23 cerebrovasculares al aplicar un enfoque integral que aborde las carencias a lo largo de todo el proceso asistencial del ictus, desde el diagnóstico y el tratamiento de urgencia hasta la rehabilitación y la prevención de ictus recurrentes. La estrategia más importante: la prevención Al respecto, el doctor Carlos Molina, jefe de sección del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Vall d’Hebron y del grupo de Investigación en Ictus del Vall d’Hebron Instituto de Investigación y coordinador científico de este proyecto, destaca que uno de los pilares de UMBRELLA se dedica a la prevención. “Esta parte es muy importante, sobre todo la secundaria, es decir, evitar que el ictus vuelva a pasar. En ese sentido, la iniciativa desplegará en todos los hospitales una plataforma digital de acompañamiento de los pacientes llamada NORA, la cual facilitará el seguimiento digital, mejorando su adherencia, así como el control de los factores de riesgo cardiovascular”. Y con ello, “la recurrencia, o sea, que vuelven a tener un nuevo ictus”, remarca. En palabras de Molina, la estrategia más importante es que está centrada en el paciente. En cuanto a la prevención primaria, la que ocurre antes de que suceda el ictus, se trata de un control de los factores riesgos cardiovasculares como la hipertensión, la diabetes, la fibrilación auricular, etc. Cabe preguntarse cómo con tanta información disponible, la incidencia del ictus va a crecer. A esta cuestión, el neurólogo apunta que “sí que es cierto que en los últimos años el incremento de la incidencia de ictus ha afectado fundamentalmente a pacientes jóvenes diabéticos (entre los 40 y 50 años).” Pero hay otro aspecto importante: el envejecimiento de la población. “Esto se ve reflejado en la prevalencia de accidente cerebrovascular. De hecho, constituye la primera causa de mortalidad en España entre las mujeres”. Aunque aclara que la incidencia depende del tipo de ictus. “Cuando se trata de un ictus por fibrilación auricular es más frecuente en la mujer, mientras que la arteriosclerosis afecta más a los hombres”. Sin embargo, en su opinión, “más importante que la incidencia es el impacto que provoca, y en las féminas es mayor”. “Tanto es así que se sabe que tienen menor acceso a los tratamientos agudos, peor pronóstico funcional, o un mayor grado de depresión tras el ictus. Lo cual también tiene que ver con el rol de la mujer en la sociedad”, agrega. En relación a los daños cerebrales irreversibles, cuya prevención se incluye entre los objetivos del consorcio, el doctor Molina matiza que “por más pequeño que sea el ictus, deja un daño irreversible, ya sean consecuencias psicológicas, problemas motores, del lenguaje, una incapacidad o evidentemente, la muerte”. “Es alto el porcentaje de discapacidad tras sufrirlo; entre un 30 y un 40 % de los pacientes quedan con una discapacidad moderada o grave. Es un problema que debemos solventar de alguna manera”, sostiene el especialista. Y para prevenirlos, se debe hacer mucho hincapié en el tratamiento prehospitalario. UMBRELLA tiene por objeto armonizar e integrar datos reales sobre accidentes cerebrovasculares, incluidos protocolos, programas y otra información pertinente, aprovechando las tecnologías digitales más avanzadas, como los sistemas de comunicación, las técnicas de imagen innovadoras, el uso de dispositivos portátiles o los sistemas de rehabilitación virtual en el hogar. Como explica el coordinador científico, “desplegará herramientas de telemedicina a nivel de las ambulancias para una mejor conexión entre ellas, entre los hospitales y entre aquellos que ofrecen los tratamientos más avanzados”. Además, “implementará en las ambulancias sistemas de diagnóstico rápido para saber a qué sitio debe ir un determinado paciente en función de los hallazgos que se encuentren en las pruebas”. La IA al servicio de los pacientes Con ese objeto, el proyecto aprovechará el potencial de la inteligencia artificial (IA) y las tecnologías digitales de vanguardia para transformar el diagnóstico del ictus, reducir el tiempo de tratamiento y mejorar los resultados clínicos a largo plazo. También contribuirá a comprender mejor el ictus y sus causas subyacentes y así avanzar en las estrategias de prevención. De hecho, uno de los objetivos del proyecto es construir una plataforma de datos federada (plataforma U), que servirá de base para crear y validar algoritmos de IA basados en datos retrospectivos recopilados en todo el consorcio, lo que permitirá realizar diagnósticos personalizados avanzados, predecir riesgos y tomar decisiones de tratamiento para pacientes con ictus. “El papel de la IA en UMBRELLA es importantísimo. “MÁS IMPORTANTE QUE LA INCIDENCIA DEL ICTUS ES EL IMPACTO QUE PROVOCA, Y EN LAS MUJERES ES MAYOR” De hecho, de eso va, de crear una plataforma local donde se entrenan modelos predictivos para luego compartirlos (jamás los datos) entre los hospitales para mejorar su rentabilidad diagnóstica”. Estas herramientas, expone Molina, “tienen la capacidad de poder predecir, entre otras cosas, cuál es el mejor hospital para el paciente, el mejor tratamiento para él, el riesgo de una hemorragia cerebral o de recurrencia, la posibilidad de que haya un deterioro neurológico, etc.”. Todo esto lo irán analizando. De la misma forma UMBRELLA intentará comprender mejor las causas del 25 % de los accidentes cerebrovasculares sin etiología clara. Mientras que alrededor del 50% de los ictus isquémicos están causados por la aterosclerosis (de grandes arterias) o por fuentes cardioembólicas, el origen de uno de cada cuatro ictus sigue siendo desconocido. Así pues, el experto insiste en que las nuevas tecnologías de diagnóstico y los flujos de trabajo perfeccionados permiten comprender mejor la enfermedad subyacente e identificar la causa del ictus. Esto significa que, en el futuro, más pacientes podrían recibir antes un tratamiento preventivo y evitar así que vuelvan a producirse más ictus. Además, UMBRELLA investigará la influencia de, por ejemplo, los datos demográficos del paciente o las comorbilidades en el resultado del tratamiento de las hemorragias intracraneales, otro tipo devastador de ictus. Por todo ello, el jefe de sección del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Vall d’Hebron y del grupo de Investigación en Ictus del Vall d’Hebron Instituto de Investigación califica de “revolución” esta iniciativa. “Porque pasamos de hacer una medicina preventiva a una predictiva. Además, estandarizaremos los procedimientos, los protocolos a lo largo de Europa, crearemos un modelo de datos común”. Esto es muy importante de cara al futuro, “para poder diseñar estrategias, mejorando el acceso a los tratamientos y de una forma equitativa por toda la región europea”. +
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