55 Ya sean tratamientos de base génica, celular o tisular, o de origen autólogo, alogénico o xenogénico, las terapias avanzadas son ya la última frontera que se empieza a cruzar con paso más firme en medicina, fundamentalmente para dar respuesta a patologías que soló tenían recursos paliativos enfrente hasta hace bien poco tiempo. Hasta la llegada de las terapias CAR-T como paradigma de las terapias avanzadas. Se trata de un espacio de potencial difícil de explorar en sus límites según la Asociación Española de Bioempresas (AseBio) y su último informe elaborado por la firma Alira Health, de cuya lectura se deduce un notable impulso para estos tratamientos a lo largo del próximo año. Repunte en 2025 El trabajo de Alira Health se centra en la fabricación por contrato de terapias biológicas y avanzadas durante 2024 tanto para Europa como para Norte América, a efectos de las entidades de desarrollo y fabricación por contrato (CDMO) de terapias biológicas y terapias avanzadas que desafían una situación macroeconómica marcada por la incertidumbre. Un mercado que se redujo el 17 % durante 2023, principalmente por la caída en la demanda de vacunas de ARNm para la Covid-19 y la pérdida de patente de importantes fármacos muy demandados. Dentro de una tendencia que promete una producción mundial de medicamentos que permita el año que viene llegar a los niveles vistos en 2022, fundamentalmente gracias a nuevas moléculas biológicas y biosimilares. El mercado de las CDMO se distribuye actualmente entre el 89 % de las firmas medianas y grandes, mientras que los fabricantes pequeños y los microfabricantes apenas suponen el 11 % de la facturación final. A favor de una dinámica relanzada e 2023 con la aprobación de ocho terapias celulares y génicas por parte de la FDA de Estados Unidos. De forma que se superaron las cinco terapias que fueron aprobadas en 2022 y con igual número en 2022. De manera que el uso en aumento de estos tratamientos contribuya a un mayor crecimiento de mercado en un proceso en el que las entidades fabricantes también mejoran su coordinación y funcionamiento interno. Impulso con PERTE Como motor de la medicina personalizada que se busca para España, el proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE), especialmente dirigido a lograr unos cuidados de salud de vanguardia para el país, asigna 2.360 millones de euros de los que 2.060 millones de euros son aportados por el sector público y 301 millones vienen del privado. En la esperanza de producir retornos superiores a los 4.340 millones de euros y la creación de cerca de 12.700 nuevos empleos cualificados. En un esfuerzo que prevé un ahorro del 15 % en años de vida ajustados por la Discapacidad denominados AVADs en español (DALYs, Disability Adjusted Life Years) a la vez que un 30 % de reducción en las diferencias que existen entre los distintos territorios cuando se trata de llevar una vida saludable por encima de los 65 años de edad. Habida cuenta de que el sector de la salud es uno de los más importantes para la economía nacional con apoyo en el desarrollo y la innovación, y cuyo gasto sanitario alcanzó los 75.100 millones de euros, que en 2019 representaron el 6% del PIB. Un porcentaje que se elevó al 7,3 % dos años después, por un total próximo a los 88.000 millones de euros. Dentro de una expansión más importante en la Sanidad pública (25 %) que en la privada (12,9 %) durante el lustro que fue de 2016 a 2020, periodo que experimentó un incremento total del 4,3 %. Razón por la que se estableció el citado PERTE para el trienio 2021-2023 según el reparto de fondos ya indicado según la naturaleza jurídica de su fuente. Colaboraciones públicas y privadas En apoyo a una mayor colaboración público-privada dirigida a impulsar el desarrollo de este tipo de tratamientos, la Administración central dio su visto bueno a la creación de la primera sociedad mercantil de terapias avanzadas con capital con la participación del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), a
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