IM MEDICO #71

84 EMPRESA Ahora bien, “partiendo de la base de que los cosméticos son seguros y que están regulados de forma muy estricta”, considera que “los consumidores deberían asesorarse por profesionales expertos en el tema y que no tengan claros conflictos de interés, ya que la demonización de algunos ingredientes ha acabado creando un marketing del miedo, el cual suele usar esta alarma como estrategia para posicionar y vender sus productos”. “Debemos seleccionar los productos necesarios, asesorarnos por profesionales cualificados, y elegir cosméticos comprometidos con esta problemática”, aconseja, mientras que anima a la comunidad médica “a formarnos para poder dar recomendaciones informadas a nuestros pacientes; debemos informarnos y no alarmarnos”. ¿Es posible prevenir los factores de riesgo? Myriam Montes, al igual que su compañera Sara Gómez, considera crucial apostar por la formación de la comunidad médica. Así, la experta subraya la importancia de que sus colegas conozcan el impacto de los disruptores endocrinos en la salud de la mujer, como parte de los factores de riesgo conocidos en el desarrollo de enfermedades cuyo conocimiento puede ayudar a promover hábitos de vida saludables y prevención primaria. “Los disruptores endocrinos forman parte de los factores de riesgo medioambientales a los que estamos expuestos que pueden favorecer la aparición de algunas enfermedades”, indica. Sin embargo, bajo su punto de vista, “es importante trasmitir esta información desde la evidencia científica y no desde el alarmismo”. “La realidad es que es un tema extremadamente complejo en el que es difícil establecer relaciones causales directas, es decir, un desodorante no te va a provocar un cáncer de mama, pero un conjunto de malas decisiones en hábitos de vida y exposición medioambiental sí va a aumentar nuestro riesgo de padecer un cáncer de mama”, sostiene. En palabras de la radióloga, “estas sustancias son moléculas que pueden alterar nuestro equilibrio hormonal al imitar las acciones de algunas de nuestras hormonas o bloquearlas por ejemplo, y nos puede afectar de manera muy distinta según nuestro momento vital. La sobreexposición a sustancias con potencial efecto disruptor endocrino puede llevar a una sobrecarga estrogénica en las mujeres y se ha relacionado con problemas como pubertad y menopausia precoz, infertilidad e, incluso, cáncer de mama”. El término disruptor endocrino es más novedoso, sin embargo, “los factores de riesgo clásicos de muchas enfermedades ya conocidas, como el alcohol, el tabaco, los alimentos ultraprocesados, materiales de combustión son fuente de disruptores endocrinos”, señala Myriam Montes. Asimismo, “sabemos que un gran grupo de disruptores endocrinos se almacena en la grasa, por lo que mantener la grasa a raya también es prioritario; y tampoco es una novedad que el exceso de grasa corporal predispone a muchas enfermedades”. Con lo cual, cree que “realmente no es muy complicado” adoptar medidas preventivas para reducir el riesgo asociado a estas sustancias. “Se trata de basar nuestros hábitos de vida en buenas decisiones, como evitar fumar, tomar alcohol, mantener nuestro peso a raya y llevar una alimentación sana y equilibrada como base, evitando productos ultraprocesados y optando por los más frescos”, aconseja. Y para evitar sustancias que puedan estar en el medioambiente con potencial disruptor endocrino, sobre todo en niños, embarazadas y lactantes, recomienda “ventilar nuestras casas diariamente, optar por productos de limpieza como el vinagre y el bicarbonato, lavar bien verduras y frutas que no vayamos a pelar, y evitar calentar la comida en envases de plástico”. El papel de la industria Respecto al rol que debe jugar la industria en la concienciación sobre estos riesgos, la experta en el diagnóstico de cáncer de mama defiende que “no puede ser que el consumidor tenga que ir con una lupa al supermercado para leer etiquetas” y, a su juicio, “solo con el compromiso de la industria junto a políticas más globales nos encaminaremos a un futuro más saludable”. Por su parte, Arturo Álvarez Bautista, director científico de los Laboratorios SVR, estima, en lo que a la formulación de productos se refiere, que “el mayor desafío es mantener un equilibrio entre seguridad y eficacia”. Con ese objetivo, “muchos ingredientes están siendo reevaluados por su posible impacto, y la clave está en avanzar con prudencia; investigamos constantemente nuevas alternativas que puedan ofrecer los mismos resultados, pero con un perfil de seguridad mejorado”, asegura, recalcando “el compromiso con la mejora constante” que guía el trabajo de la firma. Para ello, Arturo Álvarez Bautista considera “esencial que la industria adopte un enfoque basado en la investigación continua”. “Más que rechazar de inmediato ciertos ingredientes, debemos estudiar a fondo su impacto y trabajar en sustitutos que mantengan la eficacia sin comprometer la seguridad”, puntualiza. Dicho lo cual, expone lo que piensa sería un avance significativo en la industria de formulación para combatir la exposición a disruptores endocrinos: “Contar con más herramientas de investigación que nos permitan evaluar el impacto de los ingredientes de manera aún más precisa”. La biotecnología y la investigación científica están abriendo nuevas puertas para crear alternativas seguras, y por eso cree que “en los próximos años veremos grandes avances”. Lo importante, concluye el experto, “es continuar trabajando de forma serena y responsable, adaptando nuestras fórmulas a medida que la ciencia nos ofrece más respuestas”. “LOS 1.000 PRIMEROS DÍAS SON FUNDAMENTALES PARA EL RESTO DE LA VIDA Y GENERACIONES FUTURAS”

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