos hospitalarios en este perfil de paciente, se encuentra, en la mayoría de los casos, la insuficiencia cardíaca (46 %), la diabetes (35 %-40 %) y la enfermedad renal crónica (36 %). Otros de los motivos de ingreso frecuentes son las patologías infecciosas, sobre todo infecciones de tipo urinario y neumonías, que en este perfil de pacientes descompensan sus patologías crónicas, lo que dificulta el manejo terapéutico. Por otro lado, con frecuencia, coexisten otras patologías, como la anemia en el 15 % o
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